Lounge
Lounge | ||
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Orígenes musicales | Jazz, mambo. | |
Orígenes culturales | México en la década de 1950 | |
Instrumentos comunes | en los 50`s Saxofón Actualmente caja de ritmos. | |
Popularidad | Alta en Europa, baja en Estados Unidos y el resto de América | |
El lounge es un género de música, una variación, principalmente del jazz, que se conoce desde la década de 1950. Se caracterizaba por presentar ritmos sensuales y desprovistos de una instrumentación recargada. Está basada en los abundantes sonidos del Swing y el Big Band de la década de 1950, combinado con ideas del worldbeat, para convertirse en un híbrido sonoro muy placentero y de fácil escucha. El lounge es sobre todo un “modo de interpretación”, por el que pueden pasar géneros tan diversos como jazz, bossa nova, mambo, chachachá, música étnica o electrónica. Se debe considerar como padre de este género musical al mùsico mexicano Juan García Esquivel.
Era el hombre de los lentes negros. Unos enormes anteojos de pasta que se convirtieron en su sello. Al final ya no los usaba, una operación le corrigió la vista. Juan García Esquivel nació en Tampico en 1918. Murió el pasado jueves 3 de enero, en Cuernavaca, pero los medios de comunicación lo dieron a conocer hasta el miércoles 9. Visionario adelantado a su época, figura de culto en Estados Unidos y Europa, el músico es todavía un gran desconocido en México. Sin embargo, sus composiciones han estado en el inconsciente de varias generaciones, a través de sus trabajos para famosas series de televisión. De su autoría son los temas de El hombre nuclear, Kojak, Los Picapiedra, Columbo, Dinastía y La familia Monster, por mencionar algunos. Incluso hizo canciones para el popular programa infantil Odisea Burbujas. Durante la década de los sesenta fue uno de los protagonistas del llamado space age pop. Sus excéntricos arreglos (lo mismo incluía percusiones latinas que guitarras surf) para temas clásicos como "Malagueña", "El cable", "Night and day" y "Estrellita", aunados a sus propias y singulares composiciones, entre las que destacan "Mini skirt", "Mucha muchacha" y "Guanacoa" (aquella que dice: "A Guanacoa me voy, aunque no haya carretera") se escucharon durante la época de oro de las orquestas. Tras vivir en Las Vegas durante 14 años, donde presentaba su show en el Stardust, Esquivel regresó a México. Después de realizar los temas de la mencionada Burbujas, se autoexilió en Cuernavaca. No obstante, el genio de Esquivel resurgió junto con el revival que la música lounge experimentó en los noventa. Sus discos fueron editados en compacto (entre ellos, Cabaret mañana, Music from a sparkling planet y See it in sound), Rolling Stone lo entrevistó, Microsoft utilizó su música para el programa Windows 95 y personalidades que van de Matt Groening (creador de Los Simpson) a Bono de U2 y Tarantino se vieron influidas por su trabajo. En una entrevista le preguntaron qué pensaba sobre la revalorización de su música, y contestó: "Esto prueba que no estaba equivocado, aunque tuve que esperar 35 años para ser descubierto." Curioso: el segundo aire de Esquivel coincidió con su operación de los ojos. La miopía se la habían curado a más de uno. 2 La música lounge nació en Las Vegas a mediados de los años cincuenta. Louis Prima, Martin Denny, Lex Baxter y, por supuesto, Esquivel, entre otros, mezclaron géneros como el swing, el jazz, la música de orquesta, el bossa nova y el mambo, y le dieron banda sonora a un estilo de vida que marcó toda una época: la de los clubes nocturnos donde galanes con pinta de 007 seducían a chicas con pinta de Ava Gardner, mientras sostenían en sus manos helados y transparentes martinis. Un tiempo de hedonismo sofisticado, que figuras de la talla de Frank Sinatra y Marlene Dietrich aderezaron con sus juergas y chismes sexuales —el Hollywood actual todavía añora aquellos escándalos. Una de las corrientes de la cultura lounge ("fiestera", "comodina", "vagabunda") que más prosperó fue la exótica: muebles que imitaban la piel de las cebras, zapatos con las motas encendidas del leopardo, máscaras africanas que colgaban de las paredes y misteriosos sonidos que parecían provenir de islas remotas. Yma Sumac fue la suma sacerdotisa. Su poderosa voz de soprano se elevaba sobre candentes mambos logrando un inquietante y genuino contraste. En México, el gran representante del estilo de vida lounge fue Mauricio Garcés. Su afán de conquistar mujeres en las playas de Acapulco —acompañado de su infalible escudero Pelayo—, las casas art déco y la música de sus películas llegan a causar sensación en las nuevas generaciones. Toda esta cultura sucumbió a principios de los setenta, con la aparición de la música disco, y posteriormente quedó sepultada en los ochenta, "la década en la que se perdió el buen gusto". Pero, como decíamos, los noventa fue el tiempo del regreso. Antes de morir, el siglo XX le dio una segunda oportunidad al lounge e insólitamente volvió a ponerse de moda: las cocteleras se desempolvaron en los bares, Capitol lanzó la serie de recopilaciones históricas bautizadas como Ultra-lounge, aparecieron grupos como Combustible Edison y Frenchy, y dj's como Dimitri from Paris, que le dieron al lounge su tono finisecular. Hasta Hugh Hefner revivió de sus cenizas, y con él las míticas bacanales en la Mansión Playboy... Y la fiesta, sin duda, seguirá, siempre y cuando haya gente dispuesta a pasar las noches bebiendo martinis a ritmo de Esquivel. -
El término lounge podría traducirse al castellano como vestíbulo o salón de descanso; el lugar de un hotel donde uno puede sentarse a beber algo, conversar y escuchar música suave. Por extensión, la palabra pasó a designar a toda una cultura dedicada al placer, la comodidad y la elegancia. Si hoy la estética lounge es una opción de moda, se lo debe a la industria discográfica de fines de la década del 90'.
En la actualidad, el lounge es una variación del house que se diferencia del chillout principalmente porque que el lounge es sobre todo bailable y está compuesto con sucesiones armónicas de jazz. Lounge es un concepto que puede sonar algo forzado, pero que evidencia de manera perfecta un sonido, y una intención en la manera de hacer música. Durante años la música lounge marcó varias épocas del siglo XX, bajo distintos esquemas: solistas, orquestas, instrumentales, siempre bajo el mismo tenor: servir de acompañamiento para reuniones sociales de cierto “nivel”, con música de calidad, interpretada por músicos a la altura.
Desde el inicio de la década de 1990 se tiene a esta corriente musical como una alternativa para poder tener una conversación sin estridencias y estímulos sensoriales, que inviten al público a calmarse, poner suavemente los pies sobre la tierra y entrar en relación con otras expresiones artísticas actuales y muy sofisticadas.
En la década de 1990 el lounge volvió por sus fueros debido al agotamiento de géneros como el trance o el tecno. La gente buscó refinar su oído con melodías de buen gusto, de sonidos agradables y atmosféricos. Ahora la tendencia esta revestida de sonidos electrónicos con sabor étnico provenientes del mundo árabe, de Brasil o de África. Las más famosas recopilaciones de Buddha Bar, Thievery Corporation, Henry Mancini, Nacho Sotomayor el Café del Mar o el Hotel Costes de París.
Desde inicios de 2000 es sinónimo de easy listening (música de fácil escucha para un relax rutinario), aunque se equilibra con una corriente de música ambiental y downtempo en extremo complaciente. El lounge es un término amplio que desborda la música y que refleja un modo de vida propio que se refleja en la decoración, en las bebidas, la moda y el cine