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Alfonso VII de León

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Alfonso VII de León
Rey de León y de Castilla

Alfonso VII según una miniatura del Tumbo A de la Catedral de Santiago de Compostela.
Reinado
1126- 1157
Predecesor Urraca I de León
Sucesor
Información personal
Nombre completo Alfonso Raimúndez
Coronación 10 de marzo de 1126
Nacimiento 1 de marzo 1105
Caldas de Reyes
Fallecimiento 21 de agosto de 1157
Paraje de La Fresneda
Sepultura Catedral de Toledo
Familia
Padre Raimundo de Borgoña
Madre Urraca I

Alfonso VII el Emperador (Caldas de Reyes, 1 de marzo de 1105 - Paraje de La Fresneda, 21 de agosto de 1157). Rey de León y Castilla. Hijo de la reina Urraca I de León y del conde Raimundo de Borgoña. Fue el primer rey leonés miembro de la Casa de Borgoña, que se extinguió en la línea legítima con la muerte de Pedro I el Cruel, quien fue sucedido por su hermano de padre Enrique II de Trastámara, primer rey de la Casa de Trastámara.

Alfonso VII se hizo llamar a sí mismo Emperador. Galicia, León y Castilla se reunieron bajo una sola corona que en ocasiones se ha denominado como Imperio de León o Imperio Leonés.

Hijo de Urraca I y de su primer marido, Raimundo de Borgoña, al fallecer su padre en 1108 heredó el título de conde de Galicia.

Retomando la vieja idea imperial de Alfonso III y Alfonso VI, el 26 de mayo de 1135 fue coronado Imperator totius Hispaniae en la Catedral de León, recibiendo homenaje, entre otros, de su cuñado Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona.

Rey de Galicia

Tras la muerte del padre de Alfonso, Raimundo de Borgoña en 1107, y de su abuelo Alfonso VI en 1109, su madre se vio obligada a contraer un nuevo matrimonio para poder acceder a los tronos del Reino de León y del Reino de Castilla. El elegido resultó ser el rey aragonés Alfonso I el Batallador y provocó el rechazo de amplios sectores de la nobleza.

Entre los contrarios a este enlace matrimonial se destacaron los nobles gallegos debido a la pérdida de los derechos al trono del Reino de León y al trono del Reino castellano de Alfonso Raimúndez tras el pacto matrimonial firmado entre Urraca y Alfonso I de Aragón, que estipulaba que los derechos de sucesión pasarían al hijo que pudieran tener. La nobleza gallega encabezada por el obispo de Santiago de Compostela, Diego Gelmírez, y el tutor del infante, el conde de Traba, Pedro Froilaz, se rebelarán, y aprovechando la confusa situación del matrimonio de Urraca, el ayo del joven príncipe proclama a Alfonso Raimúndez Rey de Galicia en 1109. Galicia vive con Alfonso Raimúndez una expectativa de ser reino independiente, obligando a Alfonso el Batallador a intervenir para restablecer el orden. A Alfonso I se le presentaba la oportunidad de reinar en Castilla y no la desperdició. No podía dudar en la elección: Castilla le ofrecía infinitas posibilidades de un terreno sin dueño o por conquistar, mientras que Galicia estaba encerrada. La inhábil política de Gelmírez al no facilitar la sumisión de Portugal, cerró el camino para la expansión de Galicia. Alfonso no dudó en la elección, máxime teniendo en cuenta que Galicia quedaba incorporada a su reino y por las capitulaciones matrimoniales, su hijo podía reinar en la mayoría de los reinos cristianos de España: Aragón, Navarra, León, Castilla y Galicia.

Sin embargo, un año después, el 17 de septiembre de 1111, Alfonso, el que había de ser VII en Castilla, con el apoyo de su madre, que se encontraba inmersa en una de las continuas desavenencias con su marido, fue coronado rey de Galicia en la catedral de Santiago de Compostela.

Su padrastro, Alfonso I, se dirige entonces contra Galicia derrotando a los partidarios de su hijastro en Viadangos con la ayuda del conde de Portugal, Enrique de Borgoña, tío de Alfonso VII.

Rey de León y de Castilla

El 10 de marzo de 1126, tras la muerte de su madre, Alfonso VII fue coronado rey de León en la catedral de León y de inmediato emprendió la reclamación del Reino de Castilla, en el que su padrastro, Alfonso I de Aragón, contaba con importantes guarniciones militares que le aseguraban su dominio. Entre éstas destacan Burgos y Carrión de los Condes, cuya población se decanta por el nuevo rey y en 1127 entregan las plazas a Alfonso VII.

Alfonso el Batallador reacciona y se dirige contra Alfonso VII al frente de un numeroso ejército. Ambos se encuentran en el valle de Támara. Sin embargo no se produce un enfrentamiento entre los ejércitos debido a que los dos monarcas tienen situaciones más graves a las que hacer frente: Alfonso VII debe hacer frente a las veleidades territoriales de su tía Teresa de León y Alfonso I a las de los almorávides. Se llega entonces a un acuerdo que se plasma en un pacto conocido como las Paces de Támara, en el que se establecen las fronteras entre el reino castellano y el aragonés, volviendo a los límites fijados por Sancho III el Mayor y se zanjan las disputas entre ellos renunciando el monarca aragonés al título de emperador, título que utilizó el Batallador entre 11091114 tras su matrimonio con Urraca I de Castilla, anulado al considerare que no fue consumado, y debiéndose esperar tres siglos para ver realizada la unión de los reinos ibéricos, aunque ya sin Portugal, en las figuras de los Reyes Católicos.

Se dirige entonces hacia Galicia desde donde se interna en el condado Portucalense, que rige su tía Teresa, y tras arrasarlo vuelve a León para casarse con Berenguela, hija de Ramón Berenguer III en 1128.

Ese mismo año logra que su tía Teresa de León reconociera su soberanía, aunque dicho reconocimiento sería efímero porque el 24 de junio Teresa se ve obligada a huir a Galicia cuando su hijo, Alfonso Enríquez, la derrota en la batalla de San Mamede y que será el origen de la futura independencia del reino portugués.

En 1130 depone a los obispos de León, Salamanca y Oviedo que se habían mostrado opuestos a su matrimonio con Berenguela. Esto provoca el rechazo de parte de la nobleza encabezada por Pedro González de Lara, Bertrán de Risnel y Pedro Díaz de Aller que se rebelan contra el monarca y toman Palencia. Alfonso VII acude a la ciudad y restablece el orden apresando a los cabecillas.

Aspiraciones territoriales

Tras la muerte sin descendencia del rey navarro-aragonés Alfonso I el Batallador (1134), Alfonso VII reclamó el trono de su padrastro alegando para ello ser bisnieto de Sancho III el Mayor. La candidatura de Alfonso no fue aceptada, ni por los nobles aragoneses, que nombraron rey de Aragón al hermano de Alfonso I, Ramiro II el Monje, ni por los nobles navarros que eligieron como rey de Navarra a García Ramírez.

A pesar de ello Alfonso ocupa La Rioja y Zaragoza, ciudad que entregaría al recién nombrado rey navarro a cambio de su juramento de vasallaje.

Posteriormente, apoyado por nobles del norte de los Pirineos, controló amplios territorios del sur de Francia, llegando hasta el río Ródano, lo que le valió para retomar la vieja idea imperial de Alfonso III y, el 26 de mayo de 1135, se hace coronar, en la Catedral de León, Imperator totius Hispaniae (Emperador de toda España) por el obispo Arriano ante Guido de Vico, legado del papa Inocencio II. En dicha ceremonia recibirá el homenaje, entre otros, de su cuñado Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, de su primo el rey García Ramírez de Navarra, del conde Alfonso Jordán de Tolosa y otros señores y embajadores de Gascuña y del Mediodía de Francia, de Armengol de Urgel, y representantes de varios de los principales linajes musulmanes, como el caudillo ismaelita Sayf al-Dawla más conocido como Zafadola. No asisten su también primo Alfonso Enríquez ni el rey aragonés Ramiro II con el que se encuentra enemistado por la ocupación de Zaragoza.

La enemistad con el monarca aragonés se resuelve en 1136 cuando Alfonso VII desposee del señorío zaragozano al rey navarro y se lo ofrece a Ramiro II de Aragón en el pacto por el que llegan tras acordar la boda de sus hijos Petronila y Sancho, aunque finalmente el matrimonio no se celebrará ya que Petronila se casa con el conde barcelonés Ramón Berenguer IV, lo que va a suponer la unión entre el condado de Barcelona y el reino de Aragón.

Asegurado el flanco aragonés de su reino Alfonso centra su mirada en la reconquista de las tierras en manos de los musulmanes.

Reconquista

Desde 1139 Alfonso VII centra su atención en el sur peninsular ocupado por los almorávides y los almohades. Para ello intervino activamente en los enfrentamientos entre las dos dinastías bereberes y llevó a cabo expediciones y ataques de saqueo incitando a las poblaciones a sublevarse contra ellos, para lo cual contó con la ayuda de dos caudillos hispanomusulmanes: el ya citado Zafadola e Ibn Mardanish conocido como "el rey Lobo".

En 1139 tomó el castillo de Colmenar de Oreja desde el que se amenazaba Toledo, en 1142 se hace con Coria, en 1144 con Jaén y Córdoba, aunque esta última volverá a caer ese mismo año en manos musulmanas.

En 1146 se produce una invasión almohade que tras desembarcar en Algeciras se hace con importantes territorios, por lo que Alfonso VII se ve obligado a pactar con el caudillo almorávide Ibn Ganiya para organizar la resistencia. Se entrevista con Ramón Berenguer IV y con García Ramírez y acuerdan la conquista de Almería en poder de los almohades. Para ello cuentan además con el apoyo de la flota genovesa y con cruzados franceses que responden al llamamiento que ha realizado el papa Eugenio III. Almería es tomada en octubre de 1147.

En 1150 falleció el monarca navarro García Ramírez y Alfonso VII firma, el 27 de enero de 1151, con el rey de Aragón el Tratado de Tudilén, un acuerdo por el que ambos acuerdan repartirse el reino de Navarra y se reconoce a Ramón Berenguer IV el derecho de conquista sobre Valencia, Denia y Murcia.

En 1157, los almohades recuperaron el control de la ciudad de Almería y Alfonso VII parte para intentar reconquistarla. Fracasa en el intento y cuando regresaba a León, muere el 21 de agosto, en el paraje de Fresnedas, camino de Alarcos, al poco de franquear Sierra Morena por el puerto Muradal en las cercanías del pueblo de El Viso del Puerto (Ciudad Real). Su hijo Fernando le sucedió en el trono de León mientras que su otro hijo Sancho ocupó el trono de Castilla.

Matrimonios y descendencia

En 1128 contrajo matrimonio, en el Castillo de Saldaña, con Berenguela de Barcelona, hija del conde Ramón Berenguer III. Fruto del primer matrimonio del rey nacieron los siguientes hijos:

Volvió a casar en 1151[1]​ con Riquilda de Polonia, hija del duque Ladislao II el Desterrado. Tuvieron dos hijos:

Fruto de su relación extramatrimonial con Gontrodo Pérez nació:

De su relación extramatrimonial con Urraca Fernández de Castro[2][3]​, viuda del conde Rodrigo Martínez, fue padre de:

Sepultura de Alfonso VII el Emperador

Catedral de Toledo, donde fue sepultado Alfonso VII el Emperador.

Después de su defunción en agosto de 1157, el cadáver de Alfonso VII el Emperador fue conducido a la ciudad de Toledo, donde recibió sepultura en la Catedral de la ciudad, siendo el primer soberano leonés en ser inhumado allí.[5]

Los restos mortales del rey fueron depositados en un sepulcro, que probablemente sería colocado en el presbiterio de la primitiva catedral toledana. Décadas más tarde, el rey Sancho IV el Bravo ordenó edificar en el interior de la Catedral de Toledo la Capilla de la Santa Cruz, a la que el día 21 de noviembre de 1289 fueron trasladados los restos de los reyes Alfonso VII el Emperador, Sancho III el Deseado y Sancho II de Portugal, que se encontraban sepultados en la capilla del Espíritu Santo de la catedral.[6]​ Posteriormente, en 1295, Sancho IV el Bravo fue sepultado en la Catedral de Toledo, en un sepulcro colocado junto al que contenía los restos de Alfonso VII.

A finales del siglo XV, el cardenal Cisneros ordenó edificar la actual capilla mayor de la Catedral de Toledo, en el lugar que ocupaba la capilla de Santa Cruz. Una vez obtenido el consentimiento de los Reyes Católicos, la capilla de Santa Cruz fue demolida y, los restos de los reyes allí sepultados, fueron trasladados a los sepulcros que el Cardenal Cisneros ordenó labrar al escultor Diego Copín de Holanda, y que fueron colocados en el nuevo presbiterio de la catedral toledana. Debido a la nueva colocación de los mausoleos reales, Alfonso VII compartió mausoleo, en el lado del Evangelio del presbiterio, con el infante Pedro de Aguilar, hijo ilegítimo de Alfonso XI el Justiciero, cuya estatua yacente aparece colocada por encima de la que representa a Alfonso VII el Emperador.

La estatua yacente representa a Alfonso VII con barba, ceñida la frente con corona real y descansando la cabeza sobre dos almohadones recamados. El monarca aparece vestido con una túnica de amplios pliegues y cubierto por un manto real. Las manos aparecen cruzadas sobre el regazo y sus pies, que calzan chapines, se apoyan sobre una figura de león. La caja del sepulcro presenta dos escenas simétricas entre columnas, en las que se representan sendos ángeles afrontados sujetando entre sus manos el escudo de los dos reinos.[5]


Predecesor:
Urraca I
Rey de Galicia
1111 - 1126
Sucesor:
Se convierte en Rey de León
Predecesor:
Urraca I
Rey de León
1126 - 1157
Sucesor:
Fernando II de León
Predecesor:
Urraca I
Rey de Castilla
1126 - 1157
Sucesor:
Sancho III el Deseado

Notas

  1. En la documentación de ese año, se menciona anno quo imperator accepit uxorem suam Ricam
  2. Torres Sevilla-Quiñones de León (1999), p. 84
  3. Salazar y Acha (2006), p.42)
  4. El 3 de febrero de 1148, en Santa María la Mayor de Valladolid, Documento XXXV, el emperador otorga privilegio a favor de la condesa Urraca Fernández y una hija de ambos: Et eo modo dono uobis comitissae persnominatas uillas (...) et pos uos filia uestra et mea
  5. a b Elorza, Juan C.; Lourdes Vaquero, Belén Castillo, Marta Negro (1990). Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Bienestar Social, ed. El Panteón Real de las Huelgas de Burgos. Los enterramientos de los reyes de León y de Castilla (2ª edición). Editorial Evergráficas S.A. p. 56. ISBN 84-241-9999-5. 
  6. Rivera Recio, Juan Francisco (1985). Los restos de Sancho IV en la Catedral de Toledo (Crónica Retrospectiva) 16. Toledo: Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. p. 128. ISSN 0210-6310. 

Bibliografía

  • Del Arco y Garay, Ricardo (1954). Instituto Jerónimo Zurita. Consejo Superior de Investigaciones Científicas., ed. Sepulcros de la Casa Real de Castilla. Madrid. 
  • García Calles, Luisa (1972). Centro de Estudios e Investigación "San Isidoro", ed. Doña Sancha, hermana del Emperador. (Fuentes y Estudios de Historia Leonesa; 7. Anejos del Anuario de Estudios Medievales ; 2). León. 
  • Pérez González, Maurilio (1997). Universidad de León, Secretariado de Publicaciones, ed. Crónica del Emperador Alfonso VII. León. ISBN 84-7719-601-X. 
  • Torres Sevilla-Quiñones de León, Margarita (1999). Linajes Nobiliarios en León y Castilla (Siglos IX -XIII), pág. 187. Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura. ISBN 84-7846-781-5. 

Enlaces externos