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Gustavo Rojas Pinilla

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Gustavo Rojas Pinilla


45.º Presidente de la República de Colombia
de facto
13 de junio de 1953-10 de mayo de 1957
Predecesor Laureano Gómez
Roberto Urdaneta (en funciones)
Sucesor Junta Militar de Gobierno:
* Gabriel París (presidente)
* Deogracias Fonseca
* Rafael Navas Pardo
* Rubén Piedrahita
* Luis Ernesto Ordónez


Ministro de Correos y Telégrafos
3 de diciembre de 1949-7 de agosto de 1950
Presidente Mariano Ospina Pérez
Predecesor José Vicente Dávila Tello
Sucesor José Tomás Angulo


Comandante de Las Fuerzas Militares de Colombia
1950-1 de junio de 1951
Presidente Laureano Gómez Castro
Sucesor Régulo Gaitán

Información personal
Nacimiento 12 de marzo de 1900 Ver y modificar los datos en Wikidata
Tunja (Colombia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 17 de enero de 1975 Ver y modificar los datos en Wikidata (74 años)
Melgar (Colombia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Infarto agudo de miocardio Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Cementerio Central de Bogotá Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Colombiana
Religión Católica
Familia
Cónyuge Carola Correa Londoño
Hijos Gustavo Rojas Correa
María Eugenia Rojas Correa Carlos Rojas Correa
Educación
Educado en Trine University
Universidad Militar Nueva Granada
Información profesional
Ocupación Militar, ingeniero civil, político
Rama militar Ejército Nacional de Colombia Ver y modificar los datos en Wikidata
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata
Partido político Movimiento de Acción Nacional
Tercera Fuerza
Alianza Nacional Popular (ANAPO)
Distinciones
  • Gran Cruz, clase especial, del Mérito de La República Federal de Alemania (1953) Ver y modificar los datos en Wikidata

Gustavo Rojas Pinilla (Tunja, 12 de marzo de 1900- Melgar, 17 de enero de 1975) fue un militar, ingeniero civil y político colombiano que tras un golpe de Estado al titular Laureano Gómez, ocupó la presidencia de Colombia del 13 de junio de 1953 al 10 de mayo de 1957.

Su mandato se caracterizó por la realización de grandes obras de infraestructura, el inicio del proceso de despolitización de la Policía, la traída del servicio de televisión al país y puso término a la primera etapa de la época conocida como La Violencia, al llegarse a una tregua con las guerrillas liberales y estableciendo un gobierno avalado por el Ejército y otros miembros de la sociedad colombiana. Durante su mandato se le reconoció en 1954 el derecho al voto a las mujeres. Construyó el aeropuerto El Dorado en Bogotá, el Hospital Militar Central de Bogotá, la calle 26 y el Centro Administrativo Nacional (CAN), además de fundar el SENA y el programa SENDAS.

Biografía

Gustavo Rojas Pinilla fue el quinto hijo de seis hermanos de la familia conservadora formada por el coronel Julio Rojas Jiménez, quien se había desempeñado como oficial durante la Guerra de los Mil Días, y Hermencia Pinilla Suárez. Nació el 12 de marzo de 1900 en Tunja en donde pasó sus primeros años así como en Villa de Leyva, y en una propiedad rural en Arcabuco, Boyacá.[1]

Inició su carrera militar en la Escuela de Cadetes en el año 1920. Hacia 1923 fue ascendido a teniente del Ejército mientras se encontraba asignado en Manizales. En 1924 solicitó el retiro del servicio activo para poder realizar sus estudios de Ingeniería Civil en el Tri-State College, en Indiana, donde obtuvo el título de ingeniero civil en 1927. A partir de ahí empezó a participar en la construcción de carreteras y otras obras de ingeniería dentro de su carrera militar.

En 1932 fue reintegrado al servicio activo para participar en la guerra con Perú. El año siguiente fue asignado al puerto de Buenaventura como comandante de la Batería de Costa e ingeniero militar de la región aún dentro del marco de la defensa del país en caso de algún ataque peruano.

En 1936 él fue ingeniero del departamento técnico de la fábrica de municiones del Ejército, y como tal fue enviado en misión especial a Alemania, con el fin de obtener la maquinaria necesaria para fabricar las municiones en Bogotá. A su regreso a Colombia, fue nombrado jefe del departamento técnico de la fábrica de municiones.

En 1943 fue enviado a Estados Unidos para adquirir de ese gobierno armas y otros elementos para las Fuerzas Militares. En 1944 fue subdirector de la Escuela Superior de Guerra, y en 1945 director de la Aeronáutica Civil. Fue allí donde presentó su proyecto de aeropuertos bajo el nombre "Pistas de aterrizaje en Colombia", que le sirvió de tesis para su ascenso a coronel del Ejército y que más tarde se materializaría en el aeropuerto El Dorado de Bogotá y de otras ciudades durante su mandato presidencial.

En 1946, ya siendo coronel, fue nombrado comandante de la Primera Brigada en Tunja y en 1948 nombrado comandante de la Tercera Brigada en Cali. Allí ganó mayor visibilidad al lograr pacificar la rebelión ocurrida en esa zona a consecuencia del asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, ganándose el reconocimiento del presidente conservador Mariano Ospina Pérez y a su vez de las principales directrices del partido conservador. El 11 de octubre del año siguiente fue ascendido al grado de general y el 18 de octubre asignado al comando de la Brigada de Institutos Militares. El 3 de diciembre de 1949 nombrado Ministro de Correos y Telégrafos.

El partido conservador se encontraba dividido entre los seguidores de Laureano y los seguidores de la familia Ospina. Los Ospina no estaban contentos con la labor de Laureano y menos con los poderes autoritarios que estaba adquiriendo; en particular el expresidente Mariano Ospina Pérez había buscado una alianza con el ejército a través de Rojas Pinilla. Más tarde apoyarían el golpe con la vocería de doña Berta Hernández de Ospina. Entre los que apoyaron el golpe estaban los políticos Gilberto Alzate Avendaño y Lucio Pabón Núñez. Es por esto que el expresidente Darío Echandía calificó el golpe militar de Rojas como un "golpe de opinión".

Laureano Gómez había permanecido ausente del palacio presidencial por razones de salud, no gobernaba enteramente, sino que ejercía parcialmente el control del gobierno recibiendo y enviando razones a Roberto Urdaneta que lo reemplazaba en calidad de primer designado.

Todos estos fueron factores que contribuyeron a preparar el terreno para la aceptación del golpe de estado de 1953 como un acontecimiento deseable.

El golpe de Rojas Pinilla no fue del todo planeado sino que se dio en forma espontánea a medida que se desarrollaban los acontecimientos. El general Rojas habría pensado en dar un golpe, en caso de emergencia, en contra de Laureano Gómez, con el fin de asegurar la permanecía de Roberto Urdaneta en el gobierno. Dado que Urdaneta no aceptó y que Laureano reasumió el mando pero se hallaba en la casa de su yerno "haciendo pandeyucas", Rojas fue animado por sus subalternos militares a tomarse el poder, decisión que tomó la tarde del día del golpe, el 13 de junio.

El 13 de junio, Rojas cumplió su objetivo de realizar el golpe sin derramamiento de sangre: ninguna persona murió, incluso ordenó la protección de la casa y vida de la familia de Laureano horas después del golpe para que no fuera quemada por extremistas, entre otros motivos porque Rojas no deseaba ser visto como un asesino ya que uno de sus lemas personales y de gobierno fue la pacificación del país.

Primera reelección

El año siguiente, al término del "periodo en curso", el 3 de agosto de 1954, Rojas logra que la Asamblea Nacional Constituyente, en ese momento mayoritariamente compuesta de conservadores, reafirmara su posesión y que lo reeligiera para el periodo siguiente, es decir, hasta 1958. La Asamblea de algo más de 90 delegados estaba compuesta de 56 conservadores, alrededor de 13 o 15 liberales, 2 del ejército, 2 de la Iglesia Católica y el resto de Rojas Pinilla.

El 25 de octubre, la Asamblea aprobó el cambio constitucional para extender el sufragio a las mujeres, derecho que fue ejercido efectivamente tres años más tarde.

Esta vez separándose del apoyo bipartidista que lo había llevado al poder y creando lo que llamó la "Tercera Fuerza". Con este propósito, el general formuló un reordenamiento del país bajo la alianza de los trabajadores, clases medias y militares, sustentado en principios católicos tomados de la doctrina social de la Iglesia y en los ideales bolivaristas.

Tan pronto como el Ministro de Gobierno, Lucio Pabón Núñez, anunció públicamente, el 9 de enero de 1955, la formación del nuevo partido "Movimiento de Acción Popular" para respaldar la gestión de Rojas, los partidos tradicionales decidieron oponerlo activamente. Usando los periódicos aún bajo su control -a pesar de la censura que venía siendo impuesta sobre ella desde el gobierno de Laureano- y explotando cualquier error gubernamental, lograron el apoyo de la Iglesia y los comerciantes, y recuperar adeptos en la población.

Dictadura

La armonía entre el gobierno y los dirigentes civiles se rompe cuando en un incidente en la Universidad Nacional, varios estudiantes conmemorarían la muerte de un estudiante llamado Gonzalo Bravo Páez ocurrida 25 años atrás, pero todo culminó con la muerte de un estudiante Uriel Gutiérrez el 8 de junio de 1954 y al día siguiente, 9 de junio, los universitarios marcharon hacia el centro, para protestar por el asesinato de su compañero, pero fueron abaleados por el Batallón Colombia, veteranos de la Guerra de Corea con un saldo de 12 muertos, aunque el gobierno argumentó que tal acción la había cometido el comunismo y la oposición laureanista. Rojas decide asumir la dictadura militar.

Censura y represión

La dictadura militar de Rojas Pinilla se caracterizó por mantener un continuo enfrentamiento con la prensa, con la expedición de normas legales que pretendían proteger a funcionarios de posibles injurias y calumnias. Igualmente el régimen fomentó la creación de una prensa estatal y paraestatal subsidiada por el gobierno y en el hostigamiento legal, tributario y comercial de los periódicos de oposición.[2]

Rojas Pinilla instaura la censura y posterior clausura de los diarios de oposición El Tiempo, El Espectador el Diario Gráfico y El Siglo, aunque los dos primeros los deja funcionando posteriormente respectivamente bajo los nombres de Intermedio y El Independiente que funciona efímeramente en 1955. Igualmente varios periódicos son multados y les fue aplicada la censura previa.[3][4][5]

Así mismo, el régimen de Rojas Pinilla instauró la persecución religiosa contra el protestantismo, incluyendo el encarcelamiento de una misionera estadounidense de 82 años acusada de proselitismo comunista, lo que motivó la preocupación y protestas del gobierno de ese país.[5]

Incidentes en la plaza de toros

El domingo 29 de enero de 1956, la hija de Rojas Pinilla, María Eugenia de Moreno y su esposo fueron objeto de sonora rechifla durante una corrida toros en la plaza de toros de Santamaría en Bogotá en contraste con la ovación ofrecida minutos antes a Alberto Lleras Camargo líder de la oposición liberal al régimen; testigos presenciales recuerdan que cuando el torero ofreció el toro a María Eugenia frente al palco presidencial, el público le gritaba: "No se lo ofrezca porque se lo lleva a Melgar".[6][5]

El domingo siguiente, 5 de febrero, se produjo la represalia. Investigadores afirman que el gobierno estableció un plan que incluyó la compra de miles de boletas para sus detectives y agentes, con el fin de vengar el honor escarnecido de María Eugenia y su esposo. A quienes cantaban "Lleras sí, otro no", y a los que se negaban a vitorear a María Eugenia, los agentes del Servicio de Inteligencia Colombiano los molieron a palos, los lanzaron por las graderías del circo, los golpearon con yataganes o a puntapiés. El número exacto de muertos y heridos nunca se pudo precisar. Los muertos de ese día fueron enterrados sin nombre. Hoy es imposible dar un número concreto de víctimas. La noticia no salió reseñada en ningún medio colombiano por la censura existente pero la agencia UPI si transmitió la noticia a sus abonados en todo el mundo lo que le costó el exilio a su director de corresponsales Carlos J. Villar Borda. El Diario de Colombia, periódico oficial de la dictadura, calificó los hechos como “triviales y baladíes, de ocurrencia cotidiana”. El periódico El Catolicismo, mientras tanto, se preguntaba: “¿En qué cabeza civilizada pudo nacer la idea de aleccionar a golpes de manopla y cachiporra?” y para el cardenal Crisanto Luque Sánchez, la Santamaría se convirtió ese día “en el escenario de un espectáculo harto más sangriento que las suertes de la tauromaquia”.[7][8][9][5]

Pacto bipartidista

Los diálogos entre los conservadores, inicialmente liderados por Laureano Gómez y seguido más tarde por Mariano Ospina Pérez, y liberales, liderados por Alberto Lleras Camargo, para calmar los odios y diferencias fue preparando el camino para lo que se llamaría el Frente Nacional. Primero fue el acuerdo de Benidorm (España) el 24 de julio de 1956 en donde reconocieron la responsabilidad compartida en la decadencia de la democracia y empezaron a buscar la fórmula igualitaria; luego el pacto del 20 de marzo de 1957, en donde se oponen firmemente a la reelección de Rojas para el periodo siguiente y apoyan las elecciones libres; luego la declaración de Sitges (España), en donde confirman que los dos partidos compartirían el poder en partes iguales durante 16 años y la presidencia se alternaría cada cuatro años entre los dos partidos, y por último el Pacto de San Carlos de noviembre de 1957 en donde tuvieron que arreglar las diferencias con Laureano Gómez que había llegado en octubre de su exilio en España.

Segunda reelección

En noviembre de 1956 Mariano Ospina Pérez renuncia a la dirección de la Asamblea Nacional Constituyente como protesta al intento de Rojas de poner 25 miembros más en la Asamblea para asegurarse la reelección. Presidida por Lucio Pabón Núñez, la ANAC fue convocada el 22 de marzo, pero los miembros de la oposición, liderados por Guillermo León Valencia elegido como candidato presidencial bipartidista, según lo pactado en Benidorm, para oponer resistencia al deseo de reelección de Rojas Pinilla, abandonaron las deliberaciones pues no se les permitió leer el manifiesto bipartidista en el cual seis ex presidentes señalaban que Valencia era el jefe del movimiento contra el gobierno. Los miembros de la ANAC leales al gobierno disolvieron la Constituyente, que fue convocada nuevamente para el 11 de abril, pero con nuevos y complejos sistemas de elección que aseguraban total fidelidad al gobierno y absoluta exclusión de la oposición. Reunida la nueva Constituyente, en su primera sesión del 30 de abril de 1957 se presentó la moción para reelegir al jefe supremo por cuatro años más, luego de que expirara su periodo el 7 de agosto de 1958.[10]

Esto desencadenó una oposición todavía más agresiva contra el gobierno, sobre todo cuando Guillermo León Valencia el 1º de mayo fue puesto bajo arresto domiciliario en la casa donde se hospedaba en Cali, y es llevado a Bogotá el 3 de mayo. Valencia y el jefe liberal de la oposición, Alberto Lleras Camargo, acordaron entonces anticipar los planes de derrocar a Rojas y a su gobierno a través de manifestaciones estudiantiles, un cierre general de la industria, comercio, banca, etc., y huelgas, acciones que estaban previstas para junio o tal vez un poco después. Sin embargo los acontecimientos se desencadenaron con la detención de Valencia".[10]​ A su vez, Rojas Pinilla usa como explosión de los camiones de dinamita en Cali en la madrugada del 7 de agosto de 1956 para atacar a los pactos bipartidistas de conspiradores y responsables de dicho incidente aunque por otro lado su hija María Eugenia encabezaba las ayudas a los damnificados a nombre del SENDAS.[11]​ Por otra parte las guerrillas que no se habían acogido a la amnistía o habían vuelto a las armas se desempeñaron como bandoleros.

Caída y exilio

La reelección de Rojas no se llevó a cabo ya que los partidos, la Iglesia, los estudiantes, la banca y la industria y los sindicatos declararon un paro nacional desde el 6 de mayo en contra de su reelección, paro conocido como las jornadas de mayo. En la madrugada del 10 de mayo de 1957 Rojas aceptó retirarse y en su sustitución nombró un gobierno militar de transición. A las 9 y 30 de la mañana anunció su renuncia a todo el país a través de la Radio Nacional de Colombia, acordó los miembros de la Junta Militar y partió al exilio ese mismo día a España, la misma nación que albergaba a Laureano Gómez, derrocado por Rojas Pinilla cuatro años atrás, aunque otra versión sugiere que Rojas se exilió en República Dominicana bajo asilo político del dictador Rafael Leónidas Trujillo. La Junta militar tomó posesión el mes siguiente y disolvió la Asamblea y la ciudadanía celebró con jubilo la caída de Rojas.[12]

Ministros

Juicio político

Después de 15 meses de gobierno de la Junta militar, el 7 de agosto de 1958, entró en vigor el Frente Nacional, creado para poner fin al conflicto bipartidista. En 1958 el primer gobierno del Frente Nacional, presidido por Alberto Lleras Camargo, le hizo un juicio político a Rojas Pinilla por lo cual el general regresó al país el 11 de octubre de 1958[13]​ y el 16 de octubre fue obligado a presentarse ante el Senado para defenderse de las acusaciones en su contra, pues había solicitado que su juicio lo hiciera la Corte Suprema de Justicia, un tribunal especial o una corte marcial y se negó a responder al interrogatorio. Ante rumores de un complot el gobierno ordenó el arresto de Rojas Pinilla el 3 de diciembre de 1957 y declaró turbado el orden público, y en Estado de Sitio todo el territorio nacional, con el argumento de que existía “un plan subversivo para derrocar la autoridad legítima”, bajo la dirección personal del general Rojas Pinilla, “en conexión con elemento retirados de las Fuerzas Armadas, grupos de antiguos funcionarios de la dictadura y elementos antisociales”.[14]

El juicio continuó, el 15 de diciembre el Senado dictó auto de detención preventiva contra el General, y el embargo de sus bienes. El presidente levantó el Estado de Sitio, el 13 de enero de 1959, y el 20 de enero, Rojas Pinilla fue traído en secreto, desde Galerazamba a Bogotá.[14]

Los defensores del general fueron Carlos V. Rey, Daniel Valois Arce y Jesús Estrada Monsalve. El veredicto del Congreso Nacional, del 18 de marzo de 1959, fue condenatorio contra el general Rojas; sin embargo, siete años después, el Tribunal Superior de Cundinamarca le devolvió sus derechos políticos el 20 de diciembre de 1966 y un año después, la Corte Suprema de Justicia confirmó este acto judicial, el 18 de octubre de 1967.[1]

Regreso a la política

La Alianza Nacional Popular (ANAPO) que tenía como candidato a Rojas y que venía desarrollándose desde el año anterior se conforma en Duitama el 6 de enero de 1962 y se presentó a las elecciones para las corporaciones públicas el 18 de marzo de 1962 y para las presidenciales el 6 de abril de ese mismo año. En la votación para presidente obtuvo el cuarto lugar después Guillermo León Valencia del partido Conservador, Alfonso López Michelsen del Movimiento Revolucionario Liberal como disidencia del partido liberal y que se oponía al bipartidismo, y Jorge Leyva del Partido Conservador. Los votos por López y Rojas sumaron el 38% sin embargo fueron considerados nulos por las autoridades electorales por oponerse al sistema bipartidista, y además por que Rojas fue considerado un candidato ilegal.

Ya resuelta la situación legal de Rojas, la ANAPO logró numerosos escaños en el Congreso Nacional en las elecciones de 1968.

En 1970 Rojas se había transformado en una opción política con gran arraigo entre la población colombiana y se presentó a las elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, enfrentándose al candidato del Frente Nacional Misael Pastrana Borrero. Las elecciones resultaron bastante reñidas y el resultado oficial fue de 1.625.025 votos por Pastrana y 1.561.468 votos por Rojas. De esta manera la Corte Electoral proclamó a Pastrana como presidente para el periodo 1970-1974. Sin embargo, Rojas y sus partidarios siempre calificaron de fraudulentas esta elección y algunos medios periodísticos e historiadores señalan la dudosa veracidad de esos resultados.[15]​ Dentro del grupo inconforme de los anapistas existían grupos de izquierda y de estudiantes con ideas no compartidas por Rojas, de los cuales surgió luego el movimiento guerrillero M-19 (Movimiento 19 de Abril) al considerar agotadas las vías electorales y optó por la vía armada declarándose "el brazo armado del pueblo anapista".[16]

Fallecimiento

Rojas muere de un infarto cardíaco en su finca de Melgar el 17 de enero de 1975. Estuvo en cámara ardiente en el Capitolio Nacional y fue enterrado en el Cementerio Central de Bogotá.

Ideales de su gobierno

Su objetivo a corto plazo era la pacificación del país: terminar con la violencia bipartidista; y a mediano o largo plazo el restablecimiento de las instituciones democráticas. Su idea era mantener el control del gobierno por un tiempo lo suficientemente largo como para pacificar al país, darle impulso económico, social y moral. De esta forma demostrar que había una tercera fuerza política viable para el país y luego abrirlo a una verdadera democracia. Como sus metas no pudieron cumplirse en su totalidad a finales del periodo 1954-1958, quiso prolongar su gobierno por un periodo más, 1958-1962, lo cual no pudo cumplir.

Desde el gobierno de Laureano Gómez se había utilizado un estado de excepción manejado con la Asamblea Nacional Constituyente y a falta del legislativo se utilizaban decretos, método que igualmente utilizó Rojas para imponer su plan.

Para lograr la pacificación propuso conceder amnistía a los combatientes guerrilleros y la reconstrucción económica de las zonas afectadas por la violencia. De hecho algunos grupos guerrilleros liberales depusieron sus armas. No tuvo éxito con las guerrillas comunistas ya que declaró como ilegal al partido comunista. Al final, su objetivo de pacificación y democracia se logró parcialmente: con el temor a que el proyecto de Rojas triunfara, los partidos políticos tradicionales tuvieron que afianzar la paz política para sobrevivir, y por extensión calmar al país.

Manifestó en su programa de gobierno un reformismo social de estilo militar, con el cual buscó consolidar una política eminentemente nacionalista. Su gobierno se preocupó por fortalecer un binomio político cívico-militar en acción. Según sus ideas, ante el fracaso político-social de los partidos tradicionales, el binomio Pueblo - Fuerzas Militares sería el camino para realizar los cambios urgentes en el país. Consideró que el nacionalismo y el patriotismo debían ser las fuerzas de cohesión del pueblo colombiano, anegado en violencia y crisis nacional.

Buscó el fortalecimiento del Estado colombiano basado en la doctrina social de la Iglesia católica y en el ideario del Libertador Simón Bolívar. Además del ejército, mantenía una estrecha alianza con la Iglesia Católica. Estimulaba reformas sociales en beneficio de los sectores de bajos recursos. Según sus ideas, sin la justicia social sería muy difícil la paz y mucho más la libertad. “No se puede hablar de paz sin justicia social y justa distribución y goce de las riquezas". Por eso su programa ha sido considerado como un "movimiento cristiano nacionalista" para el progreso social y económico del pueblo colombiano.

Para el logro de sus metas socio-económicas era indispensable estimular el trabajo y facilitar, por parte del gobierno, la asistencia social, la educación, la orientación técnica.

Según sus ideas, para garantizar el trabajo era necesario proteger el capital; por ello las relaciones entre capital y trabajo debían mantenerse y desarrollarse lejos de toda hostilidad y dentro del verdadero concepto de Patria. Estimuló el trabajo y el desarrollo de la infraestructura del país, para lo cual estableció un impuesto sobre los ingresos y sobre el patrimonio golpeando a los sectores más ricos de la sociedad. Buscó la justicia política social que defendiera al trabajador, no sólo como productor de riqueza, sino como elemento humano.

Para estimular la economía y facilitar el manejo de las licencias de importación creó dos bancos públicos, medidas que los bancos privados consideraron como «competencia desleal».

El fortalecimiento de la educación para las masas colombianas, en un pueblo con mayoría analfabeta era una de sus prioridades como parte del plan de desarrollo. Su formación de normalista le permitió expresarse didácticamente en sus discursos presidenciales lo cual facilitó que sus ideas e intenciones fueran captadas fácilmente por el pueblo.

Logros de su gobierno

Se interesó por hacer reformas sociales en beneficio de los sectores de bajos recursos y por el desarrollo económico y educativo bajo una política de orden.

Para el logro de estas metas socio-económicas buscó estimular el trabajo, el desarrollo de la infraestructura del país, y facilitar la asistencia social, la educación y la orientación técnica. Los siguientes son algunos ejemplos.

  • Introdujo la televisión en el país. En 1954, al cumplirse el primer aniversario del gobierno militar, se inauguró la Televisora Nacional.
  • Veló por los derechos Indígenas y su integración al Estado. Le dio a la comunidad Wayuu de Riohacha un acueducto.
  • Automatizó la telefonía urbana y rural para el fortalecimiento de las comunicaciones e impulsar la educación y la cultura.
  • Logró la despolitización de la Policía, agregándola al Ministerio de Guerra, como cuarto componente del Comando General de las Fuerzas Militares, mediante el decreto 1814 del 10 de julio de 1953.
  • Fortaleció la educación popular práctica y tecnológica, y la educación rural con nuevas tecnologías agrícolas.
  • Se propuso la creación de numerosas escuelas, colegios y universidades. Creó, organizó y dio especial apoyo a la Universidad Pedagógica de Colombia con sede en Tunja, elevando a esta categoría a la antigua Normal Superior Universitaria de Colombia
  • Impulsó la cultura popular aprovechando los medios tecnológicos: la televisión, la radio, el teatro, la imprenta y todos los medios que llevan a la superación cultural.
  • Auspició la construcción de numerosas obras de infraestructura, entre ellas las siguientes: la terminación del ferrocarril del Atlántico; la pavimentación de la mayor parte de las carreteras troncales del país (como la carretera Bogotá-Chía); la construcción del Aeropuerto Internacional El Dorado y 18 aeropuertos más; la construcción de acueductos, alcantarillados, avenidas y numerosas obras de infraestructura en pueblos de distintas regiones colombianas. Bajo su mandato se terminó la represa hidroeléctrica de Lebrija y la nueva refinería de Barrancabermeja.
  • Para contrarrestar la oposición y el descontento frente al gobierno por la creación de impuestos que golpeaban los sectores más ricos de la sociedad, creó Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el Movimiento de Acción Nacional (MAN), pero muy pronto fracasaron y se disolvieron.
  • En el Departamento de Boyacá, su tierra natal, se preocupó por la ampliación y pavimentación de la carretera Tunja-Bogotá; la electrificación de Boyacá con la instalación de tres unidades en Termo-Paipa; y la construcción de acueductos: Teatinos de Tunja, Sogamoso y Belencito.
  • Se construyeron bajo su mandato el Palacio Municipal y el Palacio de Justicia de Tunja, la Industria Militar (Indumil) en Sogamoso, la planta de leches de Chiquinquirá, con destino a los niños pobres, la Transmisora de la Independencia y numerosas obras sociales para los damnificados de la violencia.
  • Inició y propició la amnistía para los alzados en armas, principalmente para los guerrilleros de los Llanos Orientales, Tolima, Antioquia y otros departamentos y territorios nacionales azotados por la violencia. Creó la Oficina de Rehabilitación y Socorro para colaborar con los damnificados de la violencia.
  • Para afianzar la justicia social ayudando a los desposeídos, creó la institución SENDAS (Secretaría Nacional de Asistencia Social), que dirigió su hija María Eugenia Rojas de Moreno. SENDAS auspició las residencias femeninas, los mercados populares, los aguinaldos del niño pobre, los restaurantes escolares, las guarderías infantiles y creó centros de bienestar social en las ciudades y campos.
  • Impulsó la construcción del CAN - Centro Administrativo Nacional - donde se congregarían los Ministerios y las sedes principales del Gobierno, la Caja Nacional de Previsión Social, la Empresa Nacional de Publicaciones, etc.
  • Impulsó la vivienda popular, la casa campesina, el seguro campesino y la bolsa de empleos.
  • Reconoció los derechos políticos de la mujer, mediante el acto legislativo número 3 de la Asamblea Nacional Constituyente (ANAC), de agosto 25 de 1954.

Familia

De su matrimonio con Carola Correa Londoño fueron hijos Gustavo Rojas Correa, María Eugenia Rojas Correa y Carlos Rojas Correa. María Eugenia fue candidata a la presidencia de la república en 1974 y dirigente de la ANAPO, casada con Samuel Moreno Díaz. Sus nietos Samuel Moreno Rojas e Ivan Moreno Rojas, fueron elegidos alcaldes de Bogotá y Bucaramanga respectivamente y en 2011 fueron acusados y detenidos por corrupción en la administración de obras públicas en Bogotá en lo que se denomina el cartel de la contratación.

Referencias

  1. a b Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas RojasP_Presidencia
  2. Melo, Jorge Orlando. La Libertad de Prensa en Colombia: pasado y perspectivas actuales.Publicado en Fernando Cepeda Ulloa, ed., Fortalezas de Colombia, Ariel y Banco Interamericano de Desarrollo, 2004. Disponible en jorgeorlandomelo.com. Consultado el 28 de diciembre de 2012.
  3. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas eltiempo
  4. Palacios, Marco. Entre la legitimidad y la violencia: Colombia 1875-1994. Colección Vitral. Editorial Norma, 2003. ISBN 958047155X, 9789580471554
  5. a b c d Sáenz Rovner,Eduardo. Colombia años 50: Industriales, política y diplomacia. Volumen 4, Colección Colombia años 50. Univ. Nacional de Colombia, Sede Bogotá 2002, ISBN 958-701-131-7, 958-701-132-5
  6. Galvis,Silvia y Donadío, Alberto. El jefe supremo: Rojas Pinilla en la violencia y en el poder. Editorial Hombre Nuevo Editores, 2002. ISBN 9589697992, 9789589697993.
  7. Morales Benitez, Otto. Alberto Lleras antologia. Editorial Villegas Asociados, 2007. ISBN 958-815-689-0, 9789588156897
  8. Gómez Dugand, Alejandro. Política y sociedad El crímen de la Santamaría. Revista digital Cerosetenta. Centro de Estudios en Periodismo CEPER y la Facultad de Artes y Humanidades de la Universidad de los Andes. Publicado el 03/07/2012. Consultado el 13 de diciembre de 2012.
  9. Araújo Vélez, Fernando. Abucheos y ovaciones en la Plaza de Santamaría, Sangre, aplausos y arena El Espectador, publicado el 5 Febrero de 2008. Disponible en elespectador.com. Consultado el 16 de diciembre de 2012.
  10. a b Galvis, Silvia y Donadio, Alberto. Don La caída de Rojas. Publicado el lunes 8 Junio 1987. Disponible en semana.com. Consultado el 14 de diciembre de 2012.
  11. http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/G/g_aniversario_cali_ag6/g_aniversario_cali_ag6.asp
  12. Henderson, James D. La modernización en Colombia: Los años de Laureano Gómez, 1889-1965. Colección Clío. Editado por Universidad de Antioquia, 2006. ISBN 9586559653, 9789586559652
  13. Rojas Pinilla llegó a Bogotá anoche a las 7. El Tiempo, publicado el 12 de octubre de 1958.
  14. a b Valencia Gutiérrez, Alberto. El juicio político a Rojas Pinilla, en el congreso de la República,(1958-1959) y la conspiración contra el Frente Nacional. Revista Sociedad y Economía No. 18, 2010 pp.183-209. Consultado el 14 de diciembre de 2012.
  15. Aquel 19 Un cuarto de siglo después se reabre el debate: ¿hubo o no fraude en las elecciones presidenciales del 19 de Abril de 1970? Análisis y revelaciones de SEMANA. Revista Semana, publicado en la edición impresa de febrero 25 de 1995, disponible en semana.com. Consultado el 29 de junio de 2013
  16. M-19 Nacimiento y Principios. Comunicado del movimiento de enero 1 de 1978. Disponible en Cedema.org. Consultado el 29 de junio de 2013.

Véase también

Bibliografía

Enlaces externos


Predecesor:
Laureano Gómez Castro, en función Roberto Urdaneta Arbeláez
Presidente de Colombia

13 de junio de 1953 - 10 de mayo de 1957
Sucesor:
Junta militar
Encabezada por el
General Gabriel París Gordillo