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Batalla de Praga (1757)

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Batalla de Praga
Guerra de los Siete Años
Parte de guerra de los Siete Años

La batalla de Praga.
Fecha 6 de mayo de 1757
Lugar Praga, actual República Checa
Coordenadas 50°04′34″N 14°33′25″E / 50.076, 14.557
Resultado Victoria prusiana
Consecuencias Asedio de Praga
Beligerantes
Prusia Sacro Imperio Romano Germánico
Comandantes
Federico II de Prusia Carlos Alejandro de Lorena
Fuerzas en combate
64.000 soldados 61.000 soldados
Bajas
14.300 entre muertos y heridos 12.000 entre muertos y heridos y más de 4.000 soldados prisioneros.

La batalla de Praga fue una batalla que enfrento a un ejército prusiano de 64.000 soldados y a un ejército del Sacro Imperio Romano Germánico de 61.000 soldados dentro de la Guerra de los Siete Años. Tuvo lugar el día 6 de mayo de 1757 y resultó victorioso el ejército prusiano que se encontraba bajo el mando del Federico II de Prusia.

Preludio

María Teresa I de Austria no abandonaba la esperanza de recuperar Silesia. Conociendo la inquietud que habían levantado las grandes victorias de Federico II de Prusia durante la Guerra de Sucesión Austriaca se esforzó en constituir una alianza contra él.

Llegó a un acuerdo con Isabel I de Rusia y con la ayuda de Wenzel Anton Graf Kaunitz consiguió convencer a Francia que se uniese a la alianza.

La alianza del Sacro Imperio Romano Germánico y Francia (que hasta entonces habían sido enemigos) hizo que Reino Unido decidiese aliarse con Prusia.

Federico era consciente de las intenciones de Austria y de que era cuestión de tiempo que Francia y Rusia le declarasen la guerra así que decidió que lo mejor sería atacar.

De esta forma se formó una alianza ofensiva antiprusiana que estaba formada por Rusia, Francia, el Sacro Imperio Romano Germánico a la que se añadieron Suecia y la mayoría de los príncipes alemanes que se oponía a Prusia que conservaba la alianza de Gran Bretaña, Hannover, Hesse-Cassel y Brunswick.

El 19 de agosto[1]​ de 1756 Federico marchó hacia el sur e invadió Sajonia tomando su capital, Dresde, el 2 de septiembre.[1]

Tras la toma de la capital sajona Federico pretendía avanzar hacía Bohemia pero Federico Augusto fue capaz de detenerlo durante unos días.[1]​ En su ayuda marchó un ejército imperial al mando de Browne que se enfrentó al prusiano en la batalla de Lobositz donde fue derrotado.

La campaña de 1756 que terminó con la batalla de Lobositz no fue tan exitosa como Federico II esperaba. Había conseguido dos de sus objetivos (había disuelto el ejército sajón y había convertido a Sajonia en base para sus futuras campañas). Sin embargo no había conseguido una gran victoria contra los ejércitos imperiales y había perdido la iniciativa y el factor sorpresa

Federico II de Prusia

Movimientos previos

Federico II dejo tropas para defender Prusia y Pomerania de un ataque al general Manteuffel y el resto del ejército lo distribuyo de la siguiente manera: En Silesia y el condado de Glatz dispuso 33.000 hombres al mando de Kurt Christoph Graf von Schwerin, en la alta Lusacia dispuso 22.000 hombres al mando del duque de Bevern, 30.000 soldados bajo su mando se desplegaron cerca de Dresde y el Príncipe Mauricio de Auhalt-Dessau con 18.000 hombres se situó en la baja Sajonia.[2]

Los imperiales habían desplegado en Moravia 36.000 hombres al mando del Mariscal Leopold Joseph von Daun, 20.000 soldados al mando de Konigseck fueron desplegados en Reichenberg, 50.000 bajo el mando de Browne en el río Budin y 20.000 al mando del duque de Ahremberg en el río Eger.[3]


María Teresa I de Austria, nombró general en jefe a su cuñado Carlos Alejandro de Lorena, más por afecto que por sus dotes marciales. Mientras el general Browne mucho más diestro debía servir bajo sus órdenes. Este había aconsejado que se atacase Sajonia y Silesia[4]​ para desviar la guerra de las posesiones austriacas pero Carlos de Lorena prefirió permanecer a la defensiva y reunir numerosas fuerzas en torno suyo.

Las cuatro divisiones prusianas penetraron entre el 18 y el 21 de abril[5]​ por diferentes puntos de Bohemia con el objetivo de envolver a las tropas dispersas y conducir los ejércitos imperiales hacía Praga.

Las fuerzas comandadas por Federico entraron a Bohemia a través de Aussig mientras que el Príncipe Mauricio penetro directamente por el río Eger. La columna del duque de Bevern se unió a Schwerin en Turnau y atacaron a Konigseck y consiguieron una pequeña victoria en la batalla de Reichenberg.[6]​ El general imperial tuvo que replegarse hacía Praga.

Movimientos de los ejércitos en la campaña de 1757

Mientras tanto, Federico avanzaba hacia Praga para atacar a Browne antes de que se le pudieran unir las fuerzas del duque de Ahremberg. Browne se retiró hacía Praga seguido de cerca por Federico uniéndose a Carlos Alejandro de Lorena el día 30 de abril[6]​ cerca de Praga.

El día 1 de mayo[6]​ el ejército imperial se retiro a Praga. El ala izquierda dirigida por Carlos Alejandro de Lorena acampo en el margen derecha del río Moldava mientras que el ala derecha dirigida por Browne se coloco en Malleschitz.

El 5 de mayo[7]​ se reunieron las tropas prusianas cerca de Praga donde se encontraba el ejército imperial al mando de Carlos Alejandro de Lorena.

Federico II se encontraba el 5 de mayo en el río Moldava, al sur de Praga, dejo al general James Francis Edward Keith con un cuerpo de tropas y cruzó el río para juntarse en la madrugada del 6 de mayo con las tropas de Kurt Christoph Graf von Schwerin, quien cruzó el Elba cerca de Melnik.

El ejército prusiano contaba de 64.000 soldados.[8]

El príncipe Carlos Alejandro de Lorena con 61.000 soldados[8]​tomó una posición fuerte y se decidió a permanecer a la defensiva hasta que llegasen tropas de refuerzo de Daun, que se apresuraba desde Moravia. La izquierda estaba cubierta por el Ziskaberg, una empinada colina que domina el Moldava, a lo largo de su frente corría un profundo barranco y escarpadas, y en su derecha, cruza un pantano con setos, drenajes y diques, que se extiende a una colina cercana a Sterboholy. Su posición se vio reforzada por las obras que se desarrolló a lo largo de la cumbre del precipicio, y fueron defendidos por una artillería numerosa.

La batalla

Temprano en la mañana del 06 de mayo,[9]​ la totalidad de los cuerpos de Prusia formaron y se dispusieron a llevar a los austriacos a una batalla decisiva.

Según los planes de Federico, el príncipe Mauricio debía tender un puente de barcos a través del Moldava por encima de Praga, cruzar el río con toda el ala derecha del cuerpo de Keith, y arremeter contra la retaguardia del enemigo, mientras que el rey atacaba en el frente y flanco.[10]

Schwerin y los otros generales querían disuadirlo de la ejecución de este plan, que creían demasiado audaz. Objetaban estos generales que las tropas habían hecho un largo camino y estaban fatigadas, que el terreno en el que la batalla se libraría parecía inseguro, y no había sido examinado suficientemente. Federico, sin embargo, silenció todos los escrúpulos mediante la observación de que era necesario añadiendo:

"los huevos más frescos son los mejores."[10]

Schwerin, que tenía setenta y tres años de edad,[10]​ con esa vivacidad juvenil por el que fue notable, bajando el sombrero sobre la frente, exclamó:

«Si es preciso ser derrotado, hoy mismo iré á buscar al enemigo allí donde le veo.»[11]

Disposición de las tropas y primeros movimientos.

El general Winterfeld que es quien había examinado superficialmente el campo de batalla no se dio cuenta del suelo tras el que el ala derecha se posicionaba.

Cerca del pueblo de Sterboholy corría un pequeño arroyo, en el que los estanques se forman por medio de las presas. Estos estanques que habían ido secando, y el suelo sembrado de avena. La avena daba la apariencia de una base sólida a puntos que después terminaron siendo pequeños pantanos de fango y barro.


A las once[9]​ comenzó el ataque del ala izquierda de los prusianos. La caballería prusiana tenía superioridad numérica (17.000 prusianos contra 13.000 imperiales[8]​)y por eso fue ella la que inicio el ataque. La caballería imperial comenzó la batalla con ímpetu y fue capaz de rechazar a los prusianos por dos veces. En el tercer ataque, sin embargo, fueron obligados a retroceder. La infantería prusiana ahora marchaba hacia adelante con el ataque a la izquierda, por el pueblo de Potscherwitz, pero su avance se ralentizó en gran medida al comprobar que lo que parecían ser prados eran en realidad estanques secos plantados de avena lo que les obligaron a avanzar hundiéndose hasta las rodillas en el barro y el pantano o marchando sobre diques y caminos estrechos de apenas un metro de ancho.[10]

El príncipe Carlos Alejandro se vio obligado, por el movimiento del mariscal Schwerin, a cambiar su posición echando hacia atrás su ala derecha, y ordenó a su segunda línea avanzar para proteger ese flanco. En consecuencia, tan pronto como los prusianos pudieran formar, fueron recibidos por una línea bien formada asistida por una batería de 12 cañones.[9]​ Dos regimientos prusianos enteros cedieron, y el Rey, acercándose, les echó en cara su comportamiento cobarde. Schwerin se encontraba en el desfiladero cuando vio a su regimiento titubear delante de la batería, picado con los reproches del rey, arrancó una bandera de manos de un alférez y poniéndose a la cabeza de su regimiento grito:


“Cobarde sea quien no se atreva a seguirme[12]​”

El anciano mariscal no dio más de cinco pasos, cuando fue golpeado por cinco balas, cayendo muerto debajo de la bandera que llevaba en las manos. El General Manteufel de inmediato tomó su lugar, pero también poco después cayó muerto por el impacto una bala de cañón.[13]

Muerte del Mariscal Kurt Christoph Graf von Schwerin durante la batalla de Praga. Obra de Karl Röchling y Richard Knötel

Era ya cerca de la una[13]​ y los prusianos habían avanzado a unos sesenta pasos del enemigo pero se vieron obligados a retroceder nuevamente por el ala derecha imperial que bajo las órdenes del Mariscal Browne se precipitaron hacia delante sin darse cuenta que su avance los separaba del resto del ejército lo que sería decisivo para el devenir de la batalla. Este ataque era comandado por Browne en persona, cuando una bala de cañón le destrozó la pierna derecha. Él se cayó de su caballo y se llevó insconciente del campo de batalla. Casi al mismo tiempo[8]​Carlos Alejandro de Lorena, al ver a sus tropas retroceder sucumbió ante un ataque de calambres que le dejo inconsciente por lo que hubo que evacuarlo del campo de batalla. Por lo tanto, el ejército austríaco se encontró durante la mayor parte de la batalla, sin ningún tipo de comandante en jefe, de modo que cada uno de los generales de las divisiones actuaron de forma independiente del resto.[14]

El centro del ejército prusiano había avanzado sin ser molestado, y amenazó el flanco izquierdo del ala derecha imperial. La impetuosidad del ataque de los prusianos era irresistible y obligó a los imperiales a retroceder. El duque de Bevern había pasado mientras tanto, el desfiladero de Hostawitz, y, después de un combate muy encarnizado avanzaron sobre Malleschitz y tomaron una batería que estaba situada más allá de ese pueblo, que, sin embargo, sus tropas se vieron obligadas a abandonar ante el contraataque de las tropas de Konigseck.

El príncipe Enrique procedió contra tres divisiones imperiales, que poseían la ventaja del terreno y estaban secundadas por un artillería muy superior. Estas tropas austriacas trataron de mantener su posición. Las tropas prusianas, subieron a la colina desalojando de sus posiciones a los imperiales. Siete reductos fueron asaltados, después de un combate atroz, y cuando se encontraron el camino cortado por un foso ancho que hizo titubear a las tropas el príncipe Enrique fue el primero que saltó en la zanja haciendo a los soldados avanzar detrás de él hacía un gran reducto que finalmente fue también tomado. La artillería que estaba posicionada en este reducto se volvió contra los austriacos desalojándolos de esa posición, de modo que Bevern fue capaz de volver a tomar el reducto cerca Malleschitz, y la resistencia de los austriacos en retirada se convirtió en más débil. Cuatro veces Konigseck se esforzó por formar una nueva línea de batalla, pero los prusianos constantemente le seguían, por lo que su única posibilidad de protección estaba en Praga.

El Príncipe Enrique de Prusia salta a un foso durante la batalla de Praga. Obra de Karl Röchling y Richard Knötel

A pesar de que el ataque prusiano prosperaba en el centro, el flanco derecho austriaco estaba logrando hacer retroceder a los prusianos por lo que la batalla estaba aún indecisa. Estas tropas avanzaron con gran ímpetu separándose del resto del ejército. Este hecho fue observado por Federico II quien mando algunos batallones a ocupar el espacio dejado vacante por la columna imperial separando el cuerpo central del enemigo. Este movimiento lanzo al desorden a los imperiales e hizo volver a cargar a los prusianos que retrocedían colocando a los imperiales entre dos fuegos. Estas tropas imperiales viendo imposible volver con el resto del ejército se retiraron hacía Benesov con la esperanza de poder unirse a las tropas de Daun.[15]

Disposición de las tropas tras los primeros movimientos y ataques prusianos.


El ala izquierda de los austríacos aún ocupaba su posición original en la Ziskaberg, sin haber disparado un tiro. El ala derecha prusiana bajo el duque Fernando de Brunswick, había pasado el barranco y se subió a los lados escarpados de la colina Ziskaberg. El ejército prusiano había traspasado la línea austríaca, y se abalanzó sobre el ejército imperial desde todos los puntos. Los reductos, sin embargo, que todavía estaban intactos, y defendidos por algunas de las tropas de elite de los granaderos de Austria, resistiendose durante un período considerable de tiempo, pero al final los granaderos tuvieron que ceder ante el ímpetu de los prusianos.

Sobre las tres de la tarde, el combate se dio por terminado.[16]

Después de la victoria de sus compañeros en la orilla derecha del Moldava, el cuerpo de 30.000 prusianos que habían quedado de la margen izquierda para cubrir el contacto inicial entre el ejército y la ruta desde donde le llegaba la comunicación bajo el mando del mariscal Keith impidió que el derrotado ejército imperial pudiera retirarse a la orilla izquierda del Moldava obligándolo a buscar refugio en Praga.

Consecuencias de la batalla

Los prusianos consiguieron la victoria pagando un alto precio. El número de bajas varía según las fuentes éntre los 10.000 hombres[17]​ y los 18.000[16]​ aunque el número real debe estar más cerca de los 14.300 bajas entre muertos y heridos. La muerte más sentida fue la del Mariscal Schwerin pero otros muchos oficiales murieron. Por el lado imperial aunque también varían las fuentes parece acertado decir que hubo alrededor de 12.000 bajas (muertos y heridos) entre los que se encontraba el Mariscal Browne que fue mortalmente herido. Más de 4.000 soldados imperiales fueron hechos prisioneros mientras que cerca de 50.000 soldados se vieron encerrados en Praga sin más posibilidad de socorro que la del Mariscal Daun.

Los prusianos también capturaron 240 piezas de artillería, varios estandartes y las vituallas del ejército imperial.[18]

Tras la batalla Federico II se entretuvo bombardeando Praga perdiendo la opción de avanzar con parte de sus tropas en territorio austriaco.

Poco después el ejército de Daun socorrió Praga y levantó el asedio tras vencer a Federico en la batalla de Kolin poniendo a Prusia en un gran peligro.


Enlaces Internos

Referencias y Bibliografía

  1. a b c Asimov, Isaac . Historia y cronología del mundo. ImprEditorial Ariel, 2006. Pag.403
  2. Campbell, Thomas . Frederick the Great, his court and times, Volumen 2. Colburn, 1844. Pag.28
  3. Campbell, Thomas . Frederick the Great, his court and times, Volumen 2. Colburn, 1844. Pag.28-29
  4. Kohlbaucsh. Historia de Alemania: desde los tiempos más remotos hasta nuestros días. Impr. de M. Álvarez, 1846. Pag.174
  5. Campbell, Thomas . Frederick the Great, his court and times, Volumen 2. Colburn, 1844. Pag.29
  6. a b c Campbell, Thomas . Frederick the Great, his court and times, Volumen 2. Colburn, 1844. Pag.30
  7. Calzada, Bernardo María de; Laveaux, Jean-Charles . Vida de Federico II rey de Prusia, 2. Impr. de Saurí y de Berdeguer, 1844. Pag.27
  8. a b c d G. W. Prothero, Stanley Leathes, Sir Adolphus William Ward, John Emerich Edward Dalberg-Acton Acton (Baron.), Stanley Leathes, G. W. (George Walter) Prothero, Sir Adolphus William Ward, Stanley Leathes, G. W. (George Walter) Prothero, Sir Adolphus William Ward, John Emerich Edward Dalberg-Acton Acton (Baron.). the cambridge modern history. CUP Archive, 1934 Pag.258
  9. a b c Cust, Edward . Annals of the wars of the eighteenth century, compiled from the most authentic histories of the period: 1739-1759. Mitchell's Military Library, 1858. Pag.208
  10. a b c d Campbell, Thomas . Frederick the Great, his court and times, Volumen 2. Colburn, 1844. Pag.31
  11. Kohlbaucsh. Historia de Alemania: desde los tiempos más remotos hasta nuestros días. Impr. de M. Álvarez, 1846. Pag.176
  12. Calzada, Bernardo María de; Laveaux, Jean-Charles . Vida de Federico II rey de Prusia, 2. Impr. de Saurí y de Berdeguer, 1844. Pag.29
  13. a b Cust, Edward . Annals of the wars of the eighteenth century, compiled from the most authentic histories of the period: 1739-1759. Mitchell's Military Library, 1858. Pag.209
  14. Campbell, Thomas . Frederick the Great, his court and times, Volumen 2. Colburn, 1844. Pag 33
  15. Calzada, Bernardo María de; Laveaux, Jean-Charles . Vida de Federico II rey de Prusia, 2. Impr. de Saurí y de Berdeguer, 1844. Pag.30
  16. a b Campbell, Thomas . Frederick the Great, his court and times, Volumen 2. Colburn, 1844. Pag.36
  17. Calzada, Bernardo María de; Laveaux, Jean-Charles . Vida de Federico II rey de Prusia, 2. Impr. de Saurí y de Berdeguer, 1844. Pag.31
  18. Cust, Edward . Annals of the wars of the eighteenth century, compiled from the most authentic histories of the period: 1739-1759. Mitchell's Military Library, 1858. Pag.210

Bibliografía complementaria

  • Millar, Simon; Hook, Adam. Kolin 1757: Frederick the Great's first defeat. Osprey Publishing, 2001.
  • Reddaway, W. F. Frederick the Great and the Rise of Prussia. Hesperides Press, 2008.
  • Longman, Frederick William. Frederick the Great and the Seven Years' War. BiblioLife, 2009.
  • Duffy, Christopher. Frederick the Great: A Military Life. Routledge, 1988.
  • Abbott, John S. C. History of Frederick the Second, Called Frederick the Great. Meyer Press, 2007.
  • Bennassar M-Jacquart J-Lebrun F-Denis M-Blayau N.El Mundo Moderno. Akal Textos. Año 2005
  • Black, Jeremy . Akal Atlas Ilustrado: La Guerra: Del Renacimiento a la Revolución, 1492-1792. Ediciones AKAL, 2003