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Círculo de Estudios Indoeuropeos

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Organización nacionalsocialista española legalizada en 1999 por el Ministerio del Interior como asociación cultural. El CEI está dirigido por Ramón Bau, exsecretario general del Círculo Español de Amigos de Europa (CEDADE), y director de la revista Bajo la Tiranía, antes llamada Mundo NS.

CEI, por influencia del propio Bau, es una de las organizaciones más interesadas y centradas en la legalidad y en convertir el nacionalsocialismo en una opción política más: sus principios consisten en mantener una imagen y actuación no violenta y sin ocultar su realidad mediante eufemismos. De hecho, CEI, a diferencia del resto de organizaciones nacionalsocialistas, afirma claramente que en el régimen que impulsan como futurible, al igual que en su sistema político sólo se admitiría la disidencia dentro de los límites marcados por la ética (esto excluye, por ejemplo, posturas marxistas, partidistas y sectarias, chauvinistas... por considerarlas contrarias al bien común del Pueblo).

Su preocupación por evitar conflictos jurídicos ha llevado al CEI a crear toda una simbología propia, aunque claramente emparentada con la imaginería del nazismo, siendo su emblema resultado de la fusión de la cruz céltica y la gamada.

Afirma, públicamente, que rechaza la xenofobia y la discriminación y lamenta los daños causados por el nazismo. Su discurso, impregnado de un edulcorado racismo, proclama la diferenciación racial y la conservación de todas las razas como parte de la riqueza natural del mundo. Sus textos en distribución están centrados básicamente en la literatura clásica española y un libro sobre los indoeuropeos, dejando de lado textos de odio racial. El público de la citada revista, sin duda y pese a que su militancia no lo sea, es mayoritariamente skin head.

Su discurso es totalmente nuevo para el universo denominado por la democracia ultraderechista: se define paneuropeísta (siempre se especifica una propuesta federal), totalitario, antidemocrático y antiparlamentario.

Propone además prácticas eugenésicas en lo social, esto es, la aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana, la revitalización del ius sanguinis y la militarización de la sociedad civil, creando para ello unas fuerzas armadas europeas e institucionalizando la instrucción paramilitar o social.

En la exposición de su ideología, existen evidentes guiños para atraer a nuevos acólitos. Así, las medidas populistas expuestas en lo económico, buscan el beneficio exclusivo de los trabajadores, en materia ambiental, como el resto de los fascismos hacen suyo el discurso ecologista y en lo social, sigue la línea marcada por el populismo de posguerra, proponiendo, sin concretar con qué medios, el incremento de la seguridad ciudadana.

En su mayor parte, sus textos son exposiciones coherentes de proyectos en los que se llega a planear la norma artística y los cánones estéticos a seguir tras la toma del poder. Se habla de autarquía económica, de pleno empleo, de férrea disciplina, de autoridad y de obediencia ciega al líder. Otros textos hablan del culto al cuerpo y del espiritualismo. En este sentido, existe una clara noción de deuda hacia Hitler, al que suscriben fidelidad absoluta.

Para la construcción de su ideología, la organización se sirve incluso de textos, de recomendada lectura y cumplimiento, como los Cuadernos Directores SS, editados entre 1932 y 1945; "Nuestras Ideas", escrito por Ramón Bau y otros textos.

CEI surgió de una organización llamada Hermandad Aria, aparecida en 1998. Extendida con rapidez a todo el territorio español, buscando la creación de un núcleo duro de activistas con el que convertirse en una potente organización neonazi-pagana, la Hermandad Aria sistematizó su ideología en el llamado Libro de la Orden. Organizó campamentos de adoctrinamiento y proselitismo en el medio rural como parte de su doctrina de amor a la Naturaleza (plasmada en grn parte de sus publicaciones), buscando asimismo la mayor discreción, y constituyó el Frente de Ayuda a Nacional Socialistas (FANS), destinado a la formación de presos implicados en agresiones con móvil político. Como órganos de expresión se sirvió de las revistas Europa Despierta y En Marcha, esta última de carácter interno.

Su más sorprendente proyecto consistía en la constitución de Nueva Thule, colonia autárquica de base agropecuario-artesanal sede de un auténtico museo apologético del nazismo. Para financiar estos planes, Hermandad Aria incluso dispuso una cuenta corriente abierta a donantes. Sin embargo, ante el acoso legal, los miembros del actual CEI abandonaron su anterior nomenclatura y optaron por constituirse como asociación cultural.

Como antiguos miembros del Círculo Español de Amigos de Europa, los mandos del CEI asumieron sus textos fundamentales, como el texto de Pedro Varela Ética Revolucionaria, y trataron de reconstituir el grupo con un nuevo nombre y ligeros cambios, derivados de la presión del Código Penal vigente. Sus objetivos, formulados en un tono misticista y críptico, son la conversión de Europa en un Estado-Nación identificado con la raza y la cultura aria, concepción en pleno coincidente con la del Europaische Neues Ordung (el Nuevo Orden Europeo).

Sin embargo, no es tan firme en todos los campos y no llega a decantarse en el tradicional debate ultraderechista entre paganismo y cristianismo, al entender que el nacionalsocialismo debe respetar las creencias religiosas arraigadas en el pueblo y como única norma clara se entiende que se admite cualquier religión que no sea una amenaza para el sano espíritu europeo, sin especificar en qué se concretaría tal amenaza.

Con sede en Guadalajara, mantiene delegaciones en Alcalá de Henares, Barcelona, Valencia, Vigo y Vasconia.

Para relacionarse con otras organizaciones nazis internacionales mantiene contactos en Argentina, Colombia, EE.UU. y Portugal. Igualmente, algunos de sus miembros cuentan con buenas relaciones con los más variados grupos revolucionarios, incluidos sinarquistas y cristeros. De estas relaciones destaca que, como antaño hiciera el CEDADE, el CEI apoya los proyectos negacionistas del Institute for Historical Review y AAARGH. Igualmente, existen evidencias de conexiones con el italiano Grupo de Ur y la chilena Corporación Ecológica Nueva Era de Miguel Serrano, unido éste a Ramón Bau por una amistad personal.

Aunque acepta cualquier medio de acción, actualmente está centrada en tareas editoriales. Todo sugiere que la tirada de 5000 ejemplares de Bajo la tiranía (antigua Mundo NS), de la que Bau es director, dependa directamente del CEI, en cuyo sitio web recibe una gran publicidad. Sea como fuere, lo que es seguro es que el CEI publica como vocero la revista aperiódica La voz del pueblo, en la órbita de la desaparecida CEDADE, extractando y reseñando a ésta en muchos casos. Incluso es heredera formal de ésta en lo que respecta a imagen y calidad editorial.

Esta publicación externa tiene en su comité de redacción, además de al propio Ramón Bau, a destacados nazis españoles como Antonio Hernández o José Manuel Fernández, y no ha tenido inconveniente en pedir apoyo económico para mantener abierta la Librería Europa y amparar a su propietario, Pedro Varela. La voz del pueblo apoya a presos con delitos de sangre, ensalza la figura de Adolf Hitler y otros jerarcas nazis, y rechaza la violencia y el odio racial. Finalmente, el CEI publica además un boletín interno llamado Espacio Vital, cuyo título es claro por sí mismo (se refiere al argumento de los nazis alemanes, de que Alemania necesitaba expandirse para aumentar su espacio vital).

Es destacable el volumen de textos doctrinarios prenazis y nazis que el CEI distribuye a través de internet, así como sus enlaces con organizaciones como Rex o la librería Europa. En la red, CEI no tiene reparos en poner en distribución gratuita las obras de grandes autores como Degrelle, Ramiro Ledesma Ramos o el propio Hitler.

Con un funcionamiento típicamente estructurizado. Para fortalecer los vínculos del grupo, el CEI, además de preparar reuniones mensuales de los grupos locales, organiza encuentros anuales en forma de campamentos, en los que se refuerza la formación nacionalsocialista a través del rechazo a la sociedad de consumo actual, ambientándose en lugares y tradiciones sociales sanas donde sobreabundan las cruces célticas y esvásticas, los himnos y las formaciones militares. Otras actividades públicas, en apariencia inconexas, observadas en el grupo son las celebraciones paganas de los solsticios, la peregrinación cristiana a Santiago de Compostela o las celebraciones explícitamente nazis como el natalicio de Hitler.

Con objeto de aumentar la cohesión interna, mantiene un Fondo para la ayuda legal y social, destinado al apoyo jurídico de la militancia nacionalsocialista implicada en procesos judiciales (no se incluyen los acusados de actos vandálicos y agresiones por considerarlos contrarios a la Ética Revolucionaria y al propio fin del nacionalsocialismo), además de un Fondo de Patrimonio Histórico, con el que se pretende recuperar y aglutinar los más diversos materiales nazis con la finalidad de crear un museo-santuario. Esta última circunstancia hace pensar que el proyecto de Nueva Thule no esté definitivamente abandonado. En cualquier caso, la organización oficialmente se disolvió en 2005.

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