Corpus Christi en Sevilla
Corpus Christi de Sevilla | ||
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Localización | ||
País | España | |
Localidad | Sevilla | |
Datos generales | ||
Tipo | aspecto en una región geográfica | |
Significado | Exaltación de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía | |
El Corpus Christi de Sevilla es una celebración religiosa católica que cuenta con amplia repercusión popular. Se mantiene en Sevilla, junto con Granada y otras localidades, la procesión del Corpus Christi en su día originario, el jueves, aún cuando la solemnidad litúrgica fue trasladada al domingo sucesivo en España.
Historia
El origen de la fiesta dedicada al Cuerpo y la Sangre de Jesús se encuentra en la Baja Edad Media, habiéndose celebrado desde su institución el sexagésimo día después de la Pascua de Resurrección, esto es, en jueves. En el siglo XX, en España y otros países se ha trasladado la celebración litúrgica al domingo sucesivo.
Sus orígenes están en 1246 en Bélgica, donde Juliana de Mont Cornillón tuvo una visión de la Luna Llena con una mancha negra, la cual comunicó al obispo de Lieja, Roberto de Thorete, que a su vez informó a un grupo de teólogos, llegando a la conclusión que la mancha negra era la falta de una fiesta dedicada al Sacramento Eucarístico, estableciéndose la misma. Entre esos teólogos se encontraba Jacques Pantaleón, que de archidiácono de Lieja pasó a ser el papa Urbano IV, en 1261.
Urbano IV publicó la bula "Transiturus de hoc mundum", en la cual se institucionalizaba la festividad del Corpus, eligiéndose el jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad para su celebración. Posteriormente, en 1311, Clemente V lo ratificó, al igual que hiciera posteriormente Juan XII, quedando definitivamente consolidada esta celebración, sobre todo en el norte de Europa.
Centrándonos en Sevilla, tenemos que remontarnos a principios del siglo XV, siendo los primeros datos que se tienen de 1426, y en 1532 es cuando se acuerda el recorrido de la procesión, el mismo que aún hoy se realiza.
En el siglo XVI ya se organizaban festejos y se cubrían las calles con romero, coincidiendo su máximo esplendor con la consolidación de Sevilla como una de las principales ciudades de Europa, al ser su puerto la entrada y salida hacia Las Indias.
En el siglo XVII es cuando surge en la ciudad el apogeo de las Hermandades Sacramentales, algunas de las cuales, caso de la del Sagrario, ya organizaban su propia procesión.
El siglo XVIII supuso un revés para esta festividad, al suprimirse por decreto del Rey Carlos III los actos populares de carácter festivo como eran los bailes y los gigantes y cabezudos, considerados profanos, que desaparecieron definitivamente de la procesión.
El siglo XX ha supuesto la progresiva ampliación del cortejo por la creciente incorporación de hermandades y asociaciones cívicas, mientras que han desaparecido las imágenes que de cada parroquia se sumaban a la procesión.
Ya metidos de lleno en el siglo XXI, la festividad del Corpus sigue ganando en importancia y adeptos, participando en la procesión todas las hermandades de la ciudad, además de autoridades militares, civiles y religiosas, junto a los nueve pasos que la componen.
Imaginería
Sevilla siempre ha tenido la extraña habilidad de unificar lo sagrado y lo profano en todo tipo de celebraciones, hasta el punto de que hoy, a inicios del siglo XXI, cualquier rito precisa de la conjunción de ambos factores para poder alcanzar los objetivos que se marquen. Este hecho puede venir en parte, de los tiempos medievales en que los dos cabildos se repartían las obligaciones a la hora de preparar las fiestas. Un claro ejemplo es el Corpus desde sus orígenes, en los que los gremios aportaban a la festividad el carácter popular que la Iglesia no podía otorgar por sí misma.
Remontándonos a mediados del siglo XV podemos observar la ausencia casi total de imágenes procesionales: las Santas Reliquias, La Roca, y un arcón que simbolizaba el recuerdo del antiguo Arca de la Alianza, constituían los principales enseres de la ceremonia.
Con el tiempo se incorporarían algunas esculturas -la mayoría aportadas por gremios e instituciones- algunas de las cuales nos costaría relacionar con la fiesta actual tal y como la vivimos: San Vicente de Paul, El Santo Ángel de la Guarda, San Rafael, San Diego de Alcalá, San José, San Hermenegildo, San Clemente, e incluso la Virgen de los Reyes, cedida por la Hermandad de los Sastres.
Ya en el siglo XVI tenemos constancia de la presencia de las Santas Justa y Rufina, de los Santos Patronos San Isidoro y Leandro, aunque ninguno de ellos, al igual que los anteriormente referidos, constarán como patrimonio catedralicio sino en representación de distintas parroquias y hermandades.
Con el Barroco llega a afianzarse la "necesidad" de la imaginería para el cortejo. Se vive en Sevilla bajo el espíritu de la Contrarreforma, con lo que los artistas plásticos verán su labor desbordada para, de modo indirecto, hacer frente a la iconoclastia propia de los países protestantes. Este hecho hará que la ciudad conceda excesiva y lógica importancia a temas que en otros puntos del mapa católico europeo pasaban prácticamente desapercibidos. Quizás el más importante de ellos sea el de la Inmaculada Concepción, verdadera revelación del barroquismo hispalense, que quedará relacionada con la festividad del Corpus desde los tiempos del Siglo de Oro.
Antes de finalizar dicha centuria ocurría un hecho trascendental para la historia de la ciudad: el 4 de febrero de 1671 Fernando III de Castilla era canonizado ante el reconocimiento de su santidad por el pontífice Clemente X, tardando la santa sede más de cuatrocientos años en hacer legítima su incorporación a los altares. Con este acontecimiento, ampliamente celebrado por el pueblo de Sevilla, la efigie del santificado monarca no tardaría en engrosar la extensa nómina de representaciones procesionales para la festividad del Corpus, de la mano de Pedro Roldán.
Platería
Los plateros sevillanos se organizaron como gremio sobre mediados del siglo XIV. En 1344 Alfonso XI dictó las ordenanzas de los Orfebres. En ellas se habla del gremio de plateros como ya organizado y constituido preferentemente por castellanos llegados a Sevilla con los conquistadores. Cosa que se deduce sobre todo de los apellidos, en un noventa por ciento de origen cristiano.
El siglo XVI es trascendental para el gremio de los plateros, durante el cual ya no se dedican preferentemente al tema de la ley de los metales, sino a la vida del gremio como comunidad. Se funda la Hermandad de San Eligio, patrón de la platería, llegando la devoción a Sevilla estando bien avanzado el siglo XVI.
Dentro de las tres etapas por las que paso la platería durante el Renacimiento, la segunda corresponde al pleno triunfo del gremio (1550 y 1575) y a ella pertenecen La Custodia Procesional, Trono del Santísimo y eje de la Procesión del Corpus Christi sevillano, obra del ilustre platero nacido en León, Juan de Arfe, el cual se traslada a Sevilla para realizarla.
La obra de Arfe se vio continuada, entre otros, por Francisco de Alfaro, que realizó la Custodia chica o de la Santa Espina, cuya obra se vio reforzada por la abundancia de plata procedente de Las Indias, la difusión de los tratados sobre el arte y la técnica de los metales preciosos y a las obras italianas importadas.
Otra de las grandes obras de la platería es el Trono de Octavas de la Catedral Hispalense, obra de Juan Laureano de Pina y de su discípulo Manuel Guerrero, el cual lo labró y repujo sobre un alma interior de madera.
Otra singular pieza de orfebrería eucarística que se conserva en la Catedral de Sevilla es la urna de oro del monumento del Jueves Santo, pieza barroca de origen romano.
Arquitectura
Sevilla siempre ha sido verdadera maestra en el arte de embellecer las calles en ocasiones puntuales, de lo cual tenemos noticias desde la época medieval, aún siendo el Renacimiento y el Barroco los momentos de mayor proliferación.
Ya desde el siglo XIII se sabe de grandes arcos triunfales con motivo de la estancia en Sevilla de Alfonso XI y posteriormente Pedro I, siendo esta una de las causas del montaje de esta arquitectura efímera además de las montadas por visitas de personajes relevantes o por cuestiones litúrgicas.
Coincidiendo con la noticia de la canonización de San Fernando, se montó a la entrada de la calle Sierpes un arco triunfal o mucho más reciente el montado en honor de Juan Pablo II en su visita a Sevilla.
Como recuerdo de las múltiples arquitecturas efímeras que decoraban la carrera en los siglos anteriores, el ayuntamiento instala dos arcos en la Plaza de San Francisco, para la festividad del Corpus, pocas veces inspirados en monumentos concretos, y ejecutados en diversos estilos según el año: Neogótico, Mudéjar, Gótico o Barroco.
Procesión y cortejo
La procesión está encabezada por los niños carráncanos, seis parejas de acólitos que portan hachetas y visten una indumentaria original del XVIII, aunque vienen acompañando al cortejo desde el siglo XVI, seguidos por el Guion Sacramental de la Archicofradía del Sagrario (Sevilla). Le siguen representaciones de hermandades y congregaciones que no son ni penitenciales ni sacramentales, llamadas popularmente "de gloria", por su orden de antigüedad. Tras ellas se sitúa el primer paso:
Fundadora de la congregación de las Hermanas de la Cruz, es el paso más reciente, del año 2009. La santa esta gubiada por José Navarro Arteaga. Continúan las cofradías de penitencia que no son sacramentales, según el orden de salida en Semana Santa, hasta el siguiente paso. La Hermandad de la Amargura es la encargada de exornar cada año el paso de la Santa, debido a su profunda relación con la congregación de las Hermanas de la Cruz.
Copatronas de Sevilla, sus imágenes están atribuidas a Pedro Duque Cornejo (s. XVIII). Por ser santas de la zona que hoy ocupa Triana, cada año una hermandad trianera se encarga del exorno y la conducción de sus andas. Tras este paso van las hermandades de penitencia que faltan.
Las andas son preparadas y portadas por la Hermandad de San Isidoro. Al igual que las primeras imágenes, está atribuido a Pedro Duque Cornejo (s. XVIII). Le siguen las representaciones del Apostolado de la Oración, Congregación Luz y Vela y Adoración Nocturna. Luego, continúan el cortejo el primer grupo de las hermandades sacramentales.
La Hermandad de la Macarena, es la encargada del exorno floral y de portar las andas. También se atribuye a Pedro Duque Cornejo (s. XVIII). Tras el paso van las restantes hermandades sacramentales.
El Rey San Fernando
Precedido por las comisiones militares y por el Pendón de San Fernando que es portado tradicionalmente por el Gobernador Militar (actualmente el comandante de Sevilla y Huelva), figuran las andas de San Fernando. El santo rey porta en sus manos la espada y el orbe, además de ir tocado con corona. Esta imagen es obra de Pedro Roldán (1671), estando a cargo de su exorno y porte de las andas la Hermandad de El Beso de Judas (Sevilla). Le acompaña la Banda Municipal de Sevilla. Siguen al paso las representaciones de los cuerpos policiales, representaciones de Cámaras y Colegios Oficiales, Jefaturas de las distintas Ramas, Excelentísimo Ateneo de Sevilla, Reales Academias, Universidad, Cuerpo Consular, comisiones de las Audiencias Provincial y Territorial, de varias Órdenes Militares, la Junta Superior del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, de la Delegación Diocesana de Acción Católica y de Cáritas Diocesana.
Es una escultura completa policromada debida a Alonso Martínez (s. XVII) y su adorno está a cargo de la Archicofradía de El Silencio. Tras la Inmaculada se sitúa la Asociación de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando y la Archicofradía Sacramental del Sagrario.
El Niño Jesús
Obra de Martínez Montañés de 1606, procesiona bajo templete, y lo portan costaleros de la Hermandad del Sagrario. Tras el paso van representaciones del Seminario Diocesano, de órdenes terceras, del clero regular y de los diáconos.
La Santa Espina
También conocida como La Custodia Chica. Está compuesta de dos cuerpos, el primero con una reliquia de la Santa Espina de Cristo y en el segundo una rosa de plata, rematando el conjunto la figura de la Fe. Se cree que es obra de Francisco de Alfaro (s. XVII), adquirida a un convento de Gibraleón, y es portada por costaleros de la Hermandad de El Valle. A este paso le acompañan representaciones del Tribunal Eclesiástico, del clero secular, de la Curia Diocesana y de la Universidad de Curas Párrocos. Precedidos de la cruz arzobispal, procesionan a continuación el coro de la Santa, Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla y los Seises de Sevilla, con trajes eucarísticos rojos y blancos. Tras ellos, el pertiguero abre paso al Cabildo catedralicio, del que forma parte la Real Maestranza de Caballería de Sevilla cuyos miembros asisten en traje de gala.
La Eucaristía procesiona en la célebre custodia de plata, llamada por algunos la Custodia Grande. Es obra de Arfe realizada entre 1580 y 1587, habiéndole añadido Juan de Segura en 1668 la Inmaculada y otras miniaturas. Este paso va sobre ruedas, conducido por doce sacerdotes con casullas blancas. Tras la custodia va el arzobispo de Sevilla acompañado por un diácono y subdiácono, y el deán como presbítero asistente.
Le siguen representaciones del Gobierno, del Ayuntamiento y la Diputación Provincial, con miembros de la Policía Local de gala, cerrando el cortejo una compañía mixta de los Ejércitos de Tierra y Aire, con escuadra y música.
Monumento eucarístico
En 1579, el Cabildo Catedralicio convocó un concurso para la realización del monumento al cual se presentaron Juan de Arfe y el platero Francisco Merino, ganando el primero y firmándose el contrato en 1580, aunque no se entregó la obra de la Custodia hasta 1587, tiempo en el cual fue asesorado por el canónigo Francisco Pacheco, tío del pintor del mismo nombre, en los motivos que contendría la misma.
Su destino era doble, pues serviría tanto para llevar al Santísimo Sacramento expuesto en la procesión del Corpus Christi, como para contener el arca eucarística en el monumento del Jueves Santo.
La Custodia mide 325 centímetros, con basamento hexagonal adornado por 12 ánforas de Juan Segura (1668). Con el paso de los años ha experimentado numerosos cambios, conociéndose como era originariamente por las descripciones del propio autor y por el modelo que realizó en madera.
Originalmente llevaba en el cuerpo inferior un conjunto de 3 piezas simbolizando la Fe, además de los ángeles que ahora están en el segundo cuerpo. La parte superior la remataba una cruz sobre una torre pequeña.
Los cambios fueron realizados posteriormente por Juan Segura, que añadió el basamento con las ánforas, la Inmaculada y los querubines del primer cuerpo y el pabellón que va sobre la cúpula del cuarto cuerpo.
Los Cuatro Cuerpos
El primero presenta 12 columnas de estilo jónico con fustes con adornos florales y grutescos, van por parejas sobre los plintos del basamento. Detrás de estas columnas existen otras de menor tamaño y estriadas que forman un cuerpo interior con grandes vanos abovedados detrás de cada pareja de las grandes.
Este cuerpo está cubierto por cúpula de estilo gótico y rosetones entrelazados situados entre las nervaduras. Sobre las columnas mayores hay un entablamiento con salientes sobre cada pareja de columnas y sobre éste, una balaustrada con la misma forma.
En la parte exterior del zócalo, entre los plintos de las columnas, se aprecian las esculturas sedentes de los cuatro Padres de la Iglesia, Tomás de Aquino y el Papa Urbano IV, este último creador de la fiesta del Corpus Christi. Debido a una inscripción que hay debajo de esta figura, hay quien opina que se trata de San Dámaso, aunque el propio Juan de Arfe dijo que era Urbano IV. Entre las columnas aparecen relieves que representan los Sacramentos.
El basamento del cuerpo inferior está decorado con 36 escenas bíblicas, alternadas entre el Antiguo y Nuevo Testamento, siempre representando entre ambas un contraste o un paralelismo, siendo en varios casos figuras simbólicas. Cada una de las escenas lleva una descripción en latín debajo de las mismas.
El entablamiento sobre las columnas del cuerpo inferior está decorado con relieves de putti, pájaros y hojas de viña, apareciendo en el centro, sobre cada arco, una cartela de voluta con una representación simbólica.
En los huecos pueden verse figuras de ángeles con espigas y racimos de uvas. Sobre el mismo entablado aparece una barandilla en la cual hay 12 ángeles con lirios, los cuales sustituyeron a los doce querubines con instrumentos de la Pasión que ahora están en el segundo cuerpo.
El segundo cuerpo tiene una estructura parecida al primero, con parejas de columnas, esta vez de estilo corintio con distintos tamaños, apareciendo sobre el entablamiento de este cuerpo los querubines antes mencionados. Originalmente es este lugar se encontraba la representación de "los dones y frutos del Espíritu Santo".
El tercer cuerpo es de similitud a los dos anteriores, apoyado en un plinto con dos escalones, encontrándonos 12 columnas compuestas sobre el plinto, encontrando otras 12 de menor tamaño detrás. En este cuerpo se puede contemplar el cordero apocalíptico representando a La Iglesia Triunfante.
El cuarto cuerpo se compone de un templete circular con 12 columnas compuestas y emparejadas, existiendo detrás de las mismas otras 12 de menor tamaño, todas unidas por arcos.
Estas columnas soportan una cúpula con un pequeño pabellón con otras 12 columnas, conteniendo La Santísima Trinidad sobre un arco iris. El conjunto es rematado por la Fe, que se añadió posteriormente en sustitución de la cruz sobre la torrecilla.
Las 36 escenas bíblicas del Primer Cuerpo
- 1.- Creación de Eva que sale del costado de Adán.
- 2.- Del Costado de Cristo salen 7 rayos: Los sacramentos.
- 3.- Adán y Eva comen la fruta.
- 4.- Figuras de rodillas comen uvas y espigas, que provienen de una cruz, y un cáliz con la Hostia.
- 5.- La expulsión del Paraíso.
- 6.- Parábola del convite real, de donde son arrojados los que no llevan vestidos apropiados.
- 7.- El agua brota de la peña tocada por Moisés y los israelitas beben.
- 8.- Del costado de Cristo brota la sangre de la que beben las ovejas.
- 9.- La historia del maná.
- 10.- El milagro de los panes y los peces.
- 11.- El cuervo trae pan y carne a Elías.
- 12.- Un ángel lleva el cáliz y la Hostia a los santos del desierto.
- 13.- Eliseo transforma en dulce una comida amarga.
- 14.- Las bodas de Caná.
- 15.- Tobías ahuyenta al demonio por medio del humo.
- 16.- Los demonios huyen del cáliz y la Hostia.
- 17.- El pecado incestuoso de Lot.
- 18.- Las vírgenes postradas ante el Sacramento.
- 19.- Abraham lava los pies a los ángeles.
- 20.- Cristo lava los pies a los discípulos.
- 21.- La cena del cordero pascual.
- 22.- La cena del Jueves Santo.
- 23.- El ascua encendida en la boca de Isaías.
- 24.- El sacerdote da la comunión.
- 25.- Un ángel trae pan y un vaso a Elías.
- 26.- El sacerdote da el Sacramento a un enfermo.
- 27.- Habacuc da de comer a Daniel entre los leones.
- 28.- Un ángel lleva el cáliz y la Hostia a las ánimas del purgatorio.
- 29.- La embriaguez de Noé.
- 30.- Cristo con el cáliz y ángeles que le rodean con uvas y espigas.
- 31.- Una figura femenina montada sobre un dragón de siete cabezas con un vaso en la mano.
- 32.- Una figura femenina con corona real, un cáliz en la mano sobre un carro que llevan los evangelistas.
- 33.- Moisés y Aarón y los panes de la proposición.
- 34.- Una custodia con el cáliz y la Hostia que sostienen los ángeles.
- 35.- David recibe los panes de manos del sacerdote.
- 36.- Un sacerdote da el sacramento a dos personas.
Altares, Escaparates y Balcones
El recorrido de la procesión se engalana con diversos altares que instalan hermandades y algunas asociaciones. También se exornan los escaparates de los comercios y los balcones. La mayoría de los altares se instalan todos los años. Motivos eucarísticos y marianos predominan en estos monumentos efímeros de gran belleza.
Entre los motivos eucarísticos que se incluyen en estos altares encontramos ostensorios, racimos de uvas y cera roja. Los sagrarios de estos altares están abiertos, por no guardar reserva del Santísimo Sacramento. Muchos altares están presididos por una imagen mariana.
La Hermandad de La Hiniesta instala su altar en la fachada del Ayuntamiento de la Plaza de San Francisco y está presidido por la imagen de la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, patrona de la Corporación municipal, la cual se traslada en procesión desde San Julián la tarde anterior al día del Corpus. Los enseres del altar son propiedad de la Hermandad de La Hiniesta.
En la fachada del Palacio Arzobispal que da hacia la calle Placentines, se instala el altar de la Hermandad de La Cena, presidido por el Señor de la Sagrada Cena, que sale en las andas del Señor de la Humildad y Paciencia. En ocasiones especiales, a la imagen del Señor le acompaña el misterio completo de la Hermandad de La Cena, obra de Luis Ortega Bru.
La Hermandad de El Amor realiza un espectacular altar en la calle Villegas, presidida por las figuras de San Fernando y de la Virgen de las Aguas. Es uno de los altares más destacados y vistosos.
En la puerta principal de la Iglesia del Divino Salvador se instala el altar de la Hermandad de Pasión presidido por la Virgen del Voto y en el cual también figura un Niño Jesús de Martínez Montañés.
La Hermandad de Las Siete Palabras monta su clásico altar en la Plaza del Salvador, ante el templo de Nuestra Señora de la Paz de la orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Está presidido por la Virgen del Rosario, de la Sacramental de San Vicente.
En la calle Sierpes se instala el altar de la hermandad del Rosario del barrio León en el cual se montan enseres de distintas hermandades. Es uno de los altares más laureados por el Ayuntamiento.
En la Avenida de la Constitución se instala el Altar de las Hermandades de Gloria y el de la Hermandad de El Baratillo. Este está situado frente a la Iglesia del Sagrario, estando presidido el mismo por la imagen del Bendito Patriarca Señor San José, titular de la Hermandad. La imagen del Bendito Patriarca es anónima del siglo XVIII, que fue donada por el maestro de la tauromaquia José Delgado Guerra, "Pepe Hillo".
La Hermandad de La Corona instala en la Avenida de la Constitución su altar, frente a la Iglesia del Sagrario. En él podemos ver una custodia en plata dorada, dos ángeles, un Niño Jesús con corderitos, blandones de plata y exorno floral en tonos blancos. Igualmente es típico el engalanar los balcones y escaparates en las calles por donde pasa el cortejo del Corpus Christi, participando, junto a los altares en concursos.
La Hermandad de la Divina Pastora y Santa Marina sitúa un Altar en la casa de la Marquesa de la Motilla, en la calle Cuna.
Curiosidades
Exposición Corpus Christi. Fiestas del Corpus en Sevilla: El valor de lo efímero
El Hospital de la Caridad acogió durante el mes de Junio de 2004, una Exposición sobre el Corpus donde se pudieron contemplar más de 150 enseres relacionados con esta festividad, algunos de autores como Luis Ortega Bru, Marmolejo, Miguel Sánchez, Cristóbal Ramos o Esperanza Elena Caro. Se reproduce a escala real un arco festivo que se instaló en el Salvador en 1594.
Seises para bailar ante el Santísimo
Antes de la procesión, una vez expuesto el Santísimo en la Custodia, los niños bailan tres danzas. Están dedicadas a Su Divina Majestad, al arzobispo y a las autoridades. Durante la procesión entonan junto al coro los motetes eucarísticos, pero no bailan en la calle. En las Plazas de San Francisco y El Salvador, la Custodia se detiene y se rezan estaciones: el arzobispo inciensa a Jesús Sacramentado mientras se interpretan motetes, haciéndose después la oración pero sin bendición, que sólo se imparte al finalizar la procesión en la Catedral.
Carráncanos de la Sacramental del Sagrario
Los carráncanos son niños de coro de la Archicofradía Sacramental del Sagrario. Forman en otro tiempo al comienzo del cortejo, de ahí que se les conozca como los niños que arrancan la procesión. En la actualidad, esta señorial corporación sacramental sitúa a un tramo de niños al comienzo de su representación de hermanos, que figura tras el paso de la Inmaculada y delante del Niño Jesús. Los carráncanos participan durante el año en todas las procesiones que convoca la Sacramental del Sagrario.
Representaciones de Hermandades
Hermandades de penitencia, gloria y sacramentales; asociaciones religiosas y miembros de las autoridades civiles y de la Iglesia participan en este culto público a Su Divina Majestad. Es el cortejo más extenso de cuantos forman parte en una procesión en Sevilla.
Pétalos sobre Su Divina Majestad
El Corpus es una procesión que muchos suelen presenciar desde los balcones. Así, los vecinos de algunas calles de la carrera arrojan al Santísimo pétalos de flores como una forma más de devoción y adoración.
Faldones bordados en el paso de la Custodia
Son una obra del siglo XVIII, restaurada en su día en los talleres de Fernández y Enríquez de Brenes. Fue entonces cuando se sustituyó el magnífico brocado de oro sobre bordado por una tela brillante semejante al tisú. De ese antiguo bordado se conserva el paño que cubre la mesa del paso.
Ramilletes cónicos, un clásico exorno floral
Luce el paso de la custodia 12 jarras en la peana. Todos estos enseres son obra del siglo XVIII. El exorno floral de cada jarra está trabajado en forma de cono. Se pretende así no restarle lucimiento a la orfebrería de la custodia. Este paso ha llevado siempre ramos cónicos de flores salvo algunos años.
Fue a partir de 1978 cuando se recuperó esta singular ornamentación. Aquel año, Manuel Palomino González se haría cargo hasta hoy de la decoración floral de la Custodia. Cada jarra se compone de claveles blancos y ramilletes de romeros. El ramo se corona con espigas.
Racimos de uva de Villanueva del Ariscal
Se colocan en los dos frisos de la Custodia que entornan al Santísimo. También se sitúan en el friso y en las maniguetas del paso. Junto con las espigas, son donación de la familia Góngora, de Villanueva del Ariscal.
Alfombra floral en la Plaza de San Francisco
En alguna ocasión, como en el año 1992, las calles del recorrido de la procesión se alfombraron con flores.
Dicho popular
"Tres jueves hay en el año que relucen más que el Sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión"
Imágenes del Corpus Christi en Sevilla
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Santa Ángela de la Cruz
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Santa Justa y Rufina
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San Isidoro
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San Leandro
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San Fernando
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Inmaculada Concepción
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Niño Jesús del Sagrario
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Santa Espina
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Custodia con el Santísimo Sacramento
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Misterio de la Hermandad de la Cena
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La Giralda
Enlaces externos
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- Patrimonio y Corpus Christi. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico