Ir al contenido

Yápige

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 15:37 20 may 2012 por Ramses.Rodriguez.Martinez (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Iapyx extrayendo una punta de flecha de la pierna de Eneas, con el hijo del héroe, Ascanio llorando detrás de él.

Yápige o Yápix (en griego Ἰάπυξ, transliterado también como Iápige o Iápix) es el nombre de varios personajes de la mitología griega:

  1. Yápige, un príncipe arcadio, hijo de Licaón, el rey que fue convertido en lobo por hacer sacrificios humanos a Zeus. Como el resto de los licaónidas destacaba por su impiedad, hasta tal punto que el mismo Zeus se dirigió a su palacio, disfrazado de mendigo o de agricultor, para comprobar si eran ciertos los rumores sobre sus atrocidades. Habiendo presenciado signos sobre la divinidad de su huésped, los hijos de Licaón decidieron asesinar a uno de sus hermanos (Níctimo) para así comprobar si era o no un dios. y servírselo de cena, mezclado con entrañas de animales, Pero Zeus, dándose enseguida cuenta de lo abominable del manjar, devolvió a la vida a Níctimo y fulminó con sus rayos a sus asesinos, o bien los convirtió en lobos. Junto con sus hermanos Daunio y Peucetio, logró huir al sur de Italia, acompañado de un ejército de ilirios al mando del general Mesapio. Allí vencieron al pueblo autóctono (los ausonianos), y se dividieron el país entre los tres hermanos. Iápix fundó entonces la colonia de Iapigia, a la que dio su nombre.
  2. Yápige, un hermano del cretense Icadio al que también se le atribuye haber fundado la colonia de Iapigia.
  3. Yápige, un hijo de Dédalo y de una mujer cretense. Los cretenses que emigraron al sur de Italia recibieron por él el nombre de iapigios, confundiéndose por tanto con los dos personajes anteriores.
  4. Yápige, Iápix o Iapis era un hijo de Iaso muy querido por el dios Apolo, que le otorgó el don de la profecía, el arte de saber tocar la lira y de la medicina. Esta última enseñanza fue la que más agradeció Iápix, obsesionado como estaba con prolongar la vida de su padre. También usó sus cualidades como médico para sanar a Eneas cuando éste fue herido en la guerra contra Latino.[1]

Véase también

Referencias

  1. Virgilio, Eneida, Libro XX, líneas 391 y 402