Asamblea de Cataluña
La Asamblea de Cataluña (en catalán Assemblea de Catalunya) fue un organismo unitario de la oposición antifranquista de Cataluña creado en noviembre de 1971. Sus reivindicaciones fundamentales fueron la exigencia de libertades democráticas, la amnistía general para los presos políticos y la consecución del estatuto de autonomía, que quedaron sintetizadas en el célebre lema de Llibertat, Amnistía, Estatut d'Autonomía. Además de los partidos políticos —todos ellos clandestinos—, formaron parte de ella fuerzas de diversa índole, como organizaciones sindicales, grupos profesionales, representantes del movimiento universitario, del movimiento vecinal, grupos confesionales cristianos, asambleas comarcales, etc., de ahí el enorme eco social que alcanzó. Los objetivos de la Asamblea se alcanzaron durante la transición democrática especialmente cuando las Cortes aprobaron el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979.
Antecedente: el resurgimiento del catalanismo político
Habiendo conseguido sobrevivir a la dura represión de las dos primeras décadas de la dictadura franquista, el catalanismo político resurgió a partir de 1960. El acto fundacional se suele situar en los sucesos del Palau de la Música de Barcelona de mayo de 1960, durante los cuales el público asistente a un acto celebrado en el Palau de la Música Catalana presidido por varios ministros franquistas cantó el Cant de la senyera, que funcionaba como himno alternativo al prohibido Els Segadors. Como presunto responsable de la protesta fue detenido, juzgado y condenado por un tribunal militar a siete años de cárcel Jordi Pujol, a quien también se acusó de ser el autor del panfleto Us presentem al general Franco.[1]
Otros hitos importantes fueron el nacimiento un año antes de los sucesos del Palau, y bajo los auspicios de la Abadía de Montserrat,de la revista Serra d'Or; la fundación en 1961 de la entidad privada Omnium Cultural y de Edicions 62, editorial íntegramente dedicada a la publicación de libros en catalán; la aparición también en 1961 del grupo Els Setze Jutges, primer representante de la Nova Cançó; la petición firmada por 115 intelectuales en 1962 para que se incorporara el catalán a la enseñanza —que no fue atendida—; las declaraciones del abad de Montserrat Aureli Escarré al diario francés Le Monde en 1963 en las que criticó el régimen franquista; la campaña Volem bisbes catalans de 1966 o la del Català a l'escola de tres años después. Todo ello unido a un intensa actividad en los más diversos campos: aplecs de sardanas, recitales, teatro, excursionismo, clases semitoleradas de catalán… Una prueba del impacto que tuvieron lo constituye el hecho de que el 97% de los entrevistados en el informe FOESSA de 1970 afirmaron que querían que sus hijos supieran hablar catalán —entonces fuera del sistema educativo—, a pesar de que sólo el 56% declaraba tenerlo como primera lengua y que sólo el 62% de los habitantes había nacido en Cataluña —incluidos los hijos de los emigrantes—.[2]
En cuanto a la oposición antifranquista en los años 60 y 70 el peso de la misma pasó al PSUC y el primer acontecimiento importante fue La Capuchinada de 1966, así llamada por el convento de los capuchinos de Sarrià que la policía rodeó para proceder a detener a los promotores del ilegal y clandestino Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona que estaban allí reunidos junto con un grupo de intelectuales, quienes entre otras cosas reivindicaban el deber de las universidades de «acoger a las lenguas y culturas nacionales y responsabilizarse de su desarrollo y consolidación».[3]
Nacimiento
Como consecuencia de las acciones emprendidas para conseguir la libertad de los detenidos en la Capuchinada, se fundó la Taula Rodona, un organismo que agrupaba a toda la oposición antifranquista y del que también formó parte el PSUC, por primera vez desde el final de la Guerra Civil, precedente de la Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya, fundada en 1969 e integrada por el Front Nacional de Catalunya, el Moviment Socialista de Catalunya, Unió Democrática de Catalunya y el PSUC. En su manifiesto fundacional la Coordinadora reclamó la amnistía y las libertades políticas y sindicales, así como el restablecimiento del Estatuto de Autonomía de 1932 y la convocatoria de Cortes constituyentes, como paso previo al reconocimiento del derecho de autodeterminación que se extendía a todos los pueblos del Estado español. Con la fundación de este organismo unitario de toda la oposición y la presentación de un programa conjunto «el antifranquismo catalán [se situó] a la cabeza de la oposición española».[3]
Como medio de protesta por el proceso de Burgos la Coordinadora organizó en diciembre de 1970 una Assemblea d'Intel•lectuals celebrada en el Monasterio de Montserrat, cuyo éxito condujo a la formación en noviembre del año siguiente de la Asamblea de Cataluña, «la creación más original y culminante del antifranquismo catalán». Además de los partidos de la Coordinadora se integraron en ella el PSAN —una escisión del Front Nacional de Catalunya—, el PSOE, los sindicatos CC OO y UGT, así como diversos colectivos profesionales y sociales, además de entidades legales y personas independientes.[4]
Objetivos y actuaciones
El programa de la Asamblea se sintetizó en el lema Llibertat, Amnistía, estatut d'autonomia que alcanzó una gran popularidad —su primera campaña Per què l'Estatut de 1932? iniciada en mayo de 1972 obtuvo un notable éxito—, extendiendo su influencia por todo el territorio catalán con más de 40 delegaciones, a pesar de que su comisión permanente fue detenida por la policía en 1973 (113 personas) y en 1974 (67 personas). «Su mayor éxito fue sacar la reivindicación democrática y nacionalista del gueto de los partidos a la calle constatando su implantación social. La Assemblea invirtió la situación: hasta entonces los grupos clandestinos tenían que eludir la represión, con ella el problema era del Gobierno que tenía que combatir en la calle una plataforma ilegal y provocadora, que atraía un número creciente de ciudadanos». Y por otro lado «condenó al fracaso inmediato, faltas de todo tipo de apoyo social, las tentativas de constituir grupos de lucha armada a imagen de ETA como el Front d'Alliberament de Catalunya (FAC), fundado en 1969, que realizó diversos atentados terroristas hasta 1971, la Organització de Lluita Armada (OLLA) surgida en 1972 o el Exèrcit Popular Català (EPOCA), bautizado con este nombre por las notas policiales».[4]
Un momento crucial en la historia de la Asamblea fue el 28 de octubre de 1973 cuando en la Parroquia de Santa María Mitjancera de la ciudad de Barcelona 113 personas representantes de partidos políticos y sindicatos clandestinos pero también de colegios profesionales y asociaciones de vecinos fueron detenidas por la policía franquista (en catalán Caiguda dels 113, caída de los 113). Inmediatamente se inició en Cataluña una gran movilización ciudadana de apoyo a los detenidos y se inició una campaña de solidaridad que tuvo resonancia internacional.
Puntos programáticos
Los cuatro puntos programáticos de la Asamblea de Cataluña fueron los siguientes:
- La reivindicación de libertades sociales y políticas,
- Una amnistía para los presos políticos de la dictadura,
- El restablecimiento en Cataluña del Estatuto de Autonomía de 1932 con todas las instituciones implícitas, como paso previo para la autodeterminación
- Procurar coordinar estas acciones con las organizaciones democráticas del resto del estado español.
Referencias
- ↑ De la Granja, Beramendi y Anguera, 2001, p. 175.
- ↑ De la Granja, Beramendi y Anguera, 2001, p. 176-177.
- ↑ a b De la Granja, Beramendi y Anguera, 2001, p. 177-178.
- ↑ a b De la Granja, Beramendi y Anguera, 2001, p. 178.
Bibliografía
- De la Granja, José Luis; Beramendi, Justo; Anguera, Pere (2001). La España de los nacionalismos y las autonomías. Madrid: Síntesis. ISBN 84-7738-918-7.