El título del disco hace referencia al "desorden lógico que hay en él", según explica el propio artista en su web. "Parece contradictorio y así es; es desordenado porque hay canciones que bien podían haber entrado en mi primer disco y también canciones que habrían perfectamente formado parte del último, todas ellas entremezcladas con la columna vertebral del disco, canciones como 'Cheque al Portamor", 'Tu Jardín con Enanitos' o 'Aprendiz de Caballero'. También indica que "el desorden tiene lógica" y que tanto la "la vida como la música no son más que un continuo aprendizaje". "Por ello creo que jamás haré un disco igual que otro ni del mismo estilo, y a la larga los estilos se irán mezclando y entrelazando formando discos como este que contendrá doce lágrimas desordenadas".[3]