Ir al contenido

Matilde Díaz Vélez

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 12:57 21 feb 2013 por 161.73.82.133 (discusión). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

Matilde o Mathilde Díaz Vélez (Buenos Aires, 2 de julio de 1899 – 9 de junio de 1986) fue una estanciera, empresaria, urbanista y filántropa argentina.

Nacimiento y familia

Díaz Vélez fue la segunda hija del matrimonio celebrado el 24 de septiembre de 1892 entre el ingeniero, estanciero y empresario Carlos Díaz Vélez y Mathilde Juliana María Álvarez de Toledo. [cita requerida]

"Patina", tal era su sobrenombre, [cita requerida] se crió en el seno de una familia de la aristocracia porteña, católica, proveniente por ambos progenitores de linajes históricos. [cita requerida] Por parte de su padre fue nieta del "benemérito general de la República" don Eustoquio Díaz Vélez, uno de los impulsores de la Revolución de Mayo de 1810 y principal soldado defensor de la Independencia Argentina. Por su ascendencia materna provenía de los Álvarez de Toledo, una de las familias nobles más tradicionales de España. [cita requerida]

Matilde tuvo una hermana mayor llamada María del Carmen Felicitas Díaz Vélez, quien era conocida coloquialmente como "Tita", nacida el 10 de julio de 1893 y quien casó, el 11 de diciembre de 1914, con Berlisario Ernesto Álvarez de Toledo, padres de siete hijos. [cita requerida]

La pequeña Matilde vivió sus primeros años junto a su familia en el Palacio Díaz Vélez, importante residencia ubicada sobre la Avenida Montes de Oca N° 110, en el barrio de Barracas de la ciudad de Buenos Aires, en el cual todavía habitaban las familias tradicionales. [cita requerida]

Tuvo -como era costumbre en las élite de la época victoriana- una educación esmerada, con maestras que le enseñaron, además, el idioma francés que hablaba perfectamente como su segunda lengua. [cita requerida]

Luego del fallecimineto de su abuelo paterno, Eustoquio Díaz Vélez hijo, acaecido el 7 de junio de 1809, se mudó con su familia paterna, dejando el Palacio Díaz Vélez, a una nueva residencia, un coqueto petit hotel ubicado en la calle Paraguay 1535, en el Barrio Norte. [cita requerida]

El 19 de octubre de 1925 Carlos Díaz Vélez falleció, repentinamente, víctima de un ataque cardíaco. La muerte de su padre causó gran conmoción en su espíritu. [cita requerida]

A pesar de ello, Matilde desarrolló un carácter cordial, simpática, con sentido del humor, todo ello rodeado de una llaneza y sencillez admirable para una persona de su condición social. [cita requerida]

Matilde quedó soltera y no tuvo descendencia. Empero se vinculó familiarmente y, en especial, con sus sobrinos. [cita requerida]

Fue amiga de Victoria Ocampo de quien era contemporánea y con quien compartió muchas de sus ideas y, al igual que ella, obtuvo rápidamente su carnet de conductora de automóviles, rareza por aquellas años. [cita requerida]

Estanciera y empresaria

Desde muy joven y debido a la muerte de su padre, Matilde debió ocuparse de la administración y mejora de los bienes que heredó del mismo. [cita requerida]

Luego del deceso de su progenitor y con una tenacidad envidiable, afrontó exitosamente la Gran Depresión, una grave crisis iniciada en 1929, que impactó fuertemente en todo el mundo y en Argentina. [cita requerida]

Heredó la estancia "Las Ruinas", situada en el Partido de Ayacucho, Provincia de Buenos Aires, que trabajó hasta sus últimos días formando la compañía "Estancias Las Ruinas S.A.". [cita requerida]

Fue asismimo empresaria en un sector dominado por hombres. Participó en el nuevo negocio de la aviación y en de los seguros. Figuró como titular en varios de ellos: Madrid S.A., India Cía de Seguros Generales S.A. y Clarín S.A. de Seguros Generales. [cita requerida]

Filántropa

La ayuda al prójimo, plena de contenido humano y social, no fue nueva para Matilde ya que sus antepasados se caracterizaron por trabajar en la realización de importantes obras basadas en este ideario de amparo y protección al necesitado. [cita requerida]

Fue fundadora y tesorera de la Asociación El Centavo, institución que difunde la asistencia social en los sectores más postergados y humildes de la sociedad argentina. Trabajó en la obra durante más de sesenta años. [cita requerida]

Urbanista

Matilde Díaz Vélez incursionó también en el ámbito del urbanismo convencida en la necesidad de que cada argentino pudiera ser propietario de su vivienda, que le garantizba el espacio físico para la vida de la familia, institución básica y fundamental de cualquier sociedad. [cita requerida]

En este terreno se desenvolvió en dos localidades: la Villa Díaz Vélez, el balneario de la ciudad de Necochea y Guernica, en el Gran Buenos Aires. [cita requerida]

Villa Díaz Vélez

Continuó, junto con su hermana, con la urbanización de la Villa Díaz Vélez, que es actualmente el barrio balneario de la ciudad de Necochea, labor que había iniciado su abuelo Eustoquio Díaz Vélez hijo, quien, hacia finales del siglo XIX, comenzó con el trazado de las primeras calles y las construcciones iniciales. Los Díaz Vélez promocionaron a la Villa Díaz Vélez como centro turístico de veraneo, toda una novedad en la sociedad argentina del momento que la convirtió en uno de los primeros y más antiguos sitios vacacionales de la costa atlántica argentina. Luego que Carlos Díaz Vélez logró, en 1911, que la Villa Díaz Vélez fuera incorporada el ejido citadino, sus hijas se esmeraron por aumentar la venta de los lotes de terreno. Desde entonces, este barrio necochense ubicado sobre el Mar Argentino, comenzó a crecer con mayor rapidez siendo el centro de la actividad de la ciuadad durante los meses de verano. [cita requerida]

Guernica

A diferencia del crecimiento de la Villa Díaz Vélez, que fue la continuación de la obra pionera que emprendió su abuelo paterno, la fundación de Guernica fue el gran aporte a la urbanización que efectuó Matilde Díaz Vélez. [cita requerida]

Fallecido su padre, Carlos, en su sucesorio se adjudicó a su hija Matilde, la mitad del campo llamado 'La YaYa', que se ubicaba en el Partido de San Vicente, con una superficie de 356 hectáreas aproximadamente. [cita requerida]

Matilde, convencida de la necesidad de la dignidad de la persona a través del acceso a su propia vivienda, tuvo la idea de crear una población y el 18 de mayo de 1934, presentó al Ministerio de Obras Publicas de la provincia de Buenos Aires, una petición a fin de para fundar un pueblo con el nombre de "Guernica", en tierras de su propiedad, en el partido de San Vicente, en el kilómetro 32 de la línea principal del Ferrocarril del Sud. [cita requerida]

Propongo finalmente como nombre del nuevo pueblo, el de Guernica en el deseo de perpetuar en este país, el recuerdo de un nombre tan significativo para las libertades del país Vasco y el de rendir un homenaje a la patria de los ascendientes de mi familia y de tantos esclarecidos personajes cuyo paso por la Argentina ha dejado huellas imperecederas.

[cita requerida]

El 24 de abril de 1935 delimitó la planta urbana del pueblo y reservó los lotes necesarios con destino a la plaza pública, la intendencia municipal, la iglesia y la casa del cura, el juzgado de paz, el registro civil, el telégrafo, la comisaría y la escuela, también algunas zonas para quintas, chacras, el corralón municipal, el potrero de policía y los mataderos. Mathilde Díaz trazó un pueblo en el que previó espacio para todas las instituciones necesarias para el progreso de la futura comunidad. [cita requerida]

El 16 de agosto de 1935 el Poder Ejecutivo Provincial dio su aprobación al proyecto para la erección del nuevo pueblo que fue también denominado parada km. 32 de la línea provincial a Tandil del Ferrocarril del Sud. [cita requerida]

Hacia 1938 los rematadores Comi y Pini comenzaron con la venta de los lotes, que se efectuaban los domingos en las llamadas "bañaderas" (carpas con bandas de música). [cita requerida]

En 1940, el gobierno cambió el nombre de la estación del ferrocarril refugio Km. 32 por la nueva estación López Camelo, denominación que Matilde Diaz Vélez consideró como ajeno, iniciando entonces una serie de trámites para conseguir que la estación ferroviaria llevase el mismo nombre del pueblo. El 20 de marzo de 1948 consiguó su objetivo: la Dirección de Transporte denominó a la estación como Guernica. [cita requerida]

En 1945 Matilde donó dos de sus lotes para que se pudiera edificar el Club Social, Cultural y Deportivo Guernica, lugar desde donde comenzó la difusión de la cultura y el deporte. [cita requerida]

Matilde Díaz Vélez, al igual que lo habían hecho sus antepasados, colaboró con la Iglesia. En Guernica fue quien donó el terreno situado en la avenida ex 33, entre las calles 6 y 7 para la edificación de un templo que permitiese llenar las necesidades espirituales de los guerniquenses. Así Patina respondía afirmativamente a la petición de un grupo de vecinos que, el 18 de octubre de 1958, en una reunión en el Club Guernica, y a instancias del padre Jerónimo Kadler, de la orden de los Franciscanos y el doctor Ladislao Iguaín, Presidente de la Acción Católica Argentina comenzaron una colecta para sufragar los gastos de su construcción. [cita requerida]

En el lote cedido se levantó primeramente una capilla denominada Cristo Obrero la que, a partir de 1960, se llamó Cristo Rey evitando denominaciones que presenten a Jesucristo, en una faz parcial de su personalidad. En 1966 la capilla fue elevada a parroquia. [cita requerida]

Matilde aspiró a que el pueblo fuera también una comunidad de artistas y una ciudad jardín. [cita requerida]

Donaciones

Generosa con sus bienes y deseosa que pudieran ser un instrumento para la cultura popular, en 1972 donó la colección “Matilde Díaz Vélez” al Museo Provincial de Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez”, ubicado en la ciudad de Santa Fe. [cita requerida]

Matilde regaló su importante colección, en memoria de su amiga, Esther Pérez Mendoza. El conjunto consta de quince obras de importantes autores europeos, entre ellos con pinturas de tradicionales escenas de puerto, como la del francés Henri Joseph Harpignes, (1819-1916). [cita requerida]

A ello se agregan una tinta de Delacroix, representando un caballo encabritado y un bronce del escultor Auguste Rodin de cargada expresividad. Completa la colección las composiciones de varios autores argentinos como Emilio Pettoruti. [cita requerida]

Años más tarde, en 1976, junto su hermana Carmen, donó “El Rapto de Oritia por Bóreas”, al Museo Nacional de Arte Decorativo, de Buenos Aires. La obra es un tapiz de Beauvais, realizado en lana y seda tejida, de 4,96 m de largo y 2,75 m de alto, datado circa 1730, con cartón de René Antoine Houasse (1645-1710). El majestuoso tapiz, una joya única por sus condiciones y realismo, integra la Colección Permanente del mencionado museo. [cita requerida]

Sur

Atraída por la cultura entabló amistad con la escritora Victoria Ocampo, con quien compartió muchos de sus proyectos, siendo su confidente y administradora y cuya trayectoria difundió aún después de su muerte. [cita requerida]

En 1973 aconsejó a Victoria Ocampo, quien se oponía el populismo peronista, a que donara sus residencias de Villa Ocampo, ubicada en Beccar y Villa Victoria, sita en Mar del Plata, a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, por sus siglas UNESCO y, en palabras de la escritora,

para ser utilizadas con un sentido vivo y creador, en la producción, investigación, experimentación y desarrollo de actividades culturales.

[cita requerida]

Matilde exhortó a Victoria de que efectuara esta donación a la UNESCO por cuestiones casi políticas debido a que en 1973, Juan Domingo Perón acababa de asumir por tercera vez la presidencia. Victoria, criticada y hostigada por el peronismo, sospechaba que si dejaba sus residencias al estado argentino, el gobierno del régimen peronista las destruyera o les diera una finalidad abyecta. Por ello Victoria buscó a esta organización internacional cultural para que, respetando sus deseos, continuara con idéntica labor en ambas propiedades. [cita requerida]

Victoria le encomendó a su amiga que, ocurrido su fallecimiento, a modo de autocensura y de respeto de sus más profundos pensaminentos, quemara algunos documentos previamente seleccionaddos por ella, como manuscritos, cartas y carpetas. Matilde, fiel al deseo de Victoria satisfizo su última voluntad junto a Josefina Dorado, prima de la escritora, quien vivía en lo de Angélica Ocampo y a quien representaba por entonces, y todo el personal de la Villa Ocampo. También fueron quemados, en la propiedad de Angélica, en el bajo, los documentos relacionados con la enfermedad de Victoria. [cita requerida]

Matilde Díaz Vélez escribió a Angélica Ocampo:

Te agradezco la confianza que depositas en mí y que me honra, así como me sentía orgullosa de la incondicional confianza que me demostraba Victoria, a la cual traté siempre de responder con mi leal saber y entender, alentada por el gran cariño y la enorme admiración que sentía por Victoria.[1]

A partir de 1979, en que falleció Victoria Ocampo, Mathilde Díaz Vélez continuó con la publicación de la revista literaria Sur, la obra clave de la escritora. Cumplió así su compromiso de evitar que la revista interrumpiera su tirada. [cita requerida]

También se preocupó en forma personal por la edición de los volúmenes de la serie "Memorias de Victoria Ocampo", obra póstuma de Victoria. [cita requerida]

Fallecimiento

Matide Díaz Vélez falleció en Buenos Aires, el 9 de junio de 1986, a la edad de 86 años, víctima de cáncer. [cita requerida]

En la necrológica aparecida en el diario La Nación, del 12 de junio de 1986 se puede leer:

Queda de Mathilde Díaz Vélez su ejemplo de mujer fuerte, íntegro, sensible y despierta, que se sobrevive a sí misma a través de una vasta y fecunda obra.

[cita requerida]

Sus restos descansan en la bóveda familia de Eustoquio Díaz Vélez, que es Monumento Histórico Nacional, ubicada en el Cementerio de la Recoleta de la ciudad de Buenos Aires. [cita requerida]

Legado póstumo

La muerte no fue para Matilde Díaz Vélez un obstáculo para que culminara con su fecundo trabajo cultural. Esta vez fue la educación la que se vio beneficiada. Quiso que se fomentara la educación agrícola ganadera, toda una síntesis de la familia Díaz Vélez y sus fértiles campos de la llanura pampeana bonerense. Matilde consideró que la instrucción agropecuaria actúa como una noble herramienta para el fortalecimiento del más importante sector de la economía Argentina. [cita requerida]

Para el cumplimiento de esta finalidad, que consideraba de vital importancia para el crecimiento argentino, Matilde legó tres campos: “Patina”, “Tita” y “Rincón de Quequén” ubicados en la provincia de Buenos Aires. [cita requerida]

En 1990, siguiendo su ideario testamentario, se creó la Fundación Carlos Díaz Vélez, una organización no gubernamental sin fines de lucro, cuya finalidad es la promoción de la educación agrícola ganadera en cualquiera de sus manifestaciones, y cuya denominación, por su expreso deseo, llevó el nombre de su padre. Aprobado su Estatuto, fue el primer presidente de su Consejo de Administración, su sobrino, el arquitecto Enrique Woodrow Álvarez de Toledo. [cita requerida]

Referencias

  1. Frías, Susana R. La valija colorada de Victoria Ocampo. La Nación. Suplemento cultura. Domingo 31 de diciembre de 2006.

Bibliografía

  • CARATTINI, Marcelo Gustavo - ÁLVAREZ de TOLEDO, Inés. Comisión Permanente de Homenaje al General Eustoquio Díaz Vélez. 2012.
  • MANSO, Carlos. Del Teatro de la Ópera a Carmen Piazzini. De los Cuatro Vientos. Buenos Aires. 1a ed. 2012. ISBN 978-987-08-0635-6.