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Museo de Bellas Artes de Valencia

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Museo de Bellas Artes de Valencia
Bien de interés cultural

Palacio de San Pío V, sede del museo.
Ubicación
País Bandera de España España
División Comunidad Valenciana Comunidad Valenciana
Localidad Valencia
Dirección Calle de San Pío V, 9
Coordenadas 39°28′45″N 0°22′15″O / 39.479166666667, -0.37083333333333
Tipo y colecciones
Tipo Público
Historia y gestión
Creación 24 de julio de 1913
Administrador Conselleria de Turismo, Cultura y Deporte de la Generalidad Valenciana
(aunque la titularidad es del Ministerio de Cultura de España)
Arquitecto Juan Pérez Castiel
Información para visitantes
Metro Alameda
Sitio web oficial

El Museo de Bellas Artes de Valencia es el museo de pinturas más importante de Valencia, claro referente en cuanto a maestros antiguos, siendo por su relevancia uno de los primeros de España. Tiene relevancia internacional su colección de tablas góticas de los siglos XIV y XV, si bien sus joyas más conocidas son el Autorretrato de Velázquez y una Virgen con el Niño y donante del italiano Pinturicchio.

El Museo de Bellas Artes de Valencia, notorio de la trayectoria artística de la sociedad valenciana y depósito de sus mejores obras referenciales, es el centro museístico, por lo que atañe a pintura clásica, más importante con el que cuenta la Comunidad Valenciana, y ya en sentido más extenso, una de las más ricas pinacotecas de España.
Consuelo Císcar Casabán, Subsecretaria de Promoción Cultural[1]

Historia

En 1913, mediante un real decreto de 24 de julio, el Museo queda desligado oficialmente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, convirtiéndose desde entonces en una institución autónoma dependiente del Estado, y regida por un Patronato.

Durante la Guerra Civil el Museo, por aquel entonces situado en el antiguo convento del Carmen Calzado, fue desmontado y usado como almacén del Tesoro Artístico, y se trasladaron parte de sus fondos a Madrid depositándolos en el Museo del Prado.

D. Manuel González Martí, director del Museo, una vez acabada la guerra realizó las gestiones oportunas para recuperar los cuadros, y el 5 de septiembre de 1939, encargó un informe que evaluase los daños sufridos por el edificio conventual durante la contienda con la intención de rehabilitarlo, hecho que no se llevó a cabo, tomándose la decisión de trasladarlo entonces al Colegio Seminario de San Pío V.

El edificio

Vista este del Museo de Bellas Artes de Valencia, desde la margen izquierda del Turia.

El Colegio de San Pío V, actual sede del Museo de Bellas Artes de Valencia y de la Real Academia de San Carlos, fue fundado por el Arzobispo Juan Tomás de Rocabertí para formación de sacerdotes. Proyectado por Juan Pérez Castiel en 1683, su ejecución se demoró hasta bien entrado el siglo XVIII. Está compuesto por dos partes: el colegio y el templo.

El colegio es de planta cuadrangular dispuesto alrededor de un claustro, y sus dos torres en la fachada que se asoma al antiguo cauce del Turia le dan un cierto aspecto de alcázar, como era frecuente entonces en los monasterios y en ciertos palacios de la ciudad. En dicha fachada destaca el almohadillado de las esquinas, en forma de puntas de diamante, los frontones alternados rectos y curvos que coronan las ventanas, las cornisas y los remates de jarrones y bolas.

El templo se adosa a este rectángulo con su planta octogonal y su gran cúpula de teja vidriada azul, reconstruida después de haber sido derribada en 1925. Es de destacar también su fachada, obra de José Minguez con dos pisos, pilastras en resalte y un frontón curvilíneo que la remata, todo lo cual se sitúa en el paso del barroco al neoclasicismo. Entre 1820 y 1826 fue sede de la Beneficencia, y en 1835 pasó a depender del Estado, que lo dedicó a almacén de provisiones del ejército y, durante la Guerra Civil, a hospital militar. Tras el conflicto pasó a albergar el Museo de Bellas Artes de Valencia.

Colección

Pintura de los siglos XIV, XV, XVI

Gótico

Las piezas de artistas valencianos de los siglos XIV y XV, que hacen que el Museo esté especializado en pintura gótica. Posiblemente la colección de tablas góticas de los pintores medievales llamados «primitivos valencianos» (s. XIV-XV) es la que más renombre da al Museo de Bellas Artes de Valencia, tanto por la calidad como por el completo discurso artístico.

La extensa colección de primitivos valencianos, son tablas góticas de los pintores medievales de la región, creadas desde finales del siglo XIV y todo el XV. Son retablos ya completos o fragmentos de ellos. La técnica empleada es al temple casi en exclusiva, procedimiento que estará vigente hasta bien entrado el siglo XV. Entre los autores foráneos, merece mención especial el italiano Gherardo Starnina, con un retablo completo fechable hacia 1400. También existen ejemplos representativos de la escuela flamenca, que fue introduciendo la técnica al óleo, que permite un colorido más denso y un manejo más dúctil.

Las pinturas valencianas más antiguas del Museo son las Escenas de la vida de San Lucas, cuatro tablas provenientes de la iglesia de San Juan del Mercado, del Maestro de Villahermosa (final XIV). A través de Lorenzo Zaragoza (Santa Catalina y San Francisco), el Reino de Valencia recibe tendencias pictóricas de Cataluña, vinculadas al arte italogótico (toscano y sienés del XIII, influido por el bizantino).

A partir de 1400 los talleres autóctonos, con modelos propios, alcanzan la madurez de la pintura medieval valenciana, comparable al arte más bello y refinado de Europa. Durante el siglo XV se desarrollan dos estilos:

El gótico internacional, primera mitad del s. XV, que fusiona diversas tendencias en un nuevo estilo de líneas sinuosas, de preciosismo refinado y detallista, como en el extraordinario Retablo de Fray Bonifacio Ferrer o de los Sacramentos (1398), obra de gran perfección técnica (atribuido a Gerardo Starnina). El Retablo de la Santa Cruz, de Miquel Alcanyís, obra maestra por su intenso dinamismo. El Retablo de San Martín, Santa Úrsula y San Antonio, de Gonçal Peris Sarrià, pintor elegante y de refinado trazo de líneas, cuadro más representativo del estilo internacional. También pintó la pequeña tabla bifaz de la Verónica de la Virgen y la Anunciación. Otro pintor de esta época es Pere Nicolau, también presente en el Museo con el retablo de los Gozos de la Virgen. El estilo flamenco (segunda mitad del s. XV), es menos idealizado, y con mayor captación de la realidad cotidiana, pero aún con convencionalismos como el fondo dorado. Destacan las obras del Maestro de Bonastre, Díptico de la Anunciación, con una técnica impecable y preciosista, o el más modesto Maestro de Altura, con una Santa Catalina a mitad camino entre el estilo internacional y flamenco. Jaume Baço, Jacomart, que antes de 1451 trabajó en Nápoles, tiene estilo protorrenacentista, de influencia flamenca y quatrocentista. Pintó la tabla de San Jaime y San Gil, donde continúa la concepción espacial e iconográfica medieval, pero con figuras más humanas. Joan Reixach pintó el Tránsito de la Virgen y la predela con escenas de la Pasión, donde huye del fondo áureo y hace un paisaje descriptivo, con escenas de la Pasión de Cristo.

Otras obras no valencianas del Museo son la Virgen de la Leche del castellano Pedro Berruguete, el gran tríptico de la Pasión obra de un seguidor o del taller de El Bosco, una tabla bifaz con la representación de la Virgen Anunciada y Santa Isabel con San Juanito, de la mano de un seguidor de Hugo van der Goes. Destaca también la Coronación de María y los santos Pedro y Pablo, pequeña tabla de procedencia italiana del primer cuarto del siglo XIV adjudicada al pintor de San Pietro di San Simone.

En el tránsito del siglo XV al XVI existieron en Valencia una serie de pintores con unas características bien definidas, pudiéndose denominar como protorrenacentistas, y que mezclaban elementos italianos con flamencos. Entre estos está la figura de Rodrigo de Osona, su hijo Francisco o un Vicente Macip anterior a su conocimiento de la pintura de los Hernandos o de Sebastiano del Piombo, que harán cambiar su estilo. Junto a estos hay otros pintores menos innovadores como Nicolás Falcó, con su gran retablo del Convento de la Puridad, con esculturas hechas por Onofre, Pablo y Damián Forment, el Maestro de Perea o el Maestro de Artés.

Entre los artistas representados: Miquel Alcanyís, Pere Nicolau, Jacomart, Vicente Macip, Bartolomé Bermejo, Joan Reixach, Martí Torner, Maestro de Alcira y Nicolás Falcó.

Renacimiento

Obras de Paolo de San Leocadio, Yañez de la Almedina, Vicente Macip, Joan de Joanes, Nicolás Borrás, Pedro Berruguete, Tiziano, Giovanni Baglione, Massimo Stanzione, Giovanni Bizzelli, Quentin Massys, El Greco, Pieter Coecke y el italiano Pinturicchio, con su único ejemplo en España.

Pinturas de los siglos XVII y XVIII

Obras de Francisco Ribalta, José de Ribera, Diego Velázquez (Autorretrato), Murillo, Juan de Valdés Leal, Luca Giordano, Francisco de Goya, Asensio Juliá, Jan van Goyen, Marten de Vos, Corrado Giaquinto, Evaristo Muñoz, Vicente Castelló, Pedro de Orrente, Mathias Stomer, Antonio Palomino, Van Dyck, Daniel Seghers, Alonso Cano, Juan de Pareja, Andrea Vaccaro, Pieter Brueghel el Joven, Claude Joseph Vernet, Francisco Bayeu, Pieter van Lint, Juan de Arellano, Mariano Salvador Maella, José Camarón Boronat, y Frans van Bloemen (apodado Horizzonte).

Pinturas de los siglos XIX y XX

Obras de Vicente López Portaña, Joaquín Mir, Benjamín Palencia, Jenaro Pérez Villaamil, Darío de Regoyos, Carlos de Haes, Federico de Madrazo, Raimundo de Madrazo, Leonardo Alenza, Aureliano de Beruete, Antonio Muñoz Degrain, Antonio María Esquivel, Valentín de Zubiaurre, Francisco Pradilla, Eduardo Rosales, Agustín Esteve, Ignacio Zuloaga, Santiago Rusiñol, Martín Rico, José Benlliure, Ignacio Pinazo, Joaquín Sorolla y Cecilio Plá.

Obras sobre papel

Tanto la colección de dibujos como de grabados, que superan los 10.000, permanecen normalmente guardadas debido a su fragilidad, pues requieren especiales condiciones de temperatura e iluminación. Aparte de consultas puntuales, tan sólo se exhiben en exposiciones temporales. Destaca el enorme fondo de grabados de Giovanni Battista Piranesi, unos 880 que en su mayor parte fueron adquiridos en el mismo siglo XVIII.

Arte contemporáneo, Escultura, Arqueología y Artes Decorativas

Dispone además de una interesante muestra de arte contemporáneo; un pabellón de escultura, con obras desde la Edad Media hasta el siglo XIX y una importante colección arqueológica,con piezas ibéricas, romanas e islámicas; además de albergar periódicas muestras temporales de artes plásticas; y objetos de época, entre ellos mobiliario, vidrios, cerámicas, textiles y piezas en metal.

Galería

Referencias

  1. Fechado el Miércoles, 19 Junio, 2002. Texto recogido desde la fuente: e-valencia.org bajo licencia creative by-sa

Véase también

Enlaces externos