Áspero (Caral)
Áspero, llamado también El Áspero, es un complejo arqueológico que se halla situado cerca de la desembocadura del río Supe, al sur de Supe Puerto, en la costa central del Perú. Pertenece al periodo arcaico tardío, de 3000 a 1800 a. C. y está relacionado con la antigua ciudad de Caral, situada en la parte media del mismo valle de Supe, de la que presumiblemente fue su centro pesquero.
Ubicación geográfica
Está situado en la margen derecha del río Supe, a 2 km al sur del puerto del mismo nombre, a unos 500 m del Océano Pacífico, en medio de cerros arenosos, humedales y campos de cultivo. Pertenece a la jurisdicción del distrito de Supe Puerto de la provincia de Barranca del departamento de Lima. Para llegar hasta el sitio se debe recorrer una vía afirmada de 2 km al suroeste de la Plazuela Grau, por la Urbanización Pérez de Cuellar. En cada esquina del distrito hay carteles para saber bien la ubicacion , o si no preguntas a la poblacion,
Estudios
La primera descripción de este sitio la hizo el arqueólogo alemán Max Uhle. Luego fue estudiado por Gordon R. Willey y John Corbett (1954). Estos arqueólogos lo identificaron como un sitio precerámico, pues aunque hallaron restos de alfarería en los basurales, estos pertenecían a una época posterior a los monumentos del complejo.
En los años 1970 Robert A. Feldman reexaminó el lugar y describió las estructuras llamadas «Huaca de los Ídolos» y «Huaca de los Sacrificios», las cuales se distinguen por exhibir recintos de tipo ritual en sus plataformas superiores. En la Huaca de los Ídolos, Feldman halló figurillas humanas elaboradas con barro crudo, es decir, no sometido a cocción. Y en la Huaca de los Sacrificios halló entierros humanos.
En la década de 1980 el sitio fue abandonado y un gran sector del mismo se convirtió en un basurero municipal de los distritos de Supe Puerto y Supe.
A partir de 1997, los descubrimientos en Caral suscitaron el interés en la investigación de Áspero, como exponente del desarrollo civilizatorio andino en la zona del litoral marino.
En el 2005 el Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe (PEACS), con Ruth Shady y Daniel Cáceda a la cabeza, firmó un convenio de cooperación interinstitucional con la Municipalidad de Supe, que proveyó de maquinarias con las que se removió unas 8.400 toneladas de basura moderna que se había acumulado en el sitio durante casi 30 años. Se iniciaron así los trabajos de investigación, conservación y puesta en valor del sitio arqueológico.
En el 2009, tras cuatro años de labor, el PEACS mostró los primeros resultados de sus investigaciones. Estos resultados sustentaron la implementación de un circuito complementario al de Caral, pues según todos los indicios, Áspero estuvo vinculada a esta ciudad, debiendo haber sido su centro pesquero. Las investigaciones continúan.
Cronología
Los monumentos se ubican entre 3000 y 2500 a. C. La Huaca de los Sacrificios ha arrojado fechados de 2930 a 2553 a. C. y la Huaca de los Ídolos de 3055 a 2558 a. C.
Descripción
El complejo ocupa 18.75 hectáreas, espacio en el que se distribuyen aproximadamente 30 edificios, alguno de ellos de características monumentales, como la Huaca Alta, la Huaca de los Ídolos y la Huaca de los Sacrificios. También existen construcciones menores, como unidades residenciales de elite, depósitos subterráneos, conjuntos habitacionales, etc.
Los monumentos de Áspero se caracterizan por ser de forma piramidal, con plataformas superpuestas y con una escalera en el centro de su fachada que conduce hacia la cima de la construcción, donde se levantan recintos pequeños con frisos y nichos de adobe. Están construidas con piedras sin trabajar, unidas con barro. Estas pirámides se distribuyen alrededor de un espacio abierto o plaza central, hacia el cual fueron orientadas las fachadas. Lo que fuera la plaza central se encuentra ahora convertida en campo de cultivo y en un totoral.
La Huaca Alta es la de mayor tamaño y se ubica en la parte más alta del sitio, por lo que se deduce que era la principal construcción. Ha sufrido la depredación de los huaqueros desde principios del siglo XX, a tal extremo que quedó ahuecada la estructura.
La Huaca de los Ídolos lleva ese nombre porque Feldman halló en su zona más alta una docena de figurillas humanas modeladas en arcilla blanca, pero sin haber sido sometidas a cocción. Se hallaban bajo el piso y estaban rodeadas por canastilla y hojas de chira, lo que indica que formaban parte de una ofrenda votiva.
La Huaca de los Sacrificios se llama así por haberse hallado en ella entierros humanos, entre ellos los de dos niños, posiblemente sacrificados. Tiene un diseño más complicado que el de las anteriores pirámides
Entierros humanos
Feldman encontró en la sección superior de Huaca de los Sacrificios el entierro de un adulto sin ofrendas y el de un bebé, que se hallaban debajo de una piedra con cuatro patas. El bebé estaba ligeramente flexionado sobre su hombro derecho y tenía la cabeza hacia el norte. Asimismo, estaba envuelto en un tejido de algodón y metido en un cesto, a su vez envuelto en tela de algodón blanco. Se cree que se trata de un infante perteneciente a la clase dirigente, pues tenía un collar compuesto por unas 500 cuentas hechas en molusco, huesos y piedras.
Los arqueólogos del PEACS encontraron tres entierros más: dos niños de 8 y 10 años, respectivamente, y un neonato. Fueron posiblemente sacrificados, pues los cráneos de los niños muestran claras evidencias de haber sufrido un fuerte golpe que les ocasionó la muerte.
Función
La presencia humana en el litoral de Supe se remonta a 5.000 a.C. Los pobladores vivían entonces en aldeas protegidas por las colinas ubicadas entre las pequeñas quebradas arenosas, que eran las rutas obligadas hacia las playas. Dichas poblaciones se dedicaban a la pesca, la extracción de moluscos, la recolección de plantas y la caza de animales terrestres en las lomas y el bosque ribereño.
Durante el periodo Arcaico Tardío (3.000-1800 a. C.), la población de Áspero creció y se constituyó en ciudad, participando en el proceso de formación de la primera civilización andina, surgida en la región, con centro en Caral. Además de las actividades pesqueras y agrícolas, los pobladores de Áspero aprovechaban los humedales aledaños, donde crecían juncos, cuya fibra se usaba en la fabricación de diversos enseres.
Hacia el 2.000 a.C., Áspero empezó a decaer, lo cual se infiere al notarse la pérdida de calidad en sus edificios, así como el progresivo abandono de algunos de ellos. Catástrofes naturales acentuarían la crisis. Finalmente, las principales edificaciones de Áspero fueron destruidas, aparentemente por grupos humanos foráneos, que se instalaron en algunos edificios y se dedicaron al aprovechamiento de los recursos marinos.
Importancia
Junto con Caral, El Áspero forma parte de la “zona capital” donde surgió la civilización andina. Sus monumentos serían expresiones de organizaciones políticas equiparables a jefaturas o señoríos; en el plano económico, su población vivía principalmente de los recursos extraídos del mar y del río, mas no de la actividad agrícola. Sus excedentes de origen marino lo intercambiaban con las poblaciones de los valles vecinos, obteniendo así lo que no producían: algodón y alimentos de origen vegetal.
...Hace 5000 años, durante el período Arcaico Tardío (3000 - 1800 a.C.), la población concentrada en Áspero participó en el proceso de formación de la primera civilización andina. La extracción de recursos marinos, en especial de peces - como anchovetas y sardinas - y de mariscos, le permitió integrar la red de intercambio con los pobladores del interior del valle, entre éstos los de la Ciudad Sagrada de Caral. De ellos obtuvo, en particular, la fibra de algodón, necesaria para la manufactura de redes y sedales de pesca, los mates para flotadores y productos vegetales para su alimentación…[1]
Referencias
- ↑ SHADY, Ruth; CÁCEDA, Daniel: Áspero, la Ciudad Pesquera de la Civilización Caral, Proyecto Especial Arqueológico Caral - Supe / INC, 2008, pp. 6).
- Bibliografía
- Shady Solís, Ruth – Cáceda Guillén, Daniel – Crispín Balta, Aldemar – Machacuay Romero, Marco – Novoa Bellota, Pedro – Quispe Loayza, Edna: Caral. La civilización más antigua de las Américas: 15 años develando su historia. Zona Arqueológica Caral-Supe/MC. Lima, 2009. ISBN 978-612-45179-0-7
- Kauffmann Doig, Federico: Historia y arte del Perú antiguo. Tomo 1, pp. 132-133. Lima, Ediciones PEISA, 2002. ISBN 9972-40-213-4
- Kaulicke, Peter: Los orígenes de la civilización andina. Tomo I de la Historia General del Perú, p. 224. Lima, Editorial BRASA S.A., 1994.
- Silva Sifuentes, Jorge E. T.: «Origen de las civilizaciones andinas». Incluida en la Historia del Perú. Lima, Lexus Editores, 2000. ISBN 9972-625-35-4
- Villanueva Sotomayor, Julio R.: El Perú en los tiempos antiguos. Historia Preínca e Inca, p. 51. Publicado por el diario “Ojo”, edición fascicular, 2001. Edición e impresión: Quebecor World Perú S.A. Depósito Legal: 150103 2001 - 2408