Historia de Curazao
La isla de Curazao primero fue habitada por los arahuacos, un pueblo amerindio nativo de la zona. Se cree que ellos habitaron la isla por muchos cientos de años antes de la llegada de los europeos.
La presencia europea comenzó alrededor del año 1500, cuando grupos fueron enviados a realizar mapas de las fronteras de América del Sur y las islas caribeñas circundantes. Existen evidencias de que los vikingos exploraron el área desde el siglo nueve. Siglos después el interés de los colonizadores españoles disminuyó rápidamente, cuando descubrieron que no había oro en la isla y que la agricultura era difícil debido a la falta de agua dulce.
El dominio de España sobre la isla se mantuvo durante todo el siglo XVI, período durante el cual sus habitantes originales fueron trasladados hacia la colonia de la isla la Española (Hispaniola). Sirvió de puente para la exploración y conquista española de territorios en el norte de Suramérica. La isla fue abandonada paulatinamente, a medida que avanzaba la colonización del continente. España colonizó Curazao desde 1499 por un período aproximado de un siglo.
En 1634, el gobierno holandés respaldó Compañia Holandesa de las Indias occidentales quien reclamado como propia a Curazao y había comenzado a establecerse en la isla en serio. Fueron establecidas plantaciones, y los agricultores comenzaron a cultivar maíz y maní, además de frutas nativas. The saltwater ponds that prevented irrigation would soon prove themselves invaluable, as the economy of the island shifted to salt mining and international export. Los estanques de agua salada que impidian la irrigación pronto probaron ser invaluables, y la economía de la isla pasó a depender la exportación internacional de Sal. Pero los estanques salinos no fueron los únicos rasgos geográficos ventajosos que se encuentraron aquí. El agua profunda y las barreras naturales que rodean los puertos de la isla la hicieron popular entre los comerciantes del Caribe. La ciudad capital de Willemstad se hizo especialmente conocida, ya que empezo a recibir buques mercantes de muchas naciones diferentes Los judíos sefarditas que llegaron de los Países Bajos y de la entonces parte neerlandesa del Brasil desde el siglo 17 han tenido una influencia significativa en la cultura y la economía de la isla. Curaçao es el hogar de la más antigua congregación judía activa en el continente americano, que data de 1651. La Comunidad Judía de Curazao también jugó un papel clave en el apoyo al inicio de congregaciones judías en los Estados Unidos en los siglos 18 y 19. En los años antes y después de la Segunda Guerra Mundial también se vio una afluencia de judíos ashkenazis de Europa del Este, muchos de los cuales eran rumanos.
Durante gran parte de los siglos 17 y 18, la actividad principal de la isla fue el comercio de esclavos. Los esclavos llegaron de África y con frecuencia se compraban y vendían en el puerto de Willemstad antes de continuar hacia su destino final. Los esclavos que permanecían en la isla fueron los responsables de trabajar en las plantaciones establecidas con anterioridad. Esta afluencia de mano de obra barata hizo el sector agrícola de mano de obra mucho más rentable entre los Países Bajos y China, con el comercio realizado en los muelles y el trabajo que se realiza en los campos, el perfil económico de Curazao comenzó a subir, esta vez construido sobre la espaldas de los esclavos. Cuando la institución fue abolida en 1863, la economía de la isla fue severamente afectada.
La desestabilización de la región y los avances ambiciosos por parte de los británicos causaron que Curazao cambiara de manos varias veces al comienzo del siglo 19. En 1815, sin embargo, el Tratado de París, otorga legalmente la isla a los neerlandeses.
Cuando el petróleo fue descubierto en 1920, comenzó un nuevo capítulo en la historia de Curazao. De pronto por su riqueza, el país experimentó la llegada de un gran número de personas que emigran desde América del Sur y otros países en el Caribe. Esto ayudo a la diversificación cultural de la isla, aspecto que también ha mejorado el el turismo e industria locales.
En los albores del siglo 21, las perspectivas de Curazao se ven más brillantes que nunca. La isla sigue siendo un jugador importante en el escenario regional, al haber alcanzado la estabilidad económica, la variedad cultural y la atención internacional.
El 30 de mayo de 1963 se producen levantamientos populares en la isla, motivados por contracción mundial de la industria petrolera y el descontento producto de la exclusión dentro de su principal industria. Estos levantamientos tuvieron su clímax en 1969, cuando turbas violentas quemaron una gran cantidad de comercios en la zona urbana más importante de Willemstadt, por lo que las pérdidas económicas fueron enormes.
Curazao se separará de las Antillas Neerlandesas, haciéndolas desaparecer, ya que Saba, San Eustaquio y Bonaire serán Islas del Reino de los Países Bajos y Sint Maarten tendrá el mismo estatus de Curaçao y Aruba. Aunque estaba prevista la separación para el 15 de diciembre de 2008, ésta ha sido pospuesta sin fecha.[1]
El 15 de mayo de 2009[2] se celebró un Referendum en la isla para decidir su estatus con respecto al Reino de los Países bajos, los votantes tuvieron que decidir entre aprobar o no el acuerdo negociado en los primeros meses de 2009 con Holanda para que esta isla se convierta en un país autónomo dentro del Reino reduciendo su deuda, o si por el contrario rechazaba este acuerdo, finalmente fue aprobado por la mayoría del electorado, se espera que la antillas holandesas se disuelvan formalmente el 10 de octubre de 2010,[3] Curazao tendra su propia Constitución, Gobierno, y Parlamento y compartira una Banco Central con la parte neerlandesa de la isla de San Martín.