Anabolismo
El anabolismo (del griego ana ‘hacia arriba’, y ballein ‘lanzar’) es el conjunto de procesos del [[metabolismo] que tienen como resultado la síntesis de componentes celulares a partir de precursores de baja masa molecular,[1] por lo que también recibe el nombre de biosíntesis. Es una de las dos partes en que suele dividirse el metabolismo, encargada de la síntesis de moléculas orgánicas (biomoléculas) más complejas a partir de otras más sencillas, orgánicas o inorgánicas, con requerimiento de energía (reacciones endergónicas) y de poder reductor, al contrario que el catabolismo. Aunque anabolismo y catabolismo son dos procesos contrarios, los dos funcionan coordinada y armónicamente, y constituyen una unidad difícil de separar. Los procesos anabólicos son procesos metabólicos de construcción, en los que se obtienen moléculas grandes a partir de otras más pequeñas. En estos procesos se consume energía. Los seres vivos utilizan estas reacciones para formar, por ejemplo, proteínas a partir de aminoácidos. Mediante los procesos anabólicos se crean las moléculas necesarias para formar nuevas células.
Funciones
El anabolismo es el responsable de:
- Las causas del aumento de masa muscular.
- La fabricación de los componentes celulares y tejidos corporales y por tanto del crecimiento.
- El almacenamiento de energía mediante enlaces químicos en moléculas orgánicas (almidón, glucógeno, triglicéridos).
Las células obtienen la energía del medio ambiente mediante tres tipos distintos de fuente de energía que son:
- La fotosíntesis en las plantas, gracias a la luz solar.
- Otros compuestos orgánicos como ocurre en los organismos heterótrofos.
- Compuestos inorgánicos como las bacterias quimiolitotróficas que pueden ser autótrofas o heterótrofas.
Véase también
Referencias
- ↑ de Bolster, M.W.G. (1997). «Glossary of Terms Used in Bioinorganic Chemistry: Anabolism». International Union of Pure and Applied Chemistry. Consultado el 30 de octubre de 2007.