Lucilio Vanini
Lucilio Vanini fue un intelectual librepensador italiano, que en sus trabajos firmaba como Giulio Cesare Vanini.
Nació en Taurisano, cerca de Lecce, y estudió filosofía y teología en Roma. Tras volver a Lecce se centró en estudiar física -principalmente medicina y astronomía-, materia que se puso de moda con el Renacimiento. Al igual que Giordano Bruno, dirigió sus ataques hacia la Escolástica. Vanini se asemejaba a Bruno no solamente en su vida errante, sino también en sus ideas anticristianas.
De Nápoles fue a Padua, donde entró bajo la influencia del alejandrista Pomponazzi. En Padua estudió derecho, y fue ordenado sacerdote. Posteriormente se movió por Francia, Suiza y los Países Bajos, viviendo de impartir clases y difundiendo puntos de vista anticristianos. En 1614 se vio obligado a huir de Lyon a Inglaterra, pero en Londres fue arrestado durante 49 días por motivos desconocidos.
De vuelta en Italia, hizo un intento de impartir sus lecciones en Génova, pero fue expulsado de nuevo a Francia, donde trató de alejar las sospechas publicando un libro contra el ateísmo, Amphitheatrum Aeternae Providentiae Divino-Magicum (1615). Aunque su definición de Dios es algo panteísta, el libro sirvió para su propósito inmediato. El autor expuso sus nuevas teorías en su segunda obra, De Admirandis Naturae Reginae Deaeque Mortalium Arcanis (Paris, 1616), la cual, originalmente aprobada por dos doctores de la Sorbona, fue después reexaminada y condenada.
Vanini fue un poligenista; pensaba que los africanos descendían de los monos basándose en su color de piel, mientras que en otras razas no era así. En su obra De Admirandis Naturae Reginae Deaeque Mortalium Arcanis (1616), él escribió que sólo los negros descendían del mono y que había mayores y menores niveles de humanidad (concepto de jerarquía racial).[1]
Referencias
- ↑ Guido Bolaffi, Dictionary of race, ethnicity and culture 2003, p. 221