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Caja negra (psicología)

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La Caja negra es una metáfora para designar aquél elemento estructural de un modelo abstracto sobre el funcionamiento de un sistema que se halla entre la entrada (input) y la salida (output). Se usa en psicología para señalar aquella componente que se encuentra entre el estímulo y la respuesta (conducta). El concepto fue adoptado en la psicología desde la biología del comportamiento y fue utilizado en sus inicios por la corriente conductista para señalar todos aquellos procesos cognitivos de procesamiento interno (incluyendo los afectos, sentimientos, pensamientos, deseos e ideas que intervengan internamente en estos procesos) definidos por el conductismo clásico como no observables, puesto que tenían lugar allí en la «caja negra» cuyo contenido no es susceptible definir de manera operacional, de ni medir directamente con instrumentos científicos. La base epistemológica que sustenta este modelo es el positivismo.

Por extensión, el término se aplica a cualquier sistema o mecanismo de contenido desconocido (incognoscible o sin interé) acerca del cual solo se considera lo que lo afecta y lo que produce. En este sentido lato, casi cualquier cosa puede ser descrita como una caja negra: un transistor, un algoritmo, un programa de computación etc.

Antecedentes históricos del concepto en psicología

El behaiviorismo temprano y las primeras teorías del aprendizaje ponían el acento en lo directamente observable: Lo que entraba a la caja negra (el estímulo) y lo que salía de ella (la respuesta). Debía desestimarse científicamente la atención a los procesos que ocurrían entre uno y otro evento, por ser meramente especulativo lo que allí ocurría. La psicología, si quería ser ciencia, debía atenerse a los hechos empíricos y no a teorizar sobre los procesos inobservables que ocurrían en una «caja negra» de la que sólo se tenía noticia cierta de que allí entraba el estímulo y desde allí se emitía una respuesta, en forma de conducta.

El concepto fue introducido por los autores de la corriente conocida como conductismo metodológico representada principalmente por autores como Tolman, Hull y Guthrie, entre otros.

Pero los antecedentes de este modelo remontan al conductismo inicial de principios del siglo XX. Watson publicó en 1913 su famoso manifiesto conductista, pero Watson, sin embargo, postuló un modelo básico de estímulo-respuesta, que luego tuvo diversas variantes. Watson pretendía seguir el ejemplo de las ciencias duras, de la física, por ejemplo. El desarrollo en los Estados Unidos se orientó a un fin muy práctico, consistente en la optimización de recursos para condicionar la respuesta de un individuo. La psicología experimental tomó los desarrollos hechos en Rusia por Pavlov destinados a dar una explicación biológica y una base material a la conducta humana. Watson se opuso no sólo al concepto de conducta como algo innato, sino también a su determinación social o histórica. Propuso en cambio el carácter plenamente controlable y predecible de la conducta, llegando a plantear la posibilidad teórica de moldear completamente a un ser humano de acuerdo a un plan preciso (hacer de un niño preciso un delincuente o un hombre sabio).

Implicaciones y presencia

El concepto de caja negra tiene implicaciones tanto al nivel filosófico como metodológicos. Esas implicaciones pueden, o no, ser aceptadas en conjunto. Se puede alegar que las escuelas psicológicas se pueden clasificar en su metodología y visión de los seres humanos dependiendo de como entienden y usan (aunque sea implícitamente) el concepto. En ese sentido se puede decir que la caja negra se ha transformado en uno de los centros de debate en la concepción moderna y postmoderna de lo humano.

Filosóficamente nos puede llevar a concebir que el contenido de la caja carece de interés, que todo lo que se consideraba tradicionalmente vida emotiva o psíquica de los individuos es solo un epifenómeno, resultado y no causa, de acciones. Filosóficamente esa visiona es llamada "materialista periférica" o "conductismo filosófico o radical", que se puede resumir en la proposición que "poseer una mente no significa otra cosa que desplegar un tipo especial y elaborado de conductas o tener una predisposición a tales conductas cuando las circunstancias son favorables" (D.M Amstrong) Tal vision es común entre algunos (pero no todos) los conductistas. Por ejemplo, B. F. Skinner para quien la conducta humana es una función de las historias ambientales de refuerzo y puede ser, por lo tanto, explicada sin recurrir a conceptos tales como ideas, intenciones, emociones, etc.

En relación a la metodología hay dos consideraciones importantes. Primero, sugiere que si psicología desea ser ciencia (o por lo menos, lograr los avances y firmeza de conocimiento que caracterizan a la ciencia) tiene que basar sus estudios en la observación de conductas y actos, que son observables y medibles con objetividad y replicabilidad. Desde este punto de vista no es tanto que los fenómenos internos carezcan de todo interés o poder causal o explicativo, es que es dudable si alguna ves se lograra establecer alguna metodología que permita analizarlos directamente con objetividad y certeza, de tal manera que otros investigadores estén en la posición de poder repetir las observaciones sin error y utilizar el conocimiento a fin de hacer predicciones.

Por ejemplo, podemos ya sea individualmente o en un grupo de observadores, medir cuanto tiempo un individuo baila en una fiesta. Podemos observar y repetir las medidas a través de varias o muchas fiestas, con ese u otros individuos. En principio, otro grupo de observadores pueden llevar a cabo los mismos procedimientos en otros lugares o momentos. Podemos observar como ese y otros bailarines reaccionan en relación a diferentes tipos de música, etc. Pero cuando tratamos de determinar lo que ese u otros bailarines puedan sentir internamente, que es un subjetivo "deseo de bailar", esos mismos observadores van a encontrar difícil llegar a un acuerdo y establecer una medida otra que la cantidad de tiempo bailando en tales o cuales circunstancias.

En las palabras de Donald Broadbent el conductismo "ofrece el mejor método para el progreso racional en psicología, permitiéndonos separar hechos de fantasía y reemplazar especulación indolente acerca la naturaleza del alma o los misterios de la consciencia por resultados replicables". (citado por D. Cohen). Incluso Anna Freud reconoció el valor de tales observaciones y baso sus teorías analíticas en la observación de conductas infantiles. Cohen agrega -parafraseando- "todos somos conductistas ahora".

El segundo aspecto metodológico de importancia es que el concepto nos libera de preconcepciones acerca del contenido (elementos y estructuras) mentales. Podemos, por ejemplo, en lugar de estudiarla globalmente, postular que está constituida de varias estructuras que se relacionan entre sí a uno o varios niveles produciendo los fenómenos que son generalmente observados, de la misma manera que las partes de un programa de un computador se relacionan entre sí para producir resultados. Esas partes o estructuras pueden ser analizadas individualmente (las partes o subrutinas de un programa complejo pueden ser analizadas individualmente) y funcionalmente, sin referencia a priori al sustrato biológico (como programas que funcionan en diferentes máquina).

Por ejemplo, se pueden postular estructuras relacionadas con memorias recientes, otras, con memorias de largo plazo. Algunas almacenarían memorias verbales, otras, memorias de acciones, etc. Adicionalmente, habría un mecanismo de recobrar memorias o quizás varios, uno para cada tipo de memoria. Se puede proceder a estudiar esas estructuras en relación a como funcionan. Por ejemplo, se postulan dos tipos diferentes de memorias -las recientes y las de largo plazo- porque encontramos que a veces individuos pierden unas pero no las otras. Igualmente se podría postular una falla en el mecanismo (o mecanismos) de recobrar las memorias. O, en el caso de las recientes, en el de guardarlas. Que circunstancias provocan tales fallas? cuales favorecen su buen funcionamiento? etc.

Esbozo de Critica

Rosemberg presenta un esbozo de crítica al conductismo radical notando que esa posición busca negar toda importancia tanto a intenciones como a las representaciones mentales del mundo externo en la conducta de los individuos. Para lograr eso, necesita demostrar que ni los estímulos que anteceden, ni las conductas operantes ni los reenforzadores envuelven "intencionalidad" o representaciones acerca del mundo externo y al mismo tiempo son independientes entre sí. De otra manera, las conductas serían en realidad ya sea conductas intencionales o reflejos. Pero, como se pueden controlar cuatro variables (considerando intencionalidad) que coexisten de tal manera como para demostrar que en una serie de casos particulares -experimentos- sólo tres de ellos están presentes y son independientes no sólo de la cuarta pero entre sí mismas?

Cuando contemplamos el problema nos damos cuenta que el mismo argumento que se usa para rechazar la relevancia de factores internos se aplica ahora para cuestionar ese rechazo. Si no podemos construir una situación tal que demuestre la extensión de la influencia de lo subjetivo en nuestras acciones, no podemos ni rechazar ni aceptar tal supuesta influencia. Siendo ese el caso la posición de rechazar la importancia de creencias no pasa de ser, irónicamente, una creencia.

Generalmente se considera que la obra de Chomsky es un problema serio para esta posición filosófica, El conductismo radical afirma que la adquisición del lenguaje, como cualquier otra destreza humana, se produce por medio del aprendizaje y de la asociación. Sin embargo, Chomsky mostró que los principios generales abstractos de la gramática son generales a través de diferentes culturas y postuló como consecuencia la existencia de una Gramática Universal. Esto sería explicable por la existencia de un dispositivo cerebral innato (el "órgano del lenguaje") en la especie humana, que permite aprender y utilizar el lenguaje de forma casi instintiva.

Sin embargo, hay que considerar que ese órgano del lenguaje es, o puede ser concebido, como parte del aparato neurológico. El conductismo nunca ha sugerido que las conductas no tengan relación alguna con el sustrato físico-biológico de los organismos. Aun cuando debilita la posición de que todo elemento interno tiene una relación causal a conductas operantes, solo lo limita, se puede argumentar, en el mismo sentido que las características de la laringe, etc, limitan los fonemas que se pueden emitir.

El golpe de gracia a la posición viene de una serie de experimentos, examinados, entre otros y por ejemplo, por Brewin, que se refieren a fenómenos tales como percepción subliminal; atención preferencial; feed-back, etc. En esos experimentos se demuestra:
A) que la percepción misma es influida por factores subjetivos o mentales.
B) que tales factores subjetivos influencian conductas.

A consecuencia de lo anterior, Mandler postula: "El hecho que la experiencia consciente puede afectar actos subsiguientes debería ocasionar serias consideraciones a los defensores de la posición epifenomenal, que sugiere un consciente inefectivo".

En relación con las implicaciones metodológicas la posición es diferente. Como notamos, el desideratum de realizar estudios replicables, basados en la observación de conductas explícitas, ha sido generalmente aceptado. En ese sentido, el paso del tiempo ha producido más que nada una refinación y extensión de los métodos y modalidades de estudio.

Central para el estudio de fenómenos subjetivos ha sido la introducción de operalización . Este procedimiento se puede entender como la definición de un fenómeno a través de operaciones o hechos/actos objetivos que permiten medirlo. Se emplea cuando no hay criterios definidos y generalmente aceptados para medir el fenómeno de interés y se puede o debe por lo tanto usar medidas indirectas. Permite el estudio de elementos o estructuras teoréticas de la caja negra, tales como ansiedad, atención, rabia. etc. (el concepto esta íntimamente relacionado con el de validez del constructo

A pesar de lo anterior es necesario apuntar que la psicología critica sugiere que la búsqueda por la supuesta objetividad científica obscurece un error fundamental. El contenido de la caja negra no es tanto elementos subjetivos como elementos sociales, de la misma manera que el id (el otro) freudiano es, se alega, el otro social. Obsérvese que las explicaciones psicológicas no son universalmente válidas sino "cultural e históricamente construidas" (Ian Parker)


Referencias

  • Amstrong. D.M.: Oxford Companion to the Mind. - Oxford, 1987. pp 491.
  • Brewin. C.R. Cognitive Foundations of Clinical Psychology. London, 1988.
  • Chomsky. N -Estructuras sintácticas. The Hague/Paris 1957
  • Cohen. D.: Oxford Companion to the Mind. - Oxford. 1987. pp 74.
  • Mandler. G.- The Consciousness continuun: from "qualia" to 'free will". U de California. 2005.
  • Neale J.M y Liebert. R.M.: Science and Behaviour. 1973- 86
  • Parker, I., Georgaca, E., Harper, D., McLaughlin, T. and Stowell Smith, M. Deconstructing Psychopathology, London 1995.
  • Rosemberg. A.- Philosophy of Social Sciences.- Oxford, 1988
  • Shallice. T.: From Neuropsychology to Mental Structure. Cambridge 1988