Arse
Arse fue el primigenio núcleo de población de la etnia ibera edetana del que surgiría la ciudad romana de Saguntum. Su ciudadela fue inexpugnable para las tropas cartaginesas comandadas por Aníbal durante el Sitio de Sagunto. Llegó a ser primero un oppidum y luego una municipium romano, cuyos habitantes eran hispanorromanos, con el nombre de Saguntum.
Esta ciudad íbero-edetana conocida como Arse, con el tiempo daría lugar a la ciudad hispano-romana de Saguntum. Se habla de la ciudad de Sagunto en algunos textos de la literatura clásica, relacionados con los acontecimientos sucedidos en la Segunda Guerra Púnica.
La historia de Sagunto como ciudad portuaria es muy extensa. Ya en el siglo III a. C., Sagunto (en aquella época, ciudad de origen griego (emporio) y aliada de Roma) constituía un punto estratégico en el comercio por el mar Mediterráneo con la ceca más importante de Edetania.[1] En dicha época, comerciantes de Sagunto vivían instalados en las proximidades del puerto (fuera de la ciudad amurallada) con la finalidad de hacer prósperos sus comercios a costa de los marineros que arribaban a Sagunto. Este puerto antiguo es el barrio conocido como el "Grau Vell" (Puerto Viejo).
La ciudad edetana, fue asediada por el general cartaginés Aníbal en el año 219 a. C. al ser su emplazamiento estratégico. El sitio duró meses, y los habitantes de Arse basaron su estrategia en impedir a Aníbal superar las murallas que rodeaban la ciudad. No obstante, la negativa de ayuda de las comarcas adyacentes, que veían con temor el creciente poder de Arse sobre los pueblos de la región, pudieron resistir los envites del ejército cartaginés para tomar la ciudad. La situación se hizo insostenible después de la negativa de la República romana a enviar ayuda a los saguntinos. La ciudad, desmoralizada, pudor resistir unos meses más, ante un ejército mayor en número y en recursos; hay que tener en cuenta que el ejército que la asediaba se había formado con el objetivo final de derrotar a Roma. Además de estar comandada por uno de los grandes caudillos de la antigüedad. Después del asedio, Aníbal se encontró con una ciudad desolada, parcialmente destruida y quemada. Aquello hizo enfurecer al cartaginés que había sacrificado tiempo, soldados y recursos en su conquista. Cuenta la leyenda, que los ciudadanos de Sagunto al no recibir ayuda de los romanos, y negándose a rendirse, decidieron encender una gran hoguera y lanzarse todos a ella. Así se inició la Segunda Guerra Púnica entre Cartago y la república de Roma. El papel decisivo de Arse en el desarrollo de esta guerra ha sido tratado tanto por la historiografía antigua como la moderna[2] A menudo también se recurrido sobre este aspecto a sus acuñaciones monetales y a su epigrafía ibérica.[2]
Siete años después, la ciudad fue recuperada por los romanos, y renombrada Saguntum. En 214 a. C. pasó de ser administrada como municipium (municipio romano). Los romanos construyeron un gran circo en la parte baja de la ciudad y un teatro con un aforo para ocho mil espectadores.
Siglos VII-II a. C.
En aras de una visión global, los iberistas han ampliado el marco cronológico y físico al área del Baix Palancia (Bajo Palancia), concretamente al estudio de su poblamiento ibérico. Ahora bien, en palabras de María Ángeles Martí Bonafé «la envergadura e importancia de los restos arqueológicos de cronología romana ha condicionado las actuaciones llevadas a cabo en el yacimiento, así como en el enclave portuario del Grau Vell».[2]
Rererencias
Bibliografía
Martí Bonafé, María Ángeles (1998). Diputación de Valencia, ed. El área territorial de Arse-Saguntum en época ibérica (1ª edición). Institució Alfons el Magnánim. ISBN 84-7822-234-0.