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Discusión:La Vanguardia

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Hola, Alvarittox. Te agradeceré que no edites arbitrariamente los artículos; otros editores deben perder tiempo valioso en revertir tus acciones y empañas la imagen de Wikipedia que puede hacerse un visitante ocasional. Recuerda además que las ediciones arbitrarias pueden ser consideradas un acto de vandalismo (lo que nos obligaría a bloquearte). Puedes visitar la página de ayuda para informarte y tienes la zona de pruebas para hacer ensayos de edición. Gracias.--Mariano69 (discusión) 11:22 30 oct 2008 (UTC)[responder]

Soy un usuario anónimo, pero de todas formas quería participar. Considero que es 'La Vanguardia' tiene una tendencia ideológica de izquierdas, si bien lo podríamos calificar "mayoritariamente de izquierdas": es un periódico riguroso, que da cabida a todos los partidos por igual, y que no le importa criticar a la izquierda en el poder. Es de izquierdas empresarialmente, porque el Grupo Godó se ha aliado en numerosas iniciativas empresariales con el Grupo Prisa y ha encabezado frentes de contestación con Prisa en conflictos mediáticos. Se reconoce a 'La Vanguardia' como aliado periodísticamente del Gobierno de Rodríguez Zapatero, si bien como ya he dicho, es un diario riguroso, que no duda en mostrar sus defectos, debilidades y debacles demoscópicas. Por último, ¿monárquico, no lo sé? (Republicano quizá tampoco) Monárquicos tal vez lo sean más bien Ansón o Luca de Tena, o Jaime Peñafiel. Desde luego, este diario no entra en juegos maniqueos, eso sí, como hacen otros diarios.

Esta ideología progresista es clara cuando La Vanguardia se adhiere al editorial conjunto de la prensa catalana reivindicando el Nuevo Estatuto de Cataluña, promovido a instancias de un Gobierno tripartito catalanista y de izquierdas -incluyendo a los ecosocialistas de IU e ICV-.

Rigor y distanciamiento frente a los poderes no significa centrismo puro ideológico ni "monarquismo". Yo pienso que La Vanguardia se caracteriza por su respeto y pluralismo ideológico incluso en las "plumas", además de por supuesto la defensa de la democracia liberal-ilustrada, lo que en el terreno económico significa estar más próximo a la libertad de Mercado. Y para terminar, se implican de lleno en los aspectos sociales de calado y lo que preocupa microscópicamente a la ciudadanía, especialmente en el entorno barcelonés.

Gracias y un saludo. Me gusta contribuir altruistamente a este proyecto enciclopédico. jlrn --163.117.65.248 (discusión) 00:01 6 dic 2010 (UTC)[responder]

Para continuar apoyando mis tesis apunto este artículo web de un blog libre dentro de Periodista Digital y de fecha reciente: http://blogs.periodistadigital.com/puntodevista.php/2010/06/07/la-vanguardia-y-zapatero-?blog=42&c=1&page=1&more=1&title=la-vanguardia-y-zapatero-&tb=1&pb=1&disp=single. El autor, Vicente Torres -(socio de The International Society for Philosophical Enquiry)-, comenta este titular de La Vanguardia: “Zapatero se prepara para hacer frente a la campaña de acoso del PP”. Esta es mi aportación. jplrn 163.117.65.248 (discusión) 10:29 8 dic 2010 (UTC)[responder]

Veo en el historial que se ha eliminado una fotografía de la maqueta de la antigua fachada de la vanguardia, la que yo buscaba en mi recuerdo, puesto que la fotografía actual de la antigua fachada no correspondía con mi memoria, que ha revivido con esa edición eliminada. Agradecería una pequeña aclaración de qué se ha hecho en el edificio original, y una pequeña aclaración de la reforma de la fachada que ahora veo es un edificio residencial.

Si te refieres a la maqueta en Catalunya en Miniatura, está en el artículo.--Jordiferrer (discusión) 19:21 17 ago 2011 (UTC)[responder]

Historia

En la sección de historia el texto esta basado ciertamente en una única fuente, pero ha sido modificado y reducido, por lo que no puede ser considerado copy paste. Si hay alguna frase 100% idéntica al texto original, podemos marcarla y lo arreglamos. Además seria bueno añadir frases de otras fuentes, para que no todo sea la visión del propio grupo, por mucho que sea una fuente acreditada.--Jordiferrer (discusión) 05:55 30 oct 2011 (UTC)[responder]

Ahora que lo he revisado, teníais razón en lo del copy paste. He modificado y reducido el texto y quitado muchos adjetivos innecesarios, para mantener los datos más relevantes.--Jordiferrer (discusión) 06:44 30 oct 2011 (UTC)[responder]

¿Basta parafrasear?

Este es un caso, para mí, paradigmático. ¿Basta parafrasear para evitar un plagio?

Atendiendo a mi consulta, el usuario Antur consideró plagio el apartado «Historia» de La Vanguardia e informó de una redacción no neutral.

Posteriormente, Jordiferrer afirma que parafraseando el artículo, aunque no busque ni una sola fuente nueva, puede evitar el plagio.

Esta forma de proceder ¿es correcta? ¿basta cambiar el orden de las palabras para que un artículo copiado literalmente pase el filtro wikipédico y adquiera «respetabilidad enciclopédica»?

Gracias por adelantado. Salud. --Novellón (discusión) 16:30 30 oct 2011 (UTC)[responder]

No solo se ha cambiado el orden. Se han suprimido fragmentos y neutralizado adjetivos. Ademas, hay un par de referencias nuevas y seguro que en el futuro se añadiran mas referencias, que es de lo que se trata. --Jordiferrer (discusión) 21:55 30 oct 2011 (UTC)[responder]

Yo creo que utilizar como referencia principal lo que se dice en esa página de internet de la empresa propietaria del periódico no está muy lejos de la autopromoción. --Novellón (discusión) 15:57 31 oct 2011 (UTC)[responder]

Eso es cierto, pero al tratarse de un medio de comunicación acreditado, no deja de ser una fuente fiable. En todo caso, nuestro trabajo ha de ser quitar las partes promocionales no enciclopedicas, y añadir otras referencias que lo complementen y confirmen.--Jordiferrer (discusión) 12:04 2 nov 2011 (UTC)[responder]

Incluso las que no confirmen la «historia promocional», Jordiferrer :-) En serio, pienso que la fiabilidad la merecerá o no el medio de comunicación por una serie de factores que pueden analizarse científicamente, pero no puede extenderse automáticamente al propietario del medio de comunicación. De todas formas, ya habrás visto que he empezado a aportar alguna referencia nueva citando en algún caso, precisamente, las propias páginas de La Vanguardia. Así que, aunque sigo teniendo mis dudas, verás que he optado yo también por ir mejorando el artículo en lugar de empezar de cero.--Novellón (discusión) 13:28 2 nov 2011 (UTC)[responder]

Fundadores

En este articulo de la enciclopedia catalana podemos leer "Fou fundat pels germans Carles i Bartomeu Godó i Pié per sostenir a Barcelona el partit liberal de Sagasta. Nomenaren director Jaume Andreu.". Aqui añado una referencia que reitera que los hermanos Godo fueron fundadores ya en el inicio, a pesar de que exista otra tesis.

Respecto a la fuente "Desvois, Jean Michel (1977). La prensa en España (1900-1931)" podeis copiar aquí los textos de ese libro relativos a los fundadores?--Jordiferrer (discusión) 19:45 25 nov 2011 (UTC)[responder]

Dice Desvois en la página 16 que «La Vanguardia nació en 1881 como órgano del partido liberal para la provincia de Barcelona. Fue fundada por el periodista catalán Jaume Andreu. En 1887 la compró Carles Godó Pie, industrial que tenía negocios textiles, y en 1888 empezó a salir como diario de información, independiente pero siempre próximo al partido liberal.» Es decir, coincide con la tesis de Torrent y Tassis. --Novellón (discusión) 10:37 26 nov 2011 (UTC)[responder]

Lo mejor serà reflejar ambas tesis en el artículo.--Jordiferrer (discusión) 07:56 27 nov 2011 (UTC)[responder]

Eso no es catalanismo De un tiempo a esta parte, proliferan las manifestaciones de un soberanismo de corte maniqueo, con frecuencia maleducado e hiriente, que envenena las relaciones de Catalunya con el resto de España estableciendo una relación de vasos comunicantes con el españolismo catalanofóbico, su gran beneficiado. La comprensión o el silencio que han rodeado la quema de fotos del Rey en Girona y la conversión del engreído treintañero incendiario en mártir de una supuesta España represora son el último capítulo de un bochornoso serial ideológico. Protagonistas de tal serial son las plataformas independentistas - que obtienen un tratamiento periodístico muy por encima de su representatividad- y algunos personajes pintorescos: aquel celebrado actor que no consigue diferenciar los ingeniosos balbuceos de su personaje televisivo de la lamentable charlatanería de sus mítines; o aquel destemplado jurista que ha conseguido notoriedad denunciando a un Estado de cuyo aparato participa. Se trata de un soberanismo de vuelo gallináceo, tan estridente como irreflexivo, fundado en los tópicos de la visión romántica de la historia. Su relato es sentimental y sus acusaciones no alcanzan sólo al Estado, a los políticos españoles o a España en general, sino también a políticos y miembros relevantes de la sociedad civil catalana, acusados de connivencia culpable y de cobardía, cuando no de traición. Esta visión de las cosas se divulga con sospechosa redundancia, a veces en tono sarcástico e insidioso, a través de unos medios públicos que deberían respetar escrupulosamente todas las sensibilidades ciudadanas. Este soberanismo visceral acostumbra a reclamar del Estado español, con grandes aspavientos, el pleno reconocimiento de la pluralidad interna, pero es incapaz de reconocer, siquiera de respetar, la enorme pluralidad que anida en la compleja y cambiante sociedad catalana. La desacomplejada parcialidad con que desde los medios públicos se comentan los acontecimientos deportivos es el ejemplo más popular de la falta de respeto a la pluralidad catalana. La visión despectiva de las selecciones españolas o el tradicional barcelonismo de estos medios, ya de entrada discutible (según las estadísticas, un 40% de los catalanes son forofos de otros equipos), ha derivado en los últimos años en inaceptables formas de antimadridismo. No vale la excusa de que en algunos medios públicos de Madrid se cometen los mismos errores. Los extremismos extremismos se necesitan y alimentan mutuamente, pero Catalunya -que ha salido muy fatigada del reciente cambio estatutario- necesita cordura, seriedad e inteligencia para poder plantear sus justas reivindicaciones y debe exponer sus necesidades armándose de razón, no de excesos. Nada puede perjudicarla más que aparecer identificada con posiciones infantiles, extremistas. Es evidente que este soberanismo ruidoso y ensimismado perjudica a la causa de Catalunya, pues provoca más recelo entre los propios catalanes que seducción. ¡Flaco favor se hace a la expansión de la lengua catalana si los medios que hacen bandera de ella desprecian a tantos catalanes que sienten o piensan de otro modo! Alegrarse de la derrota de la selección de Gasol, comprender o relativizar la quema de fotografías de los Reyes, insistir desde los medios públicos en el mapa pancatalanista olvidando el masivo sentir de los valencianos o aprovechar los graves problemas infraestructurales para promocionar la enésima plataforma soberanista no resuelve nada: complica más las cosas de lo que ya están. Si el independentismo en el Govern y el nacionalismo moderado en la oposición siguen manteniendo una relación ambigua, amable o acomplejada frente a estas minorías, lo pagarán caro. En este momento grave, la sociedad catalana exige seriedad, pragmatismo y moderación. También el socialismo que lidera las principales instituciones catalanas puede pagar caro su silencio concesivo y pragmático. A Catalunya le sobra hervor, pero le faltan palabras sensatas. Falta valentía para defender el principal legado del catalanismo: la defensa de los intereses materiales y culturales de Catalunya y la voluntad de hacerlos compatibles con el progreso de España.

¿Independentista?

La Vanguardia no es independentista. En ella escriben algunos articulistas de dicha ideología pero su línea editorial no es propiamente independentista, adscribiéndose a un catalanismo amplio. Muchos independentistas, de hecho, critican al grupo Godó alegando que es "colaboracionista" y "unionista" y que busca quedar bien con Madrid por intereses económicos (según ellos). Diarios con una línea decididamente soberanista e independentista son el Avui y quizá el Ara.