Relación agua-suelo
Según la propuesta por Briggs,[1] que se considera todavía válida, el agua circulando en el suelo está compuesta por 3 fracciones: Agua higroscópica, agua capilar y agua gravitacional.
El agua en el suelo
Agua higroscópica
El agua higroscópica o molecular es la fracción del agua absorbida directamente de la humedad del aire. Esta se dispone sobre las partículas del terreno en una capa de 15 a 20 moléculas de espesor y se adhiere a la partícula por adhesión superficial. El poder de succión de las raíces no tiene la fuerza suficiente para extraer esta partícula de agua del terreno. En otras palabras esta porción del agua en el suelo no es utilizable por las plantas.
Agua capilar
El agua capilar es la fracción del agua que ocupa los microporos, se mantiene en el suelo gracias a las fuerzas derivadas de la tensión superficial del agua. Esta fracción del agua es utilizable por las plantas, es la reserva hídrica del suelo. La capacidad de algunas sustancias de absorber o ceder humedad al medio ambiente también es sinónimo de higrometria.
Agua Gravitacional
El agua gravitacional o drenable, es la fracción del agua que ocupa los macroporos de 10 micras de diametro (zona no saturada) Se infiltra arrastrada por la fuerza de gravedad a las capas mas profundas. Utilizable por las plantas si se encuentra en el estrato reticular de la misma.
Características físico - mecánicas de los suelos
Las características físico - mecánicas de los suelos tienen importancia para su uso como materiales de construcción y para los fines de riego y drenaje, razón por la cual deben determinarse cuidadosamente en laboratorio.
Las principales características físico - mecánicas de los suelos son:
Referencias
- ↑ Briggs, L.J. - 1897. The Mechanics of the Soil Mixture. U.S. Dept. Agr.Bur. Soil, Bull, 10.
- Constantino Constantinidis. Bonifica ed Irrigazione. Edagricola, Bologna, 1970.