Historia de Grecia
La historia de Grecia, durante sus primeros años, desarrolló una de las más grandes civilizaciones de la Antigüedad, poseedora de una rica cultura. Fue famosa por sus conocimientos, su arte y sus templos.
El país que actualmente se denomina Grecia se conocía antiguamente como Hélade, pero no formaba una verdadera nación porque estaba fragmentado en numerosas polis, ciudades-estado independientes entre sí, que unas veces se aliaban y otras se enfrentaban en guerras sangrientas.
La civilización griega tuvo un fuerte desarrollo en el campo filosófico. Se la suele llamar "la cuna de la civilización occidental" ya que sus grandes pensadores fueron los que desarrollaron los primeros conceptos de "átomo" (sin división) y su arte, sencillo, se caracterizó por la construcción de templos con grandes pilares y techos triangulares; en la música destacaron sus danzas folclóricas y sus cantos se ejecutaban todos los días en todas sus actividades.
Entre los monumentos más famosos de esta antigua civilización se encuentran, entre otros, el Partenón, el teatro de Epidauro y el Mausoleo de Halicarnaso.
Orígenes de Grecia
Desde el Paleolítico se atestigua la presencia del hombre en Grecia (3200 a. C. a 2000 a. C.), y en Asia Menor. Pero fue en la isla de Creta donde se desarrolló la civilización más avanzada, la cretense o minoica. Durante su época de mayor esplendor (minoico medio, hacia 1950 a. C. a 1550 a. C.), se construyeron los palacios de Cnosos, Festos y Hagia Triada. Por otro lado, los aqueos o protohelenos se establecieron en la Argólide, donde construyeron las fortalezas de Tirinto y Micenas, de la que derivó el nombre micénica que se da a su elevada civilización, asimiladora de la cultura minoica. Hacia el 1550 a. C. comenzó un período de apogeo a ambos lados del mar Egeo, que culminó con la conquista de Creta y la expedición contra Troya. A comienzos del siglo XII a. C., los dorios irrumpieron en la Grecia continental. En consecuencia, los aqueos emigraron al Peloponeso; los jonios al Ática, a Eubea y a las Cícladas, y los eolios a Tesalia y a Beocia. Además, esa invasión incrementó el proceso de emigración de colonos griegos hacia el litoral de Asia Menor y provocó la fragmentación de Grecia en ciudades-estado (polis).
Helenización de Grecia
La evidencia lingüística muestra que antes del IV milenio a. C., Grecia y los alrededores estuvieron habitados por pueblos que hablaban lenguas no-indoeuropeas. No se conoce con precisión cuando llegaron los hablantes de lenguas griegas a Grecia, pero se estima que pudo ocurrir hacia el 2000 a. C. Esto sugiere que las primeras civilizaciones testimoniadas en territorio griego, la cicládica, la egea y la minoica fueron creadas por pueblos que estaban etnolingüísticamente emparentados con los griegos. En cambio en el período micénico la lengua dominante de la mayor parte de áreas parece haber sido una forma de griego, el griego micénico o formas de griego relacionadas con él.
Lugares y Pueblos
La civilización griega se extendió hasta las islas del Egeo, la costa oriental del mar Egeo, las costas meridionales en torno a los mares Adriático y Tirreno, y muchas zonas costeras alrededor de toda la cuenca mediterránea. Posteriormente, con las conquistas de Alejandro Magno, se extenderían hacia el Oriente.
La antigua Grecia surgió en plena época oscura, conocida en la historiografía anglosajona como "Edad oscura", que se inicia con la desaparición de la cultura micénica (siglos XII a XI a. C.). Grecia estaba compuesta por varias culturas, como los jonios, dorios y eolios.
Civilizaciones de Grecia
Civilización egea y cicládica
Las primeras civilizaciones registradas en lo que actualmente es Grecia, son las civilizaciones prehistóricas, que no produjeron registros escritos y por tanto, sólo estudiables mediante la arqueología.
Civilización minoica
Es la primera civilización del mundo griego, y floreció en la isla de Creta. Sus habitantes se establecieron en la zona hacia el año 6000 a. C., y alcanzó el máximo esplendor entre los años 2000 y 1450 a. C. Contaban con abundantes riquezas, acumuladas gracias al comercio con otras ciudades de la edad de bronce, y a la fertilidad de su suelo, que producía aceitunas, cereales y vino en abundancia. Todo el sistema económico se centralizaba en torno a sus ricos palacios, caracterizados por su decoración a base de escenas pintadas en los muros o “frescos”. Se trataba de construcciones edificadas cerca del mar, y son una muestra del desarrollo artístico y arquitectónico de la cultura minoica.
Civilización micénica
Grecia disponía en la Edad de Bronce de centros palaciales importantes que dominaban distintos territorios, entre ellos Micenas. El rey o "señor" vivía en estos grandes palacios que desempeñaban el papel de cuartel general del ejército y centro administrativo. El pueblo micénico se caracterizó por su activo comercio marítimo y sus numerosas exportaciones de productos manufacturados. Alcanzaron su cenit sobre el año 1600 a. C., y poco a poco fueron desapareciendo los palacios en circunstancias aún desconocidas hasta la invasión de los dorios.
Civilización clásica y postclásica
No es fácil delimitar la civilización griega ni en cuanto a espacio ni tiempo. Convencionalmente se hace la siguiente división:
- I: Arcaica (VIII a.C - V a.C 723 a.C - 453 a.C)
- II: Clásica (V a.C - III a.C)
- III: Helenística (III a.C - I a.C)
En este curso histórico surgieron varios hechos importantes y fundamentales en la formación definitiva de lo que fue Grecia posteriormente: la formación de las polis (ciudades), el siglo V a. C., la Edad Ateniense, las guerras Médicas o la del Peloponeso (cinco años después de la cual se trataron de modificar las ciudades estados), La preeminencia de Macedonia (con Filipo II y su hijo, Alejandro Magno) y la extensión por Asia del mundo helenístico. La dominación romana en el siglo II a. C. pondría punto final a la civilización griega políticamente, pero dejaría una impronta indeleble en sus invasores a través de los siglos.
Grecia antigua
Edad oscura
“De la época de las tinieblas a las polis” Esta época corresponde al surgimiento de Grecia como civilización entre el siglo XI y el IX a. C. En el curso del siglo X a. C. se produjo un proceso de urbanización en el cual se agruparon varias aldeas hasta llegar a formar ciudades como Esparta y Atenas. La organización interna socio-política de estas primitivas polis estaba dominada por las tribus o ethnos, junto a los hogares clanes (genos) y fraternidades (fratrías). Estas ciudades-estado eran gobernadas por reyes que ejercían la autoridad religiosa, militar y política, excepto en Esparta donde la autoridad de los reyes empezó a ser reemplazada por una autoridad aristocrática formada por terratenientes que podían criar, mantener y montar sus caballos. Otros dos factores que formaron un papel fundamental en la formación de la civilización griega fueron la institución de unos juegos panhelénicos como los Juegos Olímpicos de los que tenemos noticia "oficial" desde el año 776 a. C. y que subrayan los rasgos comunes de los griegos, y las dos epopeyas de Homero, Ilíada y Odisea, probablemente compuestas en el siglo VIII a. C.
El siglo VIII a. C. fue un periodo revolucionario para la formación de la civilización griega ya que se utiliza el alfabeto fenicio para adaptarlo a la lengua griega, se mejoran también la metalurgia del hierro y las técnicas agrícolas. Esto produjo como resultado el aumento de la población, lo cual desembocó en la necesidad de emigrar y fundar colonias. Estas colonias enviaban metales y alimentos a sus metrópolis e importaban a cambio productos ya terminados. Esta prosperidad comercial, entre otros factores, condujo a la rápida fundación de las ciudades estado-griegas en la costa del Egeo y sus islas (a finales de ese siglo ya había más de 700 ciudades- estado). Esta riqueza avivó cada vez más las ansias de independencia política de las colonias respecto a sus metrópolis, no siempre por la vía pacífica, lo que originó la creación de ejércitos y técnicas militares perfeccionadas como la infantería pesada: (los hoplitas) que reemplazaron a los anteriores ejércitos de caballería. De modo general puede decirse que entre los siglos VIII y VI a. C., las poleis griegas experimentaron una transición de un sistema de gobierno monárquico a uno aristocrático.
En el curso de las crisis sociales de los siglos VII y VI a. C. pasaron por una serie de gobiernos dictatoriales (los tiranos) hasta llegar finalmente a unos gobiernos democráticos. Esparta siguió un curso distinto por que conservó su doble monarquía (diarquía), y después de la Guerras Médicas desarrolló una organización militar que llegó a caracterizarla en lo sucesivo.
Guerras Médicas
Entre los años 499 y 478 a. C., Grecia se enfrentó a un gran enemigo: los persas. Durante mucho tiempo Persia fue una amenaza principalmente en los territorios del Asia Menor. Estas guerras transcurrieron bajo dos reinados persas, el de Darío I y el de Jerjes (hijo de éste) y se dieron en dos partes, obteniendo la victoria las ciudades (poleis) griegas, gracias en parte a sus desarrollados navíos:
- La Primera Guerra Médica, en la que tuvo lugar la batalla de Maratón en el 490 a. C.
- La Segunda Guerra Médica, en la que acontecieron la batalla de las Termópilas, la de Salamina y la de Micala.
La Confederación Ateniense y el Siglo de Pericles
Para proseguir la lucha marítima contra el Imperio persa, Atenas organizó la Confederación Ateniense o Liga de Delos (477 a. C.), y a partir de entonces dominó el comercio marítimo del mundo colonial griego. Atenas se convirtió además en un centro político e intelectual, cuyo período de mayor esplendor correspondió al gobierno de Pericles, fundamentalmente desde 462 a. C. hasta 429 a. C., en el que su influencia política se dejó sentir con intensidad. En política interior, Pericles modificó las leyes, dándoles un sentido más democrático, estableció la retribución de los cargos públicos y reconstruyó la ciudad, muy dañada a consecuencia de las Guerras Médicas. Las reformas constitucionales que emprendió fueron consecuencia de la transformación de la estructura social: los nobles, cuya influencia política descansaba sobre la propiedad territorial, pasaron a un segundo plano, mientras que la clase media, constituida por marinos, comerciantes y artesanos, se convirtió en una clase privilegiada, que obtuvo la dirección política de la ciudad. [cita requerida]
En la esfera de relaciones internacionales, Pericles se encontró ante dos problemas: el de acabar definitivamente el conflicto con Persia, que persistía en sus ataques a las colonias griegas de Asia Menor, y el de convivir con Esparta. En cuanto al primero de ellos, Pericles logró establecer con los persas un armisticio beneficioso (Paz de Calias en 449 a. C.). Respecto al segundo problema, en el 446 a. C. concertó una paz de treinta años con Esparta, por lo que esta ciudad reconocía la Liga de Delos; en compensación, Atenas renunciaba a la hegemonía terrestre, evacuando sus posiciones en el Peloponeso y en el Istmo.[cita requerida]
Guerra del Peloponeso
Fue la mayor guerra entre las dos mejores polis de grecia.En la que ninguna de las que participaron salieron victoriosas todo lo contrario salieron mal paradas de aquella guerra .
El siglo prealejandrino
Las ciudades griegas sometidas antes a Atenas vieron que la tiranía impuesta ahora por Esparta resultaba más dura. Por ello, en 403 a. C. estalló un alzamiento general, que derrocó el régimen de los Treinta Tiranos y restableció la democracia en Atenas. El movimiento antiespartano era capitaneado por Tebas, que contaba con el apoyo de Atenas, Argos y Corinto (Guerra de Corinto, 394 a. C. a 387 a. C.). Pese a que los aliados fueron derrotados en la batalla terrestre de Coronea (394 a. C.), la decisión estratégica de la lucha se solventó en el mar, donde aquéllos destruyeron la flota espartana en Cnido (394 a. C.). Esparta, que veía peligrar su hegemonía, pidió ayuda a los persas, y la intervención de éstos obligó a los aliados a aceptar la Paz de Antálcidas (386 a. C.). A consecuencia de esta paz, Persia se anexó las colonias griegas de Asia Menor y cerró a Atenas toda posibilidad de rehacer su antiguo Imperio marítimo, mientras que reconocía a Esparta su papel de rectora de la Liga del Peloponeso. De hecho, este tratado impuesto atestiguaba la debilidad política del mundo griego, que se sometía a las directrices persas.
Más tarde Esparta pretendió imponer gobiernos oligárquicos en diversos estados, lo que provocó un nuevo levantamiento de Tebas, que esta vez fue coronado con el éxito. Persia, a causa de sus problemas interiores, no pudo acudir en auxilio de los espartanos, los cuales fueron derrotados en Leuctra y, definitivamente, en Mantinea (362 a. C.).
Dominación macedónica y Helenismo
Macedonia
La segunda parte del siglo IV a. C. supone la preponderancia del Reino de Macedonia en Grecia. Su rey, Filipo II, sentía gran admiración por la cultura griega, por lo que decidió unificar a las poleis griegas y terminar con las luchas internas. Filipo se caracterizó por establecer relaciones amistosas con Atenas. Pero Demóstenes, un famoso orador y político ateniense, no simpatizaba con las ideas de Filipo, por lo que formó una alianza con Tebas para derrotarle. Atenas y Tebas, por tanto, se enfrentaron a Macedonia en la Batalla de Queronea, que terminó con la derrota de la liga tebano-ateniense. Filipo se convenció de que la única manera de tener controlada a Atenas era usando la diplomacia, por lo que envió a su hijo Alejandro a acordar un tratado de paz. En el año 338 a. C., Filipo convocó un congreso en Corinto, al cual fueron todos las ciudades-estado griegas, a excepción de Esparta. Allí se creó la Liga Helénica (también conocida como "Liga de Corinto"). Hubo un segundo congreso al año siguiente, en el cual se declaró la guerra a Persia. Antes de poder llevar a cabo la expedición, Filipo fue asesinado en el año 336 a. C. Al morir Filipo, subió al trono de Macedonia su hijo, Alejandro III, el futuro Alejandro Magno.
Alejandro Magno
Alejandro Magno (Alejandro III de Macedonia)fue el rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte y está considerado como uno de los líderes militares más importantes de la Historia, por su conquista del Imperio Aqueménida.
Tras consolidar la unificación de varias ciudades-estado de la antigua Grecia que estuvieron bajo el dominio de su padre, Filipo II de Macedonia, sofocando la rebelión de los griegos del sur tras la muerte de éste, Alejandro conquistó el Imperio persa, incluyendo Anatolia, Siria, Fenicia, Judea, Gaza, Egipto, Bactriana y Mesopotamia, expandiendo las fronteras de Macedonia hasta la región del Punjab.
A su muerte el reino sufrió grandes divisiones a causa de disputas entre los generales más cercanos a Alejandro. Muchos trataron de mantener el imperio unido pero bajo su mando, lo que generó una sucesión de batallas y campañas que derivaron en la división en varios reinos independientes que fundaron sus dinastías.
El fin de la era Helenística
El helenismo se extendió desde la fundación de los reinos de los diádocos a finales del siglo IV a. C. hasta su decadencia a finales del siglo I a. C. Dicha decadencia puede explicarse por cinco hechos principales:
- El prolongado y suicida conflicto entre los Lagitas y Selucidas que debilitó los recursos de ambos
- El enfrentamiento prolongado entre los Antigónidas y las ciudades-estado griegas que desgastaron a ambos
- La fragmentación del imperio Seleucida, que generó otros dos grandes reinos independientes y rivales: el de Pérgamo y el de la Bactria. Dicha fragmentación acabó por debilitar a los Seleucidas
- El resurgimiento de las fuerzas persas, que mantuvieron una lucha contra los Seleucidas, y también la lucha con Roma, que agotó sus recursos hasta su decadencia final
- La falta de un mínimo de sentido de cohesión frente a los romanos. Algunos de sus estados se pusieron de parte de Roma en vez de llegar a un acuerdo entre ellas mismas, lo que inclinó la balanza a favor de Roma. En el 148 a. C. Macedonia y Grecia finalmente pasan a ser parte del Imperio romano y esto demarca el fin de la época griega.
Dominación romana
Desde mediados del siglo II a. C. Grecia se convirtió, de hecho, en un protectorado romano, y la mayoría de las ciudades griegas pagaron tributo a Roma. En 88 a. C., con el apoyo de Mitrídates, rey del Ponto, los griegos se sublevaron contra Roma, pero el levantamiento fracasó. Durante la época de las guerras civiles Grecia fue escenario de las luchas entre las distintas facciones romanas que querían hacerse con el poder. En la época Imperial se mantuvo la influencia cultural griega, pero los núcleos de expansión económica de Oriente se polarizaron en las provincias romanas de Asia. Éste período de relativa prosperidad fue interrumpido en el siglo III por las invasiones de los bárbaros. Paralelamente, la sociedad griega evolucionó hacia formas sociales y económicas de tipo feudal.
Grecia medieval
Incorporación de Grecia en el Imperio bizantino
Desde la división del Imperio entre Arcadio y Honorio (395), Grecia formó parte del Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino, cuya base cultural fue helénica. Las invasiones de pueblos germánicos y eslavos modificaron la composición étnica de la población. Numerosos pueblos eslavos se establecieron en las zonas montañosas, mientras que los griegos se refugiaron en las costas y en las islas. Estos eslavos fueron lentamente helenizados.
En el siglo VII los árabes se apoderaron de Chipre y Rodas. En el siglo X los emperadores lograron detener el avance de los árabes por el sur, y el de los búlgaros por el norte. Desde finales del siglo XI hasta mediados del siglo XII, los normandos saquearon varias veces las costas. Estas invasiones favorecieron la formación de una sociedad de tipo feudal. Los emperadores, para hacerles frente, pidieron ayuda a la República de Venecia, a cambio de la concesión de una serie de ventajas comerciales. Durante la Tercera Cruzada, Chipre fue conquistada por Ricardo Corazón de León. En la Cuarta Cruzada se fundó el Imperio Latino de Oriente (1204-61) y Grecia fue dividida en una serie de principados controlados por nobles francos. Las luchas entre francos y bizantinos fueron aprovechadas en los siglos XIII y XIV por Venecia y Génova, que se apoderaron de varias islas griegas. La división entre los principados francos favoreció a la aristocracia bizantina, que poco a poco fue recuperando la mayor parte del territorio griego.
En 1303 el emperador Andrónico II Paleólogo contrató almogávares procedentes de la Corona de Aragón, en la llamada Compañia Catalana de Oriente, para parar el ataque turco. Tras el triumfo almogávar fue asesinado de su líder, Roger de Flor, lo que llevó a una dura venganza en la que cabe destacar el saqueo de Atenas. Los ducados de Antenas y Neopatria quedaron en manos de la Corona de Aragón a través de la señoría del Reino de Sicilia hasta 1388, en que fueron ocupados por los venecianos. En el curso del siglo XV, Grecia cayó bajo el dominio otomano.
Hay que destacar que, hasta su caída, Grecia desarrolló una excelente flota de la que cabe destacar el dromón, evolución del trirreme que iba armado con un arma exclusivamente griega, el fuego griego, lanzado desde una especie de cañon de bronce a modo de lanzallamas.
Grecia moderna
Ocupación otomana
Los turcos otomanos controlaron la Grecia peninsular desde el siglo XV, pero algunas islas permanecieron bajo la soberanía de Venecia hasta el siglo XVIII. Durante la dominación turca, los griegos pudieron conservar sus características nacionales y practicar su religión mediante el pago de un impuesto especial. Los turcos confiscaron algunas tierras para repartirlas entre sus funcionarios civiles y religiosos. En otros casos respetaron las posesiones de los antiguos propietarios. En las costas, los griegos se especializaron en el comercio, y en Estambul se formó una potente burguesía comercial que influyó en el Gobierno otomano, llamados los fenariotas (ya que provenían de un barrio de Estambul denominado Fener).
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII se sucedieron las insurrecciones de los helenos, que se multiplicaron en los períodos en que Turquía se enfrentaba con alguna potencia europea. En el siglo XVIII la decadencia del Imperio otomano favoreció la formación de grupos de bandoleros y piratas, que se convirtieron en los primeros núcleos del levantamiento nacional. A finales de ese siglo, algunos griegos emigrados organizaron sociedades patrióticas para preparar el alzamiento. Estos emigrados propagaron con éxito en Europa los ideales del nacionalismo griego.
Independencia
Iniciada la revuelta en 1820, la sublevación se extendió rápidamente, y en 1822 la Asamblea de Epidauro proclamó la independencia. Divididos por luchas internas, los sublevados no pudieron evitar que los turcos, con el apoyo de Egipto, reconquistaran el país en dos años (1826-27); pero las simpatías despertadas en toda Europa por el movimiento nacionalista griego se plasmaron en el Tratado de Londres (1827), en el que Francia, Inglaterra y Rusia proclamaron la autonomía de Grecia bajo la soberanía turca. La destrucción de la flota turco-egipcia en Navarino (1827) obligó al sultán a firmar el Tratado de Adrianópolis (1829), en el que se reconocía lo ya establecido en el de Londres. En esta misma ciudad se firmó en 1830 el protocolo que dio la total independencia, aunque se perdió una parte de la Tesalia.
Después del asesinato de Ioannis Kapodistrias (1831), las potencias europeas designaron en 1832 rey de Grecia a Otón Wittelsbach, hijo de Luis I de Baviera. Otón gobernó dictatorialmente hasta el golpe de Estado de 1843, que le obligó a conceder algunas libertades formales, aunque mantuvo su gobierno de carácter autoritario gracias al apoyo de Rusia. Depuesto en 1862, Inglaterra logró que la Asamblea griega nombrara a Jorge I, hijo del rey de Dinamarca y cuñado del príncipe de Gales. En 1864 una nueva Constitución redujo los poderes monárquicos e instauró el sufragio universal.
El problema de las reivindicaciones territoriales, particularmente el de Creta, fue dominante durante todo su reinado. Después de varias sublevaciones en la isla, el Gobierno griego decidió invadirla, pero la intervención europea dio lugar al Tratado de Constantinopla (1897), en el que se concedió la autonomía a Creta y se encargó de su gobierno al príncipe Jorge de Grecia.
Gobierno de Venizelos
Tras el golpe de Estado de 1909, Eleftherios Venizelos fue nombrado primer ministro (1910); en 1911 sometió a voto una Constitución en la que se protegían las principales libertades. En 1912 y 1913 estallaron las Guerras de los Balcanes, al término de las cuales Grecia dobló su territorio por la incorporación de Tesalia, parte de Macedonia, el Epiro, Tracia y las islas de Samos, Quíos, Lesbos y Lemnos. En 1913 Jorge I fue asesinado en Salónica y le sucedió su primogénito Constantino.
Al estallar la Primera Guerra Mundial el país estaba dividido en dos facciones, la germanófila, que dirigía el rey Constantino I, cuñado de Guillermo II de Alemania, y la pro-aliada, cuyo jefe era Venizelos. En los primeros tiempos Grecia era neutral, pero, a medida que el conflicto se extendía entre los Estados balcánicos, las discrepancias entre el monarca y Venizelos se agudizaron. Esta crisis interna favoreció la ocupación de Macedonia por las Potencias Centrales, y la de Salónica, el istmo de Corinto y El Pireo por los Aliados (1915). En septiembre de 1916, Venizelos estableció un Gobierno provisional en Salónica y, con la ayuda de los Aliados se apoderó de Atenas en junio de 1917. Constantino abdicó, y le sucedió en el trono su hijo Alejandro (junio de 1917). Al poco tiempo, Grecia declaró la guerra a las Potencias Centrales. Al finalizar el conflicto obtuvo por el Tratado de Neuilly, firmado con Bulgaria, la Tracia Occidental, y por el Tratado de Sèvres, firmado con Turquía, la Tracia Oriental hasta el mar Negro, excepto la región de Estambul y el territorio de Esmirna en el Asia Menor.
En octubre de 1920 murió el rey Alejandro. Mediante un plebiscito, Constantino regresó a Grecia (diciembre de 1920), y Venizelos se exilió a Francia. Por otra parte, Mustafa Kemal Atatürk se negó a reconocer el Tratado de Sèvres y estalló la guerra entre Grecia y Turquía (1921-23), que constituyó un desastre militar para la primera. Algunos oficiales del ejército partidarios de Venizelos obligaron a Constantino a abdicar por segunda vez (septiembre de 1922), y varios de sus ministros y consejeros fueron acusados de traición, y fusilados. Se creó una Junta Revolucionaria, que colocó en el trono a Jorge II, hijo de Constantino. En julio de 1923, por el Tratado de Lausana, firmado con Turquía, Grecia renunció a la Tracia Oriental y a Esmirna y aceptó la repatriación de 1.400.000 refugiados griegos. Esta inmigración masiva agravó la situación económica, lo que favoreció el desarrollo de la oposición republicana y del Partido Comunista. En octubre de 1923 fracasó un golpe de Estado dirigido por el general Ioannis Metaxas que se proponía fortalecer la monarquía, lo que alentó a los partidarios de la República. En diciembre del mismo año, a causa de la creciente presión popular, Jorge II abdicó y se instauró una regencia.
Segunda República griega
En abril de 1924, por medio de un plebiscito, el pueblo griego aprobó la adopción de la forma republicana de gobierno. Este régimen se caracterizó por su inestabilidad política y por su ineficacia para modernizar las estructuras tradicionales del país. Al agravarse la crisis económica ocupó de nuevo el poder Venizelos (1928-32), el cual, de hecho, gobernó como un dictador, a la vez que se esforzó por mantener una política de buena amistad con las potencias vecinas. Dimitido Venizelos (1932), se abrió un nuevo período de inestabilidad política, que fue aprovechado por el general Alexander Kondylis para abolir la República (octubre de 1935). Por medio de un plebiscito, Jorge II recuperó la corona, y en 1936 el general Metaxas instauró una dictadura de tipo fascista. El periodo del Fascismo Griego duró hasta 1941, año en que Metaxas murió.
Segunda Guerra Mundial: Ocupación y Resistencia
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Grecia intentó mantener su neutralidad. Aunque el dictador Metaxas se orientaba ideológicamente hacia el campo de las Potencias fascistas del Eje y el rey se mostraba inclinado hacia la causa británica, el ultimátum de Italia del 19 de octubre de 1940, en el que se exigían bases estratégicas en territorio griego, arrojó a Grecia en manos de los aliados (Guerra Greco-Italiana del Invierno de 1940-41). La inmediata invasión italiana desde Albania fue contrarrestada; pero la ofensiva alemana de abril de 1941 no pudo ser contenida, y empezó la ocupación alemana, a la vez que el rey y su gobierno se exiliaron en Egipto.
Grecia pertenecería al Tercer Reich desde 1941 hasta 1944. Durante esos años, los griegos se dividieron en dos facciones principales: colaboracionistas y partisanos. Los primeros sustentaron los regímenes colaboracionistas de Georgios Tsolakoglou, Konstantinos Logothetopoulos y Ioannis Rallis, y engrosaron las filas de las fuerzas militares y paramilitares de derechas, entre ellas los infames Tagmata Asfaleias (Batallones de Seguridad), que junto con los ocupantes alemanes y en algunos casos los italianos y búlgaros flagelaron las facciones comunistas y partisanas. Éstos últimos, por su parte, realizaron un efectivo movimiento de Resistencia que causó serios daños a los gobiernos colaboracionistas así como a la Wehrmacht. Algunas de sus acciones más famosas fueron la dinamitación del puente de Georgopotamos o el atentado contra la sede de la ESPO, la organización de ultra-derecha griega que en aquel momento reclutaba jóvenes griegos para formar un batallón griego de las Waffen-SS. De todos modos, los combates más virulentos se dieron entre las propias facciones de la Resistencia, y especialmente entre la monárquica EDES de Napoleón Zervas y la comunista ELAS de Aris Velouchiotis. Esta situación se convirtió, a la retirada de las fuerzas alemanas de Grecia, en una Guerra Civil en toda regla entre conservadores y comunistas.
Guerra Civil griega
Cuando en las Conferencias de Yalta y Teherán se fijaron las respectivas zonas de influencia de los Aliados en la zona del Mediterráneo, Grecia correspondió al campo anglo-estadounidense. Pero esta decisión no correspondía exactamente a la composición de fuerzas guerrilleras en el interior del frente griego, ya que las organizaciones de izquierda y las pro-soviéticas eran más potentes y numerosas y controlaban la mayor parte del país. El Gobierno de coalición constituido en el exilio el 10 de marzo de 1944, de composición inestable, difícilmente pudo ejercer su jurisdicción sobre todo el territorio griego. Al desembarco británico del 14 de octubre de 1944, que se realizó cuando ya las fuerzas alemanas abandonaban Grecia y capitulaban, se opusieron las organizaciones de la Resistencia encuadradas por los comunistas.
Éstas no aceptaron el compromiso de los partidos de derecha y de los británicos del 2 de diciembre de 1944 —aceptado tácitamente por Stalin—, y decidieron continuar la lucha armada para instalar un régimen socialista. Durante los seis años de la Guerra Civil Griega, su predominio se ejerció sobre todo en la zona montañosa del norte. Los partidos de izquierda no concurrieron a las elecciones del 31 de marzo de 1946, y el Partido Popular monárquico alcanzó la mayoría. Su líder, Zaldaris, fue nombrado jefe de Gobierno y organizó el plebiscito que confirmó de nuevo la monarquía como el régimen del país. El rey Jorge II volvió del extranjero. La oposición comunista continuó la guerra en la montaña y se formó en diciembre de 1947 el Gobierno de Grecia libre, presidido por el general Markos Vafhiadis, que gozaba del apoyo soviético y de los países del Bloque Oriental. Por el contrario, Gran Bretaña y Estados Unidos ayudaron masivamente, con material y consejeros, a las fuerzas monárquicas. En abril de 1947 el rey Pablo había sucedido a su hermano Jorge II. La guerra civil prosiguió hasta que, en 1950, ante la imposibilidad de proseguir la lucha, los últimos guerrilleros hubieron de refugiarse en Albania. La importancia estratégica del país posibilitó una notable ayuda militar y económica de Estados Unidos, que sustituyó a Gran Bretaña como principal aliado de Grecia e inspirador de la política de su monarquía.
Época reciente
Finalizada la guerra civil, se inició un proceso de relativa liberación presidido por el general Papagos, lo que permitió el ingreso de Grecia en la OTAN (1951). A la muerte de Papagos, el rey Pablo I, hermano y sucesor de Jorge II, designó primer ministro a Constantinos Karamanlís, quien estabilizó la situación política. Durante este período se llevaron a cabo las negociaciones diplomáticas referentes a la situación de Chipre, cuyas reivindicaciones siempre habían contado con el apoyo griego. En 1962 Grecia ingresó como asociada en el Mercado Común Europeo.
Karamanlis hubo de abandonar el poder en junio de 1963 por divergencias con la corte. Las elecciones del 3 de noviembre de 1963 dieron un pequeño margen al Partido de la Unión del Centro, de Georgios Papandreu, quien, una vez nombrado jefe del Gobierno, recomendó nuevas elecciones. Celebradas el 16 de febrero de 1964, le proporcionaron una gran mayoría en el Parlamento. A la muerte del rey Pablo (6 de marzo de 1964) le sucedió su hijo Constantino. Entre los proyectos de G. Papandreu, de carácter moderado, algunos se relacionaban con una mayor democratización del país, que, según él, se encontraba demasiado mediatizado por las presiones de Estados Unidos, de los oficiales de derecha del Ejército y de la corte. La revelación de una confusa organización secreta en el seno del Ejército fue el motivo aparente para que el rey obligara a G. Papandreu a dimitir.
En 1967, la crisis política iniciada culminó con el golpe de Estado militar llamado «de los coroneles», dirigidos por el coronel Georgios Papadopoulos (21 de abril de 1967). El régimen militar suprimió el anterior gobierno y el Parlamento, y canceló la libertades cíviles y políticas. Las protestas estudiantiles del 17 de noviembre de 1973 fueron reprimidas por los militares con gran violencia. Un contragolpe de los militares realistas fracasó, y el rey tuvo que exiliarse en Roma. El nuevo régimen de los coroneles, con Papadopoulos como hombre fuerte, impuso una dura represión.
En 1973 se proclamó la República y Papadopoulos fue designado presidente, pero ese mismo año fue derrocado por un golpe militar (25 de noviembre). Siguió una etapa de profunda crisis y fue llamado Karamanlis, en el exilio, para que formara Gobierno (23 de julio de 1974). Karamanlis aceptó, y su retorno al poder significó de entrada el restablecimiento de la Constitución de 1952, la liberación de los presos políticos y la legalización de los partidos. Las elecciones generales (17 de noviembre de 1974) dieron el triunfo a Nueva Democracia, de Karamanlis. En el referéndum del 8 de diciembre de 1974, el pueblo griego optó por la forma republicana del Estado. En protesta por la actitud de la OTAN ante la crisis de Chipre (julio-agosto de 1974), Grecia se retiró de la organización militar de dicha Alianza. Karamanlis convocó elecciones generales anticipadas (octubre de 1977), en las que vio recortada su mayoría en beneficio del PASOK, partido de carácter socialista dirigido por Andreas Papandreu. En mayo de 1980 Karamanlis fue elegido presidente de la República, y Georgios Rallis nombrado primer ministro.
En 1980 Grecia reingresó en la OTAN, y en 1981 el país se incorporó como miembro de pleno derecho a la CEE. En las elecciones de 1981 el PASOK obtuvo la mayoría absoluta y A. Papandreu se convirtió en jefe del primer Gobierno socialista en la historia de Grecia. En marzo de 1985 Papandreu fue reemplazado por el candidato del PASOK, el jurista Christos Sartzetakis. En las elecciones de junio el PASOK retuvo la mayoría absoluta y Papandreu siguió al frente del Gobierno, pero en noviembre de 1988 hubo de dimitir cuando el Tribunal Supremo decidió procesarle como implicado en un escándalo financiero. Después de tres convocatorias sucesivas de elecciones, el líder de Nueva Democracia, Constantinos Mitsotakis, consiguió apoyo suficiente para formar gobierno (abril de 1990) y Karamanlis volvió a ocupar la Presidencia de la República. En 1992 las medidas económicas de Mitsotakis atizaron el descontento popular, al tiempo que Papandreu era absuelto de todos los cargos.
En las elecciones de octubre de 1993 el PASOK recuperó la mayoría absoluta y Papandreu asumió la jefatura del Gobierno. Konstandinos Stephanopoulos, un conservador disidente de Nueva Democracia, sucedió a Karamanlis en la Presidencia en 1995. Desde enero de 1996 Costas Simitis sustituyó a Papandreu, gravemente enfermo, al frente del Gobierno. Al fallecer el veterano líder en junio, Simitis convocó elecciones en septiembre y vio reforzada su posición con un triunfo del PASOK por mayoría absoluta. En diciembre Grecia accedió adoptar el euro como unidad monetaria. En las elecciones de abril de 2000 Simitis fue reelegido y el Parlamento ratificó a Stephanopoulos como presidente. Simitis renunció al Gobierno el 7 de enero de 2004, siendo reemplazado por Georgios Papandreu, hijo de Andreas Papandreu. En las elecciones de marzo de 2004 resultó elegido el candidato de Nueva Democracia, Costas Karamanlis, poniendo fin a la hegemonía del PASOK. En marzo de 2005 Stephanopoulos dimitió a la Presidencia y le sucedió Karolos Papoulias.
Referencia
Bibliografía
- Bengtson, Hermann (2008). Historia de Grecia. Desde los comienzos hasta la época imperial romana. (Tapa dura). Madrid: Gredos. ISBN 978-84-249-0152-3.
Enlaces externos
- ¿Por qué Grecia? de J. De Romilly, reseňado por Jesús Muňoz Morcillo
- Roberto Rodríguez Milán, "Confrontaciones civiles en la Europa mediterránea: Materiales para el estudio de la guerra civil griega"
- www.historiaclasica.com, blog dedicado exclusivamente a la historia de las civilizaciones antiguas y clásicas
- Sobre el sistema político y las elecciones griegas de 1974 a 2004, por Christos Lyrintzis y Elias Nicolakopoulos, profesores de la Universidad de Atenas. (en inglés)
Véase también
- Portal:Antigua Grecia. Contenido relacionado con Antigua Grecia.
- Historia de las instituciones en la antigüedad