Juan de Molina y Entrena
Juan de Molina y Entrena (1576 - 1652) fue un fraile español.
Fray Juan de Molina y Entrena fue un fraile de la Orden de Nuestra Señora de la Merced que lucho por la libertad de cautivos. Alcanzó fama por las curaciones milagrosas y los exorcismos que realizaba. Llegó a predecir la muerte de algunas personas y su propia muerte.
Biografía
Fray Juan de Molina y Entrena nació en Carenas, comarca de Calatayud en la provincia de Zaragoza, el 28 de octubre del año 1579, hijo de Juan de Molina y de Isabel Entrena, según confirma el libro de la Cofradía de San Pedro Mártir, de Zaragoza, donde entre los familiares del Santo Oficio de la Inquisición de Aragón, se encuentran los Molinas de Carenas.
Sus primeros estudios de gramática y lengua latina, los realizó en la ciudad de Calatayud, con notable puntuación.
En octubre de 1596, con 17 años de edad, ingresó en la Orden de Nuestra Señora de la Merced (Orden de la Merced) de esa misma ciudad; hizo los votos de la Orden en octubre del siguiente año. Comenzó los estudios de Artes y Teología, con un aprovechamiento tal que después fue maestro en ambas facultades, con el grado de Justicia. En 1619 fue nombrado Comendador del convento de Calatayud. En 1622 se le concedió la Encomienda de Zaragoza. En 1625 fue reelegido Comendador del Real Convento de San Lázaro de Zaragoza. En 1628 fue nombrado Definidor provincial y Redentor de Aragón y Navarra.
En 1633 embarcó rumbo a Túnez para comprar la liberación de cautivos, representando al Reino de Aragón, junto con Fray Gaspar Castellón, representando al Reino de Cataluña, consiguiendo la libertad de 113 prisioneros. De vuelta de esta expedición, fue nombrado Comendador de Pamplona y al siguiente año (1637) fue nombrado Provincial. En 1639 realizó otra expedición, esta vez a Argel, acompañado en esta ocasión, por Fray Miguel Miralles, del Reino de Valencia, regresando con la libertad de 114 esclavos. Conociendo las grandes virtudes de Fray Molina, en 1644 el rey Felipe IV,junto con su confesor Fray Juan de Santo Tomás, en su visita a Zaragoza, le propone la Mitra de Toledo, en aquellos tiempos la más importante de España, pero Fray Juan de Molina la rechazó por graves problemas auditivos. (Mitra (indumentaria))
Adquirió fama de santidad y su popularidad fue creciendo por sus curaciones milagrosas y por los exorcismos que realizaba a los endemoniados; predijo al gobernador de Aragón y conde de Aranda, Pedro Pablo Fernández de Heredia Ximénez, su próxima descendencia, que sin posibilidad de tener sucesión, de ninguna de sus dos nupcias, fue bendecida con un hijo (Dionisio); vaticinó el momento de la muerte de la condesa de Aranda, doña Luisa de Padilla, que en aquel momento se encontraba en la cercana población de Épila. En el convento de San Lázaro, donde residía, construyó con limosnas la capilla del Cristo Ecce Homo, según carta manuscrita, pidiendo ayudas, entregada a Fray Agustín Genzor, natural también, de la Villa de Carenas, como igualmente era de esta población, otro compañero del Real Monasterio, Fray Francisco Higueras, que tomó el hábito en junio del 1642. Fray Juan de Molina predijo la hora exacta de su propia muerte, tal como se lo dijo a su compañero Fray Pedro Prieto, acaecida en diciembre del año 1652, a la una de la noche, con 73 años de edad.
Una leyenda dice que dejó en su testamento un Santo Crucifijo a la ermita de Santa Ana de Carenas, que la veneración popular le llama "el Cristo de la Langosta".
Bibliografía
- Melendo Pomareta, Joaquín (2005). Carenas, una historia a la sombra del Cister. Instituto Fernando el Católico. p. 392. ISBN 84-7820-817-8.
- Melendo Pomareta, Joaquín (2009). El mercedario fray Juan de Molina y Entrena. Encuentro de Estudios Bilbilitanos. p. 283. ISBN 978-84-9911-012-7.
- Neyla, Francisco (1698). Gloriosa fecundidad de María , historia del convento de San Lázaro, por Rafeal Figueró. p. 484.