Tilsa Tsuchiya
Tilsa Tsuchiya | ||
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Archivo:Tilsa Tsuchiya.jpg | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Tilsa | |
Nacimiento |
24 de septiembre de 19280 Supe, Barranca, Lima, Perú | |
Fallecimiento |
23 de septiembre de 1984, 55 años Lima, Perú | |
Causa de muerte | Cáncer | |
Nacionalidad | Peruana | |
Educación | ||
Educación | Escuela Nacional de Bellas Artes (1959), Ecole des Beaux Arts, La Sorbona | |
Educada en | ||
Alumna de | ||
Información profesional | ||
Área | Pintura, Grabado, Dibujo | |
Años activa | Siglo XX | |
Obras notables | Tristán e Isolda | |
Distinciones | ||
Tilsa Tsuchiya Castillo (Supe, 24 de septiembre de 1928 - Lima, 23 de septiembre de 1984[1]), fue una pintora y grabadora peruana. Es considerada como una de las mayores exponentes de la pintura en el Perú[2] por haber ganado el prestigioso Premio Bienal de Pintura Teknoquímica cuya obtención significó su consagración como artista, marcando un cambio de rumbo en la plástica peruana. Este premio también fue otorgado a su maestro Ricardo Grau en la anterior edición de la Bienal.
Biografía
Infancia
Tilsa Tsuchiya nació en Supe, al norte de Lima, en 1928. Su padre, Yoshigoro Tsuchiya (1878-1947), nació en Chiba, Japón y llegó al Perú luego de estudiar medicina en Estados Unidos, se casó con María Luisa Castillo, quien nació en Chavín, y fue descendiente de inmigrantes chinos. Fue la séptima entre ocho hermanos que quedaron huérfanos tempranamente. En su familia era conocida con el sobrenombre de "la chola" y a los ocho años aprendió a dibujar.
Educación
Inició sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Lima en 1947, en ese mismo año enfrentó la muerte de su padre y dos años después la muerte de su madre, motivos por los cuales se vio obligada a interrumpir sus estudios para poner una vidriería y taller de enmarcado con su hermano Wilfredo[3]
A su regreso a la Esuela de Bellas Artes se inscribió en los talleres de los artistas Carlos Quizpez Asín y Ricardo Grau, además de ser alumna particular del pintor Manuel Zapata Orihuela.[4] Desde sus inicios se distinguió por su singular personalidad con un estilo muy propio. Egresó con honores obteniendo la Gran Medalla de Oro en Pintura, de la Promoción 1959. Siendo todavía alumna ganó el Segundo Premio del Salón Municipal del año 1957 y participó del envío peruano a la "Primera Bienal de la Juventud" convocada en París en 1958. En 1960 viaja a Francia para estudiar Grabado en la École des Beaux-Arts e Historia del Arte en La Sorbona, residiendo hasta mediados de la década de los setentas.[5] Su trabajo correspondiente a este período en París es de tono oscuro y de una estética minimalista.
Carrera artística
Su arte se hizo más notorio con su exposición en el Instituto de Arte Contemporáneo en 1968. En 1970 obtiene el Premio Teknoquímica, reconocimiento que consolida su ascendente carrera artística.[6] Finalmente es en 1975 que regresa al Perú y se instala en la Calle Portugal del distrito de Breña.[7] A partir de entonces su trabajo empieza a adquirir elementos de fantasía y narrativa, incorporando aspectos de la imaginería y de la mitología de los indígenas peruanos con influencias europeas.
Vida personal
En 1948 nace en Huánuco su primer hijo, Orlando Cornejo Tsuchiya. En 1963 se casa con el francés Charles Mercier y adquiere la nacionalidad de su esposo, ese mismo año nace su segundo hijo Gilles Mercier Tsuchiya. En 1973 se separa de su esposo y se instala definitivamente en Lima. Fallece víctima del cáncer en 1984, a los 55 años de edad.
Características de su obra
“La obra de Tilsa era fascinante por su técnica, por su manera de aplicar la pincelada, era un toque de pincel muy corto, y que iba produciendo gradaciones de uno a otro color, estos tipos de sfumatos y «veladuras» a la manera de los antiguos cuadros chinos y japoneses de los años 1,000 más o menos. Marilú Yong Tsuchiya
Sobre la Obra de Tilsa Luis Eduardo Wuffarden señala: “Su aporte consistió en forjar potentes imágenes de la hibridez –entrecruzando claves autobiográficas y puntos de convergencia cultural – que aparecen ante nosotros como percepciones exacerbadas de enigmas esenciales a la condición humana; la identidad que asoma de la obra de Tilsa es un encuentro con lo universal” “Sus visiones quietas y atemporales permanecen abiertas a múltiples lecturas cada obra invita a ser percibida como parte de un proyecto artístico totalizador, cuya búsqueda de perfección formal sólo fue condición necesaria para avanzar. Por ello hay una estricta coherencia entre todas las fases de su trayectoria, que se irán prefigurando unas a otras y encadenándose con la precisión de un sofisticado engranaje.”
A principio Tilsa – heredera directa de la generación de los “independientes”- debió evolucionar contracorriente del medio. Su primer empeño figurativo se oponía a la oleada abstraccionista que dominaba entre los jóvenes pintores peruanos. Después, la vivencia cosmopolita tampoco significó una conversión a las vanguardias de turno. Europa la confrontó con la gran tradición, le descubrió el Oriente y confirmó su vocación latinoamericanista. Se fue convirtiendo en una de las artistas más reconocidas e influyentes del país. Algunas de sus obras más características podrían ser interpretadas como los fragmentos de un vasto autoretrato interior.[8]
“Lo que Tilsa había expuesto en Lima desde su regreso de París en 1966, era lo contrario a la escena local. La artista había desarrollado, durante su estancia europea, un modo de pitar claramente identificable, delicadas y diminutas pinceladas que parecían capturar la luz tenue que se difumina a través de una materia traslúcida: atmósferas neblinosas o profundidades subacuáticas. A ello hay que sumarle los personajes imaginarios, criatura que recuerdan a peces y animales anfibios, con rasgos de reminiscencias precolombinas, parecidos a mascarás de la cultura Chancay o a estilizados perfiles de cabezas clavas. Y a pesar que cada cuadro podía ser descrito como una escena, con protagonistas y personajes secundarios, en ellos no pasa nada: parecen atemporales, como si lo único que hicieran fuera estar ahí para contemplar y ser contemplados. Y todo absolutamente todo imbuido de una ternura que hace sorprendentemente amable la extrañeza de todo el conjunto.”
Temática de su obra
Inicialmente “costumbrista”, su temática se refería a la reinterpretación de elementos cotidianos, siempre vistos y percibidos desde la realidad; es así que encontramos en sus primeros años bodegones con elementos que recuerdan a la calle Billinghurst, o los músicos andinos y comensales. Durante los años de su experiencia parisina 1960- 1966 recibe la influencia de la lectura de René Guénon, que marcarían su vida y pintura. En el tiempo pasa a personajes marinos que acompañan su obra, elementos subacuáticos, destacan “en este repertorio la forma curva como estructura básica, presente tanto en montañas como peces, ramas, falos y lenguas; el modo en que muchos personajes yacen unos sobre otros y cómo se apoyan, espalda con espalda; unos en otros; la presencia de los peces como soporte y como montura de otros personajes, el modo en que algunos personajes, montañas y formas se asemejan a cactáceas están formados por otros seres, como si estuvieran habitados por dentro, y de similar manera, el hecho de que muchas veces los miembros (brazos, piernas, penes, cordones umbilicales, lenguas) son a su vez otras criaturas, peces en la mayoría de ocasiones. Algunos críticos han encontrado en su pintura similitudes con los fardos funerarios de la cultura Chancay, este dato podría ser posible considerando su cercanía a Reinaldo Luza (uno de los primeros coleccionistas que reconocieron el estatuto artístico de las telas pintadas y la cerámica Chancay) Es desde su establecimiento en Lima a partir del 71, que sus personajes comienzan a tomar volumen y con ello también protagonismo; es así que se inicia la época de los mitos. Según Wuffarden,[9] hay un sentido trascendente a la idea de viaje (cambio, investigación, adquisición de experiencia vital) sus seres míticos son presentados como viajeros; creando símbolos que revelan realidades, según las palabras de Tilsa que las acercan o las orientan. Comienza a pintar anhelos de realidades. Como driría Watanabe: “había una antigua nostalgia del futuro” Tilsa hace explícita su intención de crear una cosmogonía, una visión del orden del universo.
Importancia
La cultura popular, el realismo social y el indigenismo fueron sus primeras influencias, las que personalizó fusionándolas con sus orígenes japoneses, la mitología quechua y el arte precolombino que le atraía. Las imágenes figurativas, dramáticas o misteriosas eran parte de su visión del universo externo como proyección de su mundo interno.
Durante el último año de su vida, Petroperú le dedicó una exposición retrospectiva, que reunió alrededor de 50 obras realizadas entre 1959 y 1984. Fue la primera vez que su logro pictórico fue sometido a una visión de conjunto y el impacto resultó tan contundente que contribuyó a consolidar el mito de Tilsa como creadora.[10] Hoy en día es reconocida como parte del grupo de surrealistas peruanos de la década del setenta.
Listado de obras
Exposiciones
Entre 1959 y 1984 se realizaron 14 muestras individuales y participó en 33 colectivas. Destacando como destinos: Washington DC, México DF, París, Santiago de Chile, La Habana, Amsterdam, Caracas, SAo Paulo y Osaka.
- 1959 INSTITUTO DE ARTE CONTEMPORANEO, Lima
- 1966 GALERIA CIMAISE,París
- 1968 INSTITUTO DE ARTE CONTEMPORANEO,Lima
- 1968 CLUB CENTREL,Trujillo
- 1970 INSTITUTO DE ARTE CONTEMPORANEO,Lima. Premio Teknoquímica
- 1971 GALERIA NUCCALLAYME, Lima
- 1972 GALERIA CARLOS RODRIGUEZ SAAVEDRA
- 1972 INSTITUTO DE ARTE CONTEMPORANEO,Lima. Dibujos para el libro Noé Delirante
- 1975 GALERIA ARS CONCENTRA,Lima. Tristán e Isolda
- 1976 GALERIA ASTROLABIO,Lima. El puma de agua
- 1976 GALERIA ENRIQUE CAMINO BRENT, Lima. Mitos
- 1980 Tilsa representante de la pintura peruana a la XV Bienal de Sao Paulo
- 1984 SALA DE ARTE DE PETROPERU. Retrospectiva
- 1987 LA ESTACIÓN DE BARRANCO
- 1989 GALERIA ENRIQUE CAMINO BRENT,Lima
- 1990 GALERIA LÍMAGINAIRE, ALIANZA FRANCESA DE MIRAFLORES. Homenaje a Tilsa Tsuchiya
- 1990 GALERIA ENRIQUE CAMINO BRENT, Lima
Bibliografía
- Maestros de la pintura peruana: Tilsa Tsuchiya, Colección del diario El Comercio. Editorial Punto y Coma, Lima 2010.
- Tauro del Pino, Alberto. Enciclopedia Ilustrada del Perú. (3ra. ed.). Tomo 16. TAB/UYU. Lima, PEISA, 2001. ISBN 9972-40-165-0
- Castrillón, Alfonso (2000). “Tensiones generacionales: Un acercamiento a las generaciones de artistas plásticos peruanos”. Lima: URP.
- Villacorta, Jorge y Wuffarden, Luis. Tilsa Tsuchiya 1929-1984.Lima: Fundación Telefónica, 2000.
Referencias
- ↑ Tauro del Pino 2001, p. 2601.
- ↑ Los Monstruos Sagrados de Tilsa Tsuchiya
- ↑ El Comercio editores (2010). Tilsa Tsuchiya. p. 23.
- ↑ LatinArt.com - Tilsa Tsuchiya
- ↑ GENERACIÓN DEL 68. Entre la agonía y la fiesta de la modernidad
- ↑ Asociación Peruano Japonesa - Por siempre.. Tilsa
- ↑ Revista Miriada - Tilsa Tsuchiya, La pintora bendita
- ↑ Villacorta, Jorge (2000). Tilsa Tsuchiya 1929 -1984. Lima: Fundación Telefónica. pp. 17-18.
- ↑ Wuffarden, Luis (2000). Tilsa Tsuchiya 1929-1984. Lima: Fundación Telefónica.
- ↑ Enciclopedia temática del Perú, Tomo XV, Arte y Arquitectura, pág. 170. - El Comercio
Enlaces externos
- Artnet.com - Algunos cuadros de Tsuchiya
- Asociación Peruano Japonesa - Perfiles, Tilsa Tsuchiya Castillo
- Sucedió en el Perú - Tilsa Tsuchiya
- Webshots - Tilsa Tsuchiya Art
- Manuel Zapata Orihuela
- Alfonso Castrillón “Tensiones generacionales: Un acercamiento a las generaciones de artistas plásticos peruanos”
- Entrevista de Watanabe a Tilsa Tsuchiya, Libros & Artes. Lima, 2002