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El '''Cine Mexicano''' es el cine propio de [[México]], desarrollado desde la época de la [[Revolución Mexicana]]. La primera [[Película (cine)|película]] mexicana fue "Gavilanes aplastado por una aplanadora" (1898), del [[ingeniería|ingeniero]] [[Salvador Toscano]] y la primera película sonora fue [[Santa (1931)|Santa]] (1931), de [[Antonio Moreno]]. |
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Revisión del 22:36 8 sep 2009
El Cine Mexicano es el cine propio de México, desarrollado desde la época de la Revolución Mexicana. La primera película mexicana fue "Gavilanes aplastado por una aplanadora" (1898), del ingeniero Salvador Toscano y la primera película sonora fue Santa (1931), de Antonio Moreno.
Inicios
Ocho meses después de su aparición en París, Claude Ferdinand Von Bernard y Gabriel Veyre fueron enviados por los hermanos Lumière a México a presentarse al presidente Porfirio Díaz el 6 de agosto de 1896.
El mismo año que Bernard y Veyre llegaron a México, filmaron El presidente de la república paseando a caballo en el bosque de Chapultepec y otros 35 cortometrajes en la capital, Guadalajara y Veracruz. Uno de los filmes de los realizadores franceses titulado Un duelo a pistola en el bosque de Chapultepec causó conmoción ya que la gente no diferenciaba aún la realidad de la ficción. Este filme podría ser inspirado por el filme de Thomas Alva Edison titulado Pedro Esquirel y Dionecio Gonzales - Un duelo mexicano (Pedro Esquirel and Dionecio Gonzales - Mexican Duel) tres años antes. En 1897, se realiza la primera cinta silente de producción mexicana llamada Riña de hombres en el zócalo. Los primeros realizadores mexicanos fueron el ingeniero Salvador Toscano (desde 1898), Guillermo Becerril (desde 1899); los hermanos Stahl y los hermanos Alva (desde 1906) y Enrique Rosas que en 1906 produjo el primer largometraje titulado Fiestas presidenciales en Mérida que fue un documental sobre las visitas del presidente Díaz a Yucatán.
Revolución Mexicana
Durante la revolución se produjeron películas documentales que relataron el conflicto armado. De hecho Pancho Villa financió parcialmente su fuerza por medio de productores estadounidenses que grabaron sus batallas y se dice que coreografió la Batalla de Celaya especialmente para su filmación. Otros productores, como los hermanos Alva siguieron a Francisco I. Madero, Jesús H. Abitia acompañaba a la División del Norte y filmaba a Álvaro Obregón y Venustiano Carranza. Durante el gobierno de éste último se limitaron los filmes acerca de la revolución y el cine de ficción empezó a crecer. La primera cinta sonorizada por el laboratorio de los hermanos Rodríguez Ruelas fue Santa, obra producida por Federico Gamboa.
Durante la era post-revolucionaria no fue posible que la industria avanzara, pero durante los años 1930, una vez que la paz y la estabilidad regresaron al país, diversos directores comenzaron a dirigir películas de valía.
Al transcurrir el tiempo, los directores cinematográficos se centraron primero en temas de tipo rural de donde podemos encontrar como la mejor obra de este género el filme Allá en el Rancho Grande, estelarizada por Tito Guízar y Esther Fernández.
La Época de Oro
Con el apoyo norteamericano de la época post-guerra, se dio un auge sin precedentes del cine nacional. Grandes estudios cinematográficos norteamericanos apoyaron de modo conjunto el desarrollo del cine nacional, por cuestiones estratégicas y por mantener un control sobre México, ya que era una época en la que la influencia comunista de la Unión Soviética se cernía sobre la posición estratégica mexicana y en todo el hemisferio latinoamericano, lo que se tradujo en una estrategia "mass media" sobre la escasamente educada e influenciable población mexicana.
En la década de los cuarenta, dos géneros se alternan para deleitar al público espectador: el cine cómico y el cine de melodrama. En la primer categoría los primeros ensayos se dan con el cineasta Arcady Boytler quien pone en escena a interactuar a dos talentos del gusto cómico: Cantinflas y Manuel Medel. El otro lado de la moneda serían los melodramas urbanos utilizando como escenarios naturales los vecindarios y los barrios pobres de ciudades prácticamente perdidas, enclavadas dentro de la gran metrópoli. Damos cuenta de ello con los filmes: Los olvidados de Luis Buñuel; Nosotros los pobres de Ismael Rodríguez Ruelas y Esquina Bajan de Alejandro Galindo.
El género rural sería principalmente destacado y nunca olvidado por el director coahuilense, Emilio 'el Indio' Fernández prueba de ello lo destacamos con sus filmes documentados: "Bugambilia"; "La Perla" y "María Candelaria", entre decenas de películas realizadas.
Durante los años 1940 las películas mexicanas tienen un gran auge en todo el mundo de habla hispana, gracias en gran medida a que los Estados Unidos están involucrados en la Segunda Guerra Mundial. Así surgió la Época de Oro del cine mexicano, durante la cual artistas como Dolores del Río, Luis Aguilar, Pedro Infante, María Félix, Jorge Negrete, Pedro Armendáriz, Lilia Prado, Roberto Cobo, Silvia Pinal, Cantinflas, Emilio 'El Indio' Fernández, Felipe Montoya, Prudencia Griffel, David Silva, Evita Muñoz "Chachita" y muchos otros se hicieron famosos de la mano de directores como Emilio 'El Indio' Fernández, Luis Buñuel, Miguel M. Delgado entre otros, así como el cinefotógrafo Gabriel Figueroa.
Es importante recalcar que Luis Buñuel era de origen español y perteneciente al movimiento surrealista europeo. De su etapa mexicana cuenta con películas como Los olvidados, Él, Subida al cielo, La ilusión viaja en tranvía y Nazarín, por mencionar algunas. Toda su obra en dicho país es considerada como cine mexicano.
Cabe remarcar el hecho de Dolores del Río, actriz ya famosa y de las más importantes en las Épocas Silente y Sonora del Cine de Hollywood, quien repitió fama y aportó al Cine Mexicano la figura femenina más importante de éste con películas escritas especialmente para ella como Flor silvestre, Bugambilia, Las abandonadas, María Candelaría, entre otras muchas que la convirtieron en el Rostro del Cine Mexicano, por sus logros aquí obtenidos y por su trayectoria como la primer actriz mexicana reconocida internacionalmente.
Para que el éxito fuera inusitado en la pantalla grande, en donde el Cine Colonial, en la ciudad de México, sería el más importante centro de reunión de cinéfilos, los directores y productores debieron de hacerse de un séquito de actores y actrices de renombre, esto constituía el principal elenco de las obras producidas, especialmente en los años que corrió esta época de 1940 a 1958.
Entre los principales de este reparto actoral se encontraban entre muchos otros: Dolores del Río, Pedro Infante Cruz, Luis Aguilar, los hermanos Fernando, Domingo, Julián y Andrés Soler, Felipe Montoya, Jorge Mondragón R, Carlos López Moctezuma, Joaquín Pardavé, Sara García, Lilia Prado, Libertad Lamarque, Blanca Estela Pavón, Katy Jurado, José Elías Moreno, Julio Villarreal y algunos directores que primero actuaron como aprendices de cine, como fue el caso de Emilio Fernández.
Competencia de Hollywood
A finales de los años 1950, una vez que Hollywood se vio desatado de sus compromisos como máquina propagandística, la industria mexicana comenzó a vivir serias dificultades y, aunque se continuaron haciendo películas de interés, su número y su calidad disminuyeron considerablemente. Los estudios mexicanos decidieron hacer películas en color, con el sistema Eastmancolor, por ser más barato que el Technicolor y Metrocolor.
Durante los años 1960 la producción cinematográfica mexicana se redujo a dramas familiares con guiones de baja calidad, y comedias ligeras que fueron más bien vehículos de lucimiento para cantantes de Rock and Roll.
Cine político
En los años 70 la producción cinematográfica tocó fondo.En gran parte gracias a los malos manejos del nepotismo gubernamental en los periodos de Luis Echeverría (1970-1976) y José López Portillo (1976-1982), este último colocó a su hermana Margarita López Portillo al frente de la RTC (Radio Televisión y Cinematografía) segregación de la secretaria de gobernación, quien con nula preparación en el campo, limitó los recursos destinados originalmente al cine. La represión política se vio reflejada en una autocensura por la mayor parte de los cineastas y productores. La producción se redujo a películas picarescas sin pretensiones o a producciones estatales que, aunque dieron cierta libertad de expresión, nunca reflejaron las inquietudes y necesidades artísticas de los directores, libretistas y productores, mucho menos la realidad cruda que vivía la sociedad de esos periodos. En las contadas ocasiones en que alguna producción independiente fue llevada a cabo, el gobierno no aceptó su proyección, además de que las censuró o las redujo a una distribución limitada por medio de presiones a las salas cinematográficas.
Cine de ficheras, de acción y de cantantes
Durante los años 1980 las películas picarescas se volvieron monótonas y repetitivas, dando lugar al género conocido como cine de "ficheras" o "sexicomedias" y con ello a toda una estirpe de vedettes como Rossy Mendoza, Lyn May, Sasha Montenegro y actores expertos en el juego del doble lenguaje como Luis de Alba, Rafael Inclán, Alberto Rojas ("El Caballo"), Alfonso Zayas, Pedro Weber ("Chatanooga"), César Bono, etc, y lo poco que tenían de atractivo (normalmente situaciones divertidas o sexualmente eróticas, pero nunca explícitas) dejó de atraer al público. Este género se caracterizó por el uso del "albur" o el humor en doble sentido, muy popular en México.
A finales de los años 70 y principios de los 80 Valentín Trujillo protagoniza más de una docena de películas de acción con temas ligados a la migración a Estados Unidos, al tráfico de narcóticos y otros temas urbanos
Entre los años 80 y 90, se dio el fenómeno del cine de acción, abordando temas y personajes cotidianos como choferes de camiones (Lola la trailera), "Tortilla Westerns" o también "Cabrito Westerns", trasplantados a la frontera con los Estados Unidos y en el contexto del narcotráfico, siendo los hermanos Almada los principales exponentes del género. Estas películas idealizan a los justicieros al estilo de Chuck Norris, ensalzan las hazañas de los narcotraficantes y dan cuenta del fenómeno de la migración ilegal a Estados Unidos. Para algunos de los autores especializados, esta es una época crítica en el cine nacional, baja en creatividad. Durante ésta década, se dió también un fenómeno similar al del cine de los años 60, donde los cantantes más populares de la época transportaban su fama a la pantalla grande. Populares cantantes como Vicente Fernández y José José, quienes ya habían hecho cine durante la década de los 70, formaron parte de películas muy taquilleras en los 80; mientras que Vicente Fernández aparecia en populares películas de comedia y temas similares a los de las ficheras como "El cuatrero" junto a Maribel Guardia y Mario Almada, "El embustero" junto a María Sorté y "Como México no hay dos" junto a Héctor Suárez; José José estelarizó las películas más populares interpretadas por algún cantante en ésa década; "Gavilán o Paloma", junto a Christian Bach, que está basada en la historia de su vida; y "Sabor a Mí" junto a Jorge Ortiz de Pinedo, Angélica Aragón y Carmen Salinas, donde da vida al personaje del legendario compositor mexicano Alvaro Carrillo.
Cine de Terror Mexicano
El Cine de Terror ha sido parte fundamental del Cine Mexicano. "Don Juan Tenorio" (1898), del ingeniero Salvador Toscano es de hecho la primero cinta de ficción mexicana y su trama, de sobra conocida, maneja elementos fantásticos; pero es en 1931 que con "La Llorona" del cubano Ramón Peón que el género se inicia de alguna manera oficialmente en México. Juan Bustillo Oro merece una mención aparte a pesar de ser un cineasta conocido por su cine porfirista y revolucionario, ya que al inicio de su carrera impulsa el género de terror a través de guiones y dirección de obras importantísimas como lo son "Dos Monjes" (1934), obra maestra del género e interesante muestra de cine expresionista, "El Fantasma del Convento" (1934), "El Misterio del Rostro Pálido" (1935) y "Nostradamus" (1937). El género casi desaparece en la década de 1940 pero reaparece en los 50 con películas de cómicos que emulaban los éxitos de la pareja cómica estadunidense "Abott y Costello" ("Dos Fantasmas y Una Muchacha" con Germán Valdés Tin-Tán y Manuel "Loco" Valdés o "La Nave de los Monstruos" con Eulalio González "Piporro" como ejemplo); sin embargo, el género toma seriedad de la mano de Fernando Méndez con "El Vampiro", siguendo en la década de los 60 con Carlos Enrique Taboada ("Hasta el Viento Tiene Miedo", El libro de piedra", "Veneno para las hadas"), los 70 con Carlos López Moctezuma ("Alucarda") y las inefables películas de "Santo, el Enmascarado de Plata" (popular luchador mexicano), pero ya en los 80 la producción del género y la calidad decrece con títulos como "Vacaciones de Terror", "Cementerio del Terror" y "Pánico en la Montaña".
La década de 1990 atestigua dos factores que marcaron al Cine Mexicano: la desaparición la Compañía Operadora de Teatros (COTSA) y Películas Nacionales, ambas organismos gubernamentales que subsidiaban la exhibición y distribución de Cine Mexicano en el país, y el llamado "Nuevo Cine Mexicano", que apuntó al "cine de calidad". Es así que sólo se filman tres títulos del género en los 90: "Cronos" (1992) del genial Guillermo del Toro, obra que deja muy en alto el género en México, "Sobrenatural" (1996) de Daniel Gruener, interesante logro visual con Susana Zabaleta y Alejandro Tommasi y "Angeluz" (1997) de Leopoldo Laborde.
La primera década del nuevo siglo ha visto películas del género Fantástico hechas en México con una muy marcada tendencia a nutrirse en la cultura propia del pueblo valiéndose de los cuentos, leyendas y mitos transmitidos por la tradición oral pero trasladadas al México actual; es así como llega en el 2004 "Las Lloronas", filme de suspenso basado en el mito popular de La Llorona y el año 2007 verá el inusitado estreno simultáneo de varias cintas mexicanas del género: "Kilómetro 31", de Rigoberto Castañeda, una de las películas más taquilleras en la historia del Cine Mexicano, "Cañitas", basada en un popular libro de Carlos Trejo; "Jokiel", con elenco mexicano y estadunidense y finalmente "Hasta el Viento Tiene Miedo", un "remake" del clásico original de Carlos Enrique Taboada. En 2008 se presenta "Spam" protagonizada por Verónica Merchant, Luis Gatica y Sebastian Sariñana y en 2009 "El Libro de Piedra", otro "remake" del clásico de Carlos Enrique Taboada interpretado por Plutarco Haza y Evangelina Sosa.
El "Nuevo Cine Mexicano" de los 90 se había convertido en un género propio que se dedicó exclusivamente a retratar muy cuestionablemente la realidad social de México pero siempre con miras a festivales de cine y a través de propuestas a veces muy discutibles de sus cineastas, haciendo así a un lado cualquier cine de género y por ende, el género del terror. La insistencia de los cineastas mexicanos muestran que el género no ha muerto por razones que tal vez apuntan a lo social y por qué no, a una bien ganada tradición de Cine Mexicano de Terror labrada por el Cine Mexicano a través de más de 70 años.
El Nuevo Cine Mexicano
Como se menciona arriba, cineastas como Arturo Ripstein, Jaime Humberto Hermosillo o Jorge Fons realizaron desde cintas de temática controversial (La tarea), hasta películas que examinaron sucesos políticos recientes, como la masacre de estudiantes en Tlatelolco en 1968 (Rojo Amanecer). Se impulsó también el reestreno de películas que habían sido prohibidas en el pasado como La sombra del caudillo. Algunos pocos actores de Telenovelas toman papeles, tal es el caso de Arcelia Ramírez en "La mujer de Benjamín". Salma Hayek, quien debutó en el ámbito de la televisión se perfila como una nueva estrella nacional y diva de Hollywood.
La temática del cine mexicano en la década de los 90 y principios del siglo XXI aborda lo cotidiano, la violencia urbana, el existencialismo, no dejando atrás la migración, las biografías e incluso el realismo mágico como es el caso de "Como agua para Chocolate", pasando por el humor ligero, y la denuncia de la corrupción como en "La ley de Herodes", siempre ello con miras a festivales de cine.
Apoyos Gubernamentales al Cine Mexicano
El gobierno mexicano ha asumido desde hace varias décadas apoyos para la cinematografía nacional. Desde la creación del Banco Cinematográfico (con iniciativa del Banco Nacional de México) el 14 de abril de 1942, pasando por CONACINE en la década de 1960 y CONACITE 2 en los años 70, en la década de 1990 se crean dos fideicomisos para apoyar a la industria fílmica: el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE), creado como respuesta del gobierno federal a las demandas de los diferentes sectores de la industria a favor de la reactivación del cine mexicano y el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (FIDECINE), contemplado en la Ley Federal de Cinematografía de 1999, que se creó fundamentalmente para financiar el cine industrial comercial; ambos son organismos que, para 2009, están en vigencia y son regulados por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE). También se están planteando más fideicomisos cinematográficos para algunos Estados de la República Mexicana, además del Fondo Iberoamericano de ayuda IBERMEDIA creado en noviembre de 1997 sobre la base de las decisiones adoptadas por la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Margarita, Venezuela, relativa a la ejecución de un programa de estímulo a la coproducción de películas para cine y televisión en Iberoamérica.
Como dato adicional, es justo señalar que en la actualidad el Gobierno Mexicano no fomenta ni tiene departamentos de censura tanto para la producción como para la exhibición de Cine Mexicano o extranjero, por lo que la libertad de expresión fílmica está garantizada en México al menos desde finales de la década de 1980.
Festival Internacional de Cine en Guadalajara
La Universidad de Guadalajara organiza desde 1985 el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, a la que comúnmente se le llama "Muestra de Cine de Guadalajara" en la que se entrega el premio Mayáhuel. En éste festival se exhibe una selección de películas nacionales, internacionales. Se realiza siempre en el mes de marzo y convoca a las principales personalidades del cine nacional.
El Festival de Cine de Guadalajara llega al 2009 con su edición número 22. En el transcurso de éstas ediciones el festival ha logrado consolidarse como el mejor Festival en México y la principal vitrina para el mundo del Cine Mexicano e Iberoamericano, gracias al talento de sus nominados y a el trabajo de los organizadores (FICG).
El festival quiere ante todo cumplir un papel social, que ofrezca a Guadalajara y al país una alternativa cultural para todos aquéllos que disfrutan del cine y para los que quieran acercarse a él. Con el fin de interactuar más con la ciudad y exhibir las películas en un ambiente no convencianal, se muestran las películas en las plazas y lugares públicos de la ciudad. De ésta manera se proyectan asi en las pantallas inflables películas al aire libre con una bella panorámica de la ciudad y con una excelente calidad de imagen.
Enlaces externos
- Más de 100 años de cine mexicano en el sitio del ITESM.
- Cineteca Nacional del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (CONACULTA).
- Fideicomisos para apoyar la cinematografía nacional en México (Sitio de referencia).